viernes, 26 de agosto de 2011

NACIMIENTO DE ZEUS (De la Toegonia)


A los primeros se los tragó el poderoso Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde el sagrado vientre de su madre, conduciéndose así para que ningún otro de los ilustres descendientes de Urano tuviera dignidad real entre los Inmortales. Pues sabía por Gea y el estrellado Urano que era su destino sucumbir a manos de su propio hijo, por poderoso que fuera, víc ...tima de los planes del gran Zeus. Por ello no tenía descuidada la vigilancia, sino que, siempre al acecho, se iba tragan­do a sus hijos; y Rea sufría terriblemente.Pero cuando ya estaba a punto de dar a luz a Zeus, padre de dioses y hombres, entonces suplicó en seguida a sus padres, los de ella, Gea y el estrellado Urano, que le ayudaran a urdir un plan para tener oculta­mente el parto de su hijo y vengar las Erinias de su padre y de los hijos que se tragó el poderoso Cronos de mente retorcida.

Aquéllos escucharon atentamente a su hija y la obedecieron; la pusieron ambos al corriente de cuanto es­taba decretado que ocurriera respecto al rey Cronos y a su intrépido hijo, y la enviaron a Licto, a un rico pueblo de Creta, cuando ya estaba a punto de parir al más joven de sus hijos, el poderoso. A éste lo recogió la monstruosa Gea para criarlo y cuidarlo en la espaciosa Creta.
Allí se dirigió, llevándole, al amparo de la rápida negra noche, en primer lugar, a Licto. Le cogió en sus brazos y le ocultó en tina profunda gruta, bajo las entrañas de la divina tierra, en el monte Egeo de densa arboleda. Y envolviendo en pañales una enorme piedra, la puso en manos del gran soberano Uránida, rey de los primeros dioses. Aquél la agarró entonces con sus manos y la introdujo en su estómago, ¡desgraciado! No advirtió en su corazón que, a cambio de la piedra, se le quedaba para el futuro su invencible e imperturbable hijo, que pronto, venciéndole con su fuerza y sus propias manos, iba a privarle de su dignidad y a reinar entre los Inmortales.Rápidamente crecieron luego el vigor y los hermosos miembros del soberano. Y al cabo de un año echó fuera de nuevo su prole el poderoso Cronos de mente retorcida, engañado por las hábiles indicaciones de Gea, vencido por la habilidad y fuerza de su hijo. Primero vomitó la piedra, última cosa que se tragó; y Zeus la clavó sobre la anchurosa tierra, en la sacratísima Pito, en los valles del pie del Parnaso, monumento para la posteridad, maravilla para los hombres mortales.

LET THE RIVER RUN


We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

Let the river run,
let all the dreamers
wake the nation.
Come, the New Jerusalem.

Silver cities rise,
the morning lights
the streets that meet them,
and sirens call them on
with a song.

It's asking for the taking.
Trembling, shaking.
Oh, my heart is aching.

We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

We the great and small
stand on a star
and blaze a trail of desire
through the dark'ning dawn.

It's asking for the taking.
Come run with me now,
the sky is the color of blue
you've never even seen
in the eyes of your lover.

Oh, my heart is aching.
We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

[guitar]

It's asking for the taking.
Trembling, shaking.
Oh, my heart is aching.
We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

Let the river run,
let all the dreamers
wake the nation.
Come, the New Jerusalem

LILITH: LA LUNA NEGRA


Lilith era la hermana gemela de Adán y compartía con él el Jardín del Paraíso. Adán era el rey del Edén y Lilith ansiaba gobernar el paraíso a su lado, pero El Señor de la Luz no lo permitió. Lilith era hermosa y sabia. Ella estaba cansada de su hermano Adán, pues éste carecía de su inteligencia. Lilith se negó a

Darle un hijo a Adán, lo que enfureció al Señor de la Luz, que la expulsó del paraíso... Samael, un ángel del Señor de la Luz e hijo de Dios (también llamado “Lucem Fert” -Lucifer-), cayó prendado de Lilith. A Samael, Lilith le dio tres hijos medio dioses, medio humanos, Su inteligencia, poder y belleza era tan grande que los hijos de la oscuridad se asustaron tanto de ellos que les pusieron nombres monstruosos para injuriarlos... Pero Lilith no pudo ser injuriada. Gracias a su amado Samael, aprendió todo lo que el Señor de la Luz conocía, convirtiéndoce de ese modo en la primera hechicera. Vivía como si fuese hija de la Madre Noche, llamando a la gente a bailar y disfrutar bajo la luz de la Luna. Su símbolo era la noche misma, y algunos de los que la seguían la llamaban “Aflonrhod’ Los hijos de la oscuridad temblaban y tapiaban sus puertas a la noche,

Buscando la protección ante el conocimiento que Lilith demostraba tener. Lilith es un arquetipo de la mujer que rechaza el dominio masculino sobre ella. Ella fue creada en el mismo instante que Adán, por lo que reclamaba ser considerada igual a él. Mientras Adán aceptaba de buen grado todo lo que se decía, ella tenía que llegar al fondo del asunto. Esto demostraba un absoluto control sobre su sexualidad. Ella es un enigma casi indescifrable; ha sido llamada Poetisa de la Oscuridad, Demonio de la Impetuosidad, y en ocasiones se la ha identificado con la Serpiente del Paraíso. Ella dama por su libertad como individuo y mantiene su moral

Impoluta. Cuando ella fue expulsada, Adán recibió una compañera más dócil e ingénua en algunas historias se dice que Lilith se le apareció a Eva, como serpiente para abrirle los ojos y hacerla su igual. También se dice que ella es un demonio o

Uno de los angeles caidos…

lunes, 8 de agosto de 2011

EL TIEMPO EN LA MITOLOGÍA HINDÚ


"Sería inútil pretender encajar las concepciones orientales en los esquemas encasilladores de occidente que nos son familiares. Hay que dejar que su carácter profundamente extraño nos revele las limitaciones inconscientes de nuestra propia forma de enfocar los enigmas de la existencia y el hombre".
HEINRICH ZIMMER.

Como comienza el mito: El Mahabaratha
El comienzo de éste precioso y, por demás, extenso poema de amor, religión, guerra y destrucción, no podía ser menos que una bellísima historia entre el rey Santanu y la Diosa Ganga, la mujer que se le aparece a orillas del Ganges mientras él está realizando una de sus cotidianas cacerías. Él la ve a ella como una ninfa del cielo, le toma su mano y le pide que sea su esposa, a lo que ella responde que sabía desde el principio que iba a ser su reina, y sólo lo aceptaría con una condición: "Jamás te opondrás a lo que yo quiera hacer, sea lo que fuera y cuando fuese. En el momento en que no cumplas esto, me iré de tu lado y no regresaré jamás"... Sin embargo, el rey Santanu no comprendió el valor de éstas palabras hasta el día en que ella dio a luz a su primer hijo, en que él la siguió hasta el río y la vio lanzarlo a las aguas tal y como si se estuviera deshaciendo de una carga.
No obstante, el rey guardó silencio. No dijo nada porque recordaba bien el juramento que le había prometido. "El amor, dicen es ciego pero no es exactamente así: El amor es un ojo extra con el que se ve tan solo lo que hay de bueno en el Ser Amado, permaneciendo ciego a todas sus faltas"... dice el Mahabaratha, para describir los sentimientos de Santanu por su esposa.
Finalmente llegó su octavo hijo, sin embargo para su desgracia, cuando él ya no soportó verla lanzar los siete anteriores, y perdió por completo la paciencia comenzando a hacerle recriminaciones. Así es como ella determinó que el final que se había anunciado debía llevarse a cabo, le abandonaría para siempre pero le respetaría la vida a su hijo, a quién ella misma bautizó Devavrata.
Terminó contándole que ella realmente no era mortal sino una diosa,
La diosa a la que los dioses le habían pedido que les ayudara, puesto que habían cometido un gran delito y de ésta manera habían sido maldecidos
por un Yogui renunciante dueño de una hermosa vaca de quien se enamoró una de las esposas de los dioses, y que al pedirle a su esposo que la robara para ella, puesto que al beber de su leche ella se haría inmortal.
La maldición del Yogui no se hizo esperar, y un Ser de su categoría espiritual, al que le correspondía como mayor riqueza su austeridad, les maldijo para que nacieran en el mundo de los mortales.
Fue de ésta manera que los dioses fueron a pedirle a La Diosa Ganga que les ayudara porque habían perdido su origen divino, y ahora descenderían al mundo de los Mortales. Ella se apiadó de ellos, y les prometió rescatarlos de su desgracia, y para aliviarles de su carga, ella vino al mundo para darles a luz, y también les liberaba no más ellos hubiesen llegado.
Conociendo ahora la verdad, Santanu regresó solitario a su casa, ya que ella prometió entregarle a su hijo, quien perpetuaría el nombre de los Pandavas.
De modo, pues, que ésta es la forma absolutamente sorpresiva como comienza el relato más extenso de la literatura, ya que en él pueden contenerse La Odisea y La Ilíada juntas ocho veces,... de modo que de por sí hay ya dos dificultades para su verdadero entendimiento, la primera por extensión y la segunda por comprensión, ya que su contenido difiere enormemente de las concepciones que se viven en occidente, donde estamos regidos de forma tajante por el tiempo desde el toque de campana de la Edad Media. También somos una cultura en donde se le hace énfasis al individuo como tal, el héroe, mientras en Oriente no existe sino el ir y devenir eterno del tiempo, el sístole-diástole incesante y perpetuo del cosmos, en donde un morador del mundo, por más excelente, puede perder su Dharma (virtudes), casi la palabra más exacta para comprender la escala de valores de una cultura que ha sido la cuna de la humanidad.
El tiempo como juego de dados
Es muy interesante saber que uno de los capítulos más importantes dentro de éste relato mitológico, donde se apuesta a los dados entre las dos familias protagonistas –que son en realidad primos entre sí– y que originan La Gran Guerra del Mahabaratha, es en éste capítulo justo donde se le pone una prueba al mejor de los cinco hermanos, al hijo del Dios Dharma que es la equidad y la justicia, para que pierda en su debilidad a su reino, posesiones y a toda su familia, incluyendo a Draupadi –la esposa de los cinco hermanos– para vagar después como desposeídos , durmiendo entre los bosques y aprendiendo oficios tales como la ganadería, los oficios del campo, o la danza –en el caso del famoso arquero Arjuna, el ambidiestro en el manejo de su arco, quien fue maldecido por una mujer al enamorarse de su belleza y no ser correspondida– así que éste es el capítulo que puede mostrar claramente que es a través de ese mismo "lance de dados" de donde proviene toda la fascinante sabiduría que encarna la visión matemática acerca de los YUGAS.
En la India se usa el juego de los dados en cuatro lances, que han sido llamados así: KRTA, TRETA, DUAPARA y KALI. Estos nombres son los mismos que tienen las cuatro edades en que se divide una Maha Yuga: Edad de Oro, Edad de Plata, Edad de Cobre, Edad de Hierro; tomando el nombre de los metales para darles significación de pureza y valor, lo que se equipara a Dharma (que en realidad es una palabra con diferentes significados a la vez, pero que en éste caso puede ser tomada como deber o virtud, para la semejanza con la pureza de éstos metales).
KRTA es el participio pasado del verbo Kr, que significa "hecho, realizado, ejecutado, perfecto". Las cuatro estaciones, los cuatro puntos cardinales, lo cuadrado, lo perfeccionado, todo lo perfectamente dotado posee sus cuatro lados. Tal es así, que el Krta Yuga o también conocido como Sat Yuga, es la Edad de Oro, la edad de la perfección, de lo perfectamente realizado o ejecutado. Aquí el Dharma, la virtud divina está en su apogeo, está firmemente asentada sobre sus cuatro patas como una vaca sagrada, o sea al 100%. Durante ésta edad los hombres NACEN virtuosos. Al respecto, Rusell Perkins dice:
"La Edad de la Verdad o Edad de Oro, la primera de ellas y la más larga del MAHAYUGA, el día de Brahma, el ciclo de los cuatro yugas. Según la tradición hindú, el Sat yuga tuvo una duración de 1.728.000 años y la gente de aquella época vivía un promedio de cien mil años. La forma de vida en éstas condiciones no es fácilmente comprensible, pero ésta perspectiva del universo puede asemejarse para su comprensión a un reloj de cuerda que funciona con su máxima eficiencia cuando está recién puesto y luego, gradualmente, va desactivándose a medida que se le acaba la cuerda".
El TRETA YUGA, o Edad de Plata es el lance de dados del tres. Ahora el ser humano de esta edad está sustentado solamente por tres cuartas partes de su Dharma inicial, lo que significa que ha perdido un cuarto de su virtud. Esta edad tuvo una duración de 1.296.000 años, y la gente vivía hasta los diez mil años. Fue en ésta Edad de Plata en que el Señor Vishnú encarnó en la forma del Señor Rama y se sucedió la epopeya del Ramayana, escrita posteriormente por el Maestro Tulsidas Ji.
En el DUAPARA YUGA, su nombre proviene de dvi, dva, dvau que significa dos (el latín dice duo), ya comienza a perderse la noción de virtud inicial, sólo se sostiene sobre DOS de sus lados. En ésta Edad de Cobre que tuvo una duración de 864.000 años, donde la gente tenía una duración de mil años, es cuando el Señor Vishnú encarnó en el Señor Krishna, y aquella época sucumbió en la Gran Guerra Final del Mahabaratha en el año 3.200 antes de Cristo.
La Edad de Hierro o KALI YUGA, nuestra edad actual, subsiste solamente el 25% de la fuerza del Dharma. Según Zimmer, KALI viene de la palabra sánscrita KAL-ALAHA que significa guerra, aunque Kali Yuga se referiría en otras escrituras a Kal Niranjan, el Poder Negativo, la Edad de Kal.
Esta edad comenzó en el 3200 a. C. y tendrá una duración de 432.000 años (según lo enuncian las escrituras hindúes) y la gente puede llamarse afortunada si llega a alcanzar siquiera los cien años de vida.
De modo que puede verse cómo el tiempo para los hindúes se va comprimiendo, cada yuga es a su vez más y más corta, hasta alcanzar la disolución de la materia como resultado de ésta compresión del espacio-tiempo.
La segunda boda
Pero volvamos al relato del Mahabaratha, íbamos en que Santanu regresaba a su casa solitario y que Ganga se quedaba con su valeroso guerrero hijo único. Un día, después de dieciséis años de soledad y tristeza, Santanu sale a encontrar consuelo cazando a orillas del río Ganges –actividad que le había dado la felicidad de encontrar a Ganga alguna vez– cuando repentinamente vio que el río estaba detenido, y se acercó para mirar el fenómeno. Notó en su quietud que había una hilera de flechas clavadas en éste, una al lado de la otra, de forma que ninguna gota de agua pasara a través. De repente, se dio cuenta que no estaba solo: Ganga estaba parada a su lado, y misteriosamente el río comenzó a fluir de nuevo.
Luego un joven muy bello saltó corriendo y gritando, estaba feliz porque había detenido el curso normal del agua. La madre le entregó a su hijo al rey Santanu antes de marcharse, y el rey regresó a Hastinapura acompañado.
El rey vivió felizmente con su hijo hasta que un día, a las orillas del Yamuna, persiguiendo un delicioso aroma, encontró una bella mujer, a la que le pidió que fuera su esposa, con tan mala suerte que tenía un padre bastante astuto y, al enterarse que era precisamente un rey, le dijo que le entregaba a su hija si él cumplía en que su primogénito fuera el único sucesor . Salió hacia su casa sabiendo lo imposible que era para él romper su promesa con Ganga de que su hijo Devavrata fuese el único en heredar el trono, pero entró en honda depresión. Su hijo, al verlo pasar los días en tristeza, averiguó toda la verdad sobre la hija del pescador y fue a ver al padre de ésta, para hacerle la promesa que él jamás se desposaría, y que renunciaba al trono de Hastinapura: "BHISMA, BHISMA", resonó en los planos internos, lo cual quería decir "AQUÉL QUE HACE UN TERRIBLE VOTO Y LO CUMPLE". El es el anciano Bhisma, el más sabio y quien es el soporte de los Kurus en toda la historia del Mahabaratha.
El padre de Devavrata quedó tan complacido con su hijo, de verle hermoso y capaz de cumplir con un voto tan duro para él, que le dio como ofrenda un don especial: El podría abandonar el cuerpo a voluntad. En el momento en que él quisiera podría simplemente desear morir y se le haría realidad. Luego de la boda de Santanu y la hija del pescador, que vivieran felices por muchos años, él murió dejándole dos hijos, de los cuales uno murió en el campo de batalla enfrentando a un dios, a lo que Bhisma no tuvo remedio en nombrar a su hermano medio menor como nuevo sucesor al trono, más como era éste tan joven, le tocó de todas maneras ser rey regente, un rey sin corona.
Llegada la hora de casar a su hermano menor con alguna bella dama, cuando conoce Bhisma de la fiesta para acoger los varones que deseen a unas princesas de un reino vecino, entra para raptar a las tres princesas que están presidiéndola y las monta a la fuerza sobre su carroza, no sin antes pelearse fieramente con el rey Salva, un rey de quien una de ellas ya se había enamorado – según la tradición hindú, ella coloca sobre su cabeza una corona de flores, y así escoge a su consorte– lo que estaba haciendo una de las princesas, llamada Amba.
Cuando entró el guerrero a llevarse a las princesas, Amba se queja ante Bhisma de que ella ya había tomado por esposo al rey Salva, y que es él ahora quien debe casarse con ella, a lo que él responde que si ella ya estaba unida a ese rey, debía ir a su presencia. Se va de regreso a su reino y le dice a su rey que ella es de su pertenencia, ya que ella es su esposa, pero el rey Salva le contesta que debe irse por el mismo camino por donde llegó ya que el rey no anda por ahí recogiéndole las sobras a su enemigo, y se burla de ella y la avergüenza.
Amba jamás le perdona a Bhisma haberle amargado su vida entera, ya que ahora debería permanecer soltera. Trata de persuadir a Bhisma a través de su Maestro , y lo único que logra es que ellos se enfrenten en el campo de batalla –ya que Bhisma prefiere pelearse con su Maestro a ser maldecido por él– durante tres incesantes días, en donde Bhisma queda tentado de lanzar un Astra –un poder sobrenatural que destruiría el planeta– pero los dioses Narada y Rudra lo detienen y le hacen entrar en razón para que baje su cabeza ante su Maestro, "Bhisma, detén esa lucha. No envíes el Astra. Tú no eres quien ha de destruir el mundo, otro lo hará". El accede a no pelear más, y ambos se van abrazados, quedando Amba sin quien le salvara su honor.
Amba había realizado muchas austeridades, se había internado en el bosque para hacer prácticas con el único fin de ver con ellas algún día muerto al rey Bhisma. Es así que se le aparece un gran Dios y le dice: "No te apenes, hija mía, pues en tu próxima vida tú misma matarás a Bhisma".
De ésta manera se hace ella SATI, es decir, hace una hoguera y se quema en ella, todo con el fin de nacer de nuevo. Y es así, ella nace en la forma de una bella mujer y como nada más y nada menos que hermana de Draupadi, o sea, hija del rey Drupada, que como continuó con sus austeridades, una deidad le regaló la posibilidad de cambiarse de sexo, y así lo hizo, ahora era un guerrero muy fuerte llamado Sikhandi, aún guardando el odio por Bhisma como un fuego que no se extingue con la muerte.
Mientras esto sucedía, Bhisma veía morir a su hermano medio menor de una enfermedad y empieza a ver que la dinastía se va a quedar sin un sucesor, ya que él no rompía su voto. Su madre por fin, entre los afanes de encontrar a un heredero al trono, le cuenta toda la verdad sobre ella y le dice que antes de haberse casado con el rey Santanu, ella había tenido un amor del cual le había quedado un hijo, que sólo era cuestión de proponerle a él que se uniera con las dos reinas hermanas de Amba. Este hombre era nada más y nada menos que el Rishi Vyasa, varón de alta espiritualidad aunque no de muy buena presentación física, parecía un "intocable", lo que en India se denomina "Hombre de baja casta".
Ellos van a buscarlo a un bosque, y le hacen la propuesta de que sea el padre de los hijos de las princesas, a lo que él accede, "tú eres mi madre, y haré cualquier cosa que me ordenes".
La madre trata de persuadir a las princesas para que no rechacen al Rishi debido a su aspecto "desagradable y a su piel oscura", pero sucedió que una de ellas, Ambika, no quiso abrir los ojos mientras estaban en el momento de la concepción, luego el niño nació ciego. Entonces se intentó de nuevo con Ambalika, pero ella se asustó muchísimo, tanto, que al rayar la luz del día y salir el Rishi de su habitación, le dijo a la madre de Bhisma que todo había salido muy bien, excepto por el susto de la princesa que al instante de engendrar estaba tan pálida como la Luna, de modo que su hijo nacería dulce y bello, pero de piel muy blanca. Este es el famoso rey Pandu, el rey padre de los Pandavas; porque Pandava significa "Hijo de Pandu". El otro es el temible tío Dritharashtra, ciego de nacimiento, que sería aquél que llevaría a cabo la destrucción de toda una edad, La Edad de Cobre, por no haber sacrificado al más envidioso de los primos de éstos cinco héroes, el señor Duryodana, quien con su envidia, argucias y codicias le roba el trono a los legítimos, Arjuna, Yudisthira, Bhimasena, Nakula y Shadeva,
Los hermanos pandavas, quienes fueron los hijos de diferentes dioses, a cada uno se le atribuyó una buena cualidad, por ejemplo Yudisthira que fue el hijo del dios Dharma, la equidad. O Arjuna, que fue el hijo del Dios Indra, el dios de las lluvias, el que hace llover en una región como India que es tan importante éste hecho. O Bhimasena, que es el hijo de la fuerza, es como un Aquiles en ésta mitología. Y Nakula y Shadeva, que son hijos de un dios doble, y que por eso nacen mellizos, son la encarnación de las buenas obras y son tan bellos como ninguno. Estos dos últimos son representados en la obra como un águila de alto vuelo, con gemas preciosas sobre su lomo y sus alas, y son conocidos también como Los Hermanos Aswinis, padres de la Medicina.

Bibliografías:
- "Léxico de Filosofía Hindú" de Francisco Kastberger.
- "La India Literaria" Editorial Porrúa, MMexico.- "Anurag Sagar" de Kabir Sahib.
- "Mitos y Simbolos de la India" Heinrich Zimmer.
- "Mahabaratha" de Vyasa.

Las plagas de egipto y su explicación científica


Las plagas de egipto, del libro de éxodo del antiguo testamento de la biblia es una de las historias más emocionantes de lás religiones cristiana y judía. o como dijo un user (sólo diré que su nick comienza con Jav0 ) en este mismo foro de religión "el mejor mito jamás contado". pero tal historia tiene un asidero científico. por tanto, pudo haber sido real.

el contexto de la historia es el siguiente: los judíos están prisioneros y en esclavitud en egipto y el faraón mandó a matar a todo recién nacido varón. moisés fue ababandonado en el nilo y rescatado por la hija del faraón. después moisés ya grande tiene problemas y debe huir de egipto para que no lo maten. cuando pasó mucho tiempo y él se volvió todo un pastor le habla Dios para que él y su hermano Aarón libere a su pueblo. para eso amenaza al faraón con diez temibles plagas que finalmente se desatan y no le deja más alternativa que dejar salir a los judíos. después de eso también moisés abre el océano y otras cosas más.

ahora ¿cuál es la explicación científica de estas dantescas plagas? todo comenzaría con la erupción del volcán santorini, a 800km de distancia de egipto. las consecuencias fueron:

1. Rios teñidos de sangre:

La actividad sismica prodicida por el volcán produjo un escape de gas subterraneo que tenía una gran cantidad de hierro, que con el contacto con el agua del río Nilo produjo oxido de hierro, el cual tiene un fuerte color rojo oscuro, y si se bebia daba un sabor metálico, el cual se parecía bastante a la sangre.

2. Las ranas:

Al producirse el oxido de hierro, el oxigeno del agua se consumió. Provocando que las ranas al ser anfibios, saliesen del agua para sobrevivir invadiendo las calles.

3. Peces muertos:

Al igual que las ranas, los peces también sufren la falta de oxigeno, muriendose y acumulandose en las orillas.

4. Plaga de insectos:

Tras la muerte de los peces y con su putrefacción acuden los insectos a las orillas del río.

5. Muerte de las reses:

La gran cantidad de parasitos acumulados en las zonas acuaticas, donde pastan las reses, que junto con el agua en mal estado, provocan la muerte de los animales.

6. Piel ulcerada:

Los gases que expulsa el río, que en contacto con la piel dificultan gravemente el transporte de oxigeno entre el organismo y hace que la piel se ulcere.

7. La oscuridad:

El volcán al erupcionar soltó gran cantidad de cenizas, cubriendo el cielo.

8. Lluvia de hielo y fuego:
Pero el volcán tambien suelta piedras incandescentes y algunas que con la fuerza de la erupción llegaron a ascender hasta la estratosfera se congelaron, cayendo bolas de granizo.

9. Las langostas:
Al caer el granizo la temperatura de la zona varia bruscamente, y las langostas que en ese momento estaban emigrando, se ven obligadas a detenerse, quedandose atrapadas en la emigración.

10. Muerte de los primogénitos:
Los escapes de gas subterráneo, tienen una alta concentración en CO2, que tras ser expulsados por las grietas de la tierra y mezclarse con el agua del río, salen a la superficie en forma de niebla densa, que se arrastra a ras de suelo al ser mas pesada que el aire. Para quien que estubiera de pie, pasaria inadvertido y sería inocuo, pero para alguien que estubiera durmiendo a ras de suelo le causaria la asfixia y la muerte. como es el caso de los primogénitos egipcios, los cuales tenian privilegios sobre sus hermanos durmiendo en el poso de abajo mientras que sus hermanos dormian en las buhardillas o en el primer piso de la casa. La niebla densa se colaría por debajo de las puertas de las casas, matando solo a los primogénitos.

LOS TÚNELES DE AMÉRICA


Los indios hopi, asentados en el estado norteamericano de Arizona, y que afirman proceder de un continente desaparecido en lo que hoy es el océano Pacífico, recuerdan que sus antepasados fueron instruídos y ayudados por unos seres que se desplazaban en escudos voladores, y que les enseñaron la técnica de la construcción de túneles y de instalaciones subterráneas.

Muchas otras leyendas y tradiciones indígenas del continente americano hablan de la existencia de redes de comunicación y de ciudades subterráneas.

Existe una nutrida literatura y suficientes investigadores que mantienen la hipótesis de que debajo de la superficie de nuestro planeta habitan seres inteligentes desconocidos por nosotros.

Existen diversas hipótesis acerca de la posibilidad de que inteligencias procedentes de fuera de nuestro planeta posean puntos de apoyo subterráneos o subacuáticos en el planeta Tierra. No voy a entrar aquí en el análisis de estas posibilidades, ya que forman parte de otro estudio que merece su propia dedicación. De forma que no voy a hablar de organizaciones como la Hollow Earth Society (Sociedad de la Tierra Hueca) o el SAMISDAT, que buscan establecer contacto con supuestos habitantes del interior del planeta, la primera, mientras que la segunda echa leña al fuego de la existencia de toda una organización de ideología nazi —naturalmente vinculada a los personajes dirigientes de la Alemania nazi— que sobrevive bajo la piel de nuestro planeta, con entradas a su mundo especialmente en el polo Norte y de la Amazonía brasileña. No voy a hablar de tales organizaciones ni de otras similares, ni voy a entrar en el tema de Shamballah ni de Agartha —supuestos conceptos de lo que serían unos centros de control subterráneos en los confines del Asia central— ni en el del supuesto «Rey del Mundo», porque no es el momento de negar ni de confirmar la validez de todos estos supuestos. El día en que crea oportuno hablar de ellos, lo haré de la forma más clara posible.

Voy a centrarme en este artículo en los lugares que, en el continente americano, tienen mayores posibilidades de conectar con este mundo inteligente subterráneo que aflora en muchas narraciones de los indios del Norte, del Centro y del Sur de este vasto continente, recogidas desde la época de la conquista hasta nuestros días. Para darle algún orden a la exposición de estos lugares —y dado que la datación cronológica de los supuestos túneles se pierde en la indefinición— voy a recorrer en las páginas que siguen América comenzando por el Norte para terminar, en trayecto descendente sobre el mapa, en el Norte de Chile.

Quede dicho, antes de descender, que hay más de un investigador que afirma que el polo Norte alberga tierras cálidas y la entrada hacia un mundo interior.
EL MONTE SHASTA

Los indios hopi afirman que sus antepasados proceden de unas tierras hundidas en un pasado remoto en lo que hoy es el océano Pacífico. Y que quienes les ayudaron en su éxodo hacia el continente Americano fueron unos seres de apariencia humana que dominaban la técnica del vuelo y la de la construcción de túneles e instalaciones subterráneas. Los hopi estan asentados hoy en día en el estado de Arizona, cerca de la costa del Pacífico. Entre ellos y la costa, se halla el estado de California. Y en el extremo norte de este estado existe un volcán nevado, blanco, llamado Shasta. Las leyendas indias del lugar explican que en su interior se halla una inmensa ciudad que sirve de refugio a una raza de hombres blancos, dotados de poderes superiores, supervivientes de una antiquísima cultura desaparecida en lo que hoy es el océano Pacífico. El único supuesto testigo que accedió a la ciudad, el médico Dr. Doreal, afirmó en 1931 que la forma de construcción de sus edificios le recordó las construcciones mayas o aztecas.

El nombre Shasta no procede del inglés, ni de ninguno de los idiomas ni dialectos indios. En cambio, es un vocablo sánscrito, que significa «sabio», «venerable» y «juez». Sin tener noción del sánscrito, las tradiciones indias hablan de sus inquilinos como de seres venerables que moran en el interior de la montaña blanca por ser ésta una puerta de acceso a un mundo interior de antigüedad milenaria.

Notificaciones más recientes de los habitantes de la cercana colonia de leñadores de Weed refieren apariciones esporádicas de seres vestidos con túnicas blancas que entran y salen de la montaña, para volver a desaparecer al tiempo que se aprecia un fogonazo azulado.

Narraciones recogidas de los indios sioux y apaches confirman la convicción de los hopi y de los indígenas de la región del monte Shasta, de que en el subsuelo del continente americano mora una raza de seres de tez blanca, superviviente de una tierra hundida en el océano. Pero también mucho más al norte, en Alaska y en zonas más norteñas aún, esquimales e indios hablan una y otra vez de la raza de hombres blancos que habita en el subsuelo de sus territorios.
UNA CIUDAD BAJO LA PIRAMIDE

Descendiendo hacia el Sur, recogí en la primavera de 1977 en México la creencia de que bajo la pirámide del Sol en Teotihuacán (la «ciudad de los dioses»), se esconde por el lado opuesto de la corteza terrestre —o sea en el interior del subsuelo— una ciudad en la cual se afirma que se halla el dios blanco.
400 EDIFICIOS VIRGENES

Si de aquí nos traladamos a la península del Yucatán, hallaremos en su extremo norte, oculta en la espesura de la selva, una ciudad descubierta en 1941 que se extiende sobre un área de 48 km2, y que guarda en el silencio del olvido más de 400 edificios que en alguna época remota conocieron esplendor. Fue hallada por un grupo de muchachos que, jugando en las inmediaciones de una laguna en la que solían bañarse, se toparon con un muro de piedras trabajadas, oculto por la vegetación. No teniendo los mexicanos recursos suficientes para acometer la exploración del lugar, requirieron ayuda norteamericana, acudiendo dos arqueólogos especializados en cultura maya, adscritos al Middle American Research Institute de la Universidad de New Orleans. También ellos determinaron que el proyecto de limpieza y estudio de la enorme ciudad sobrepasaba sus posibilidades, por lo que habría que crear una asociación con otras entidades. La guerra logró que el proyecto fuera momentáneamente archivado. Hasta que, en 1956, la Univerisdad de New Orleans, asociada esta vez con la National Geographic Society y con el Instituto Nacional de Antropología de México reemprendió las investigaciones. Andrews, el arqueólogo que dirigía la expedición, se dedicó —mientras el equipo de trabajadores comenzaba la desobstrucción de las edificaciones— a recoger informaciones entre los indios de la región. Un chamán le hizo saber que la ciudad se llamaba Dzibilchaltún, palabra que era desconocida en el idioma maya local, y que la laguna era llamada Xlacah, cuya traducción sería «ciudad vieja».
LA CIUDAD ENGULLIDA

Queriendo averiguar el motivo de este nombre, le fue narrada al arqueólogo norteamericano una leyenda transmitida por los indios de generación en generación, y que afirmaba que, en el fondo de la laguna, existía una parte de la ciudad que se alzaba arriba, en la jungla. De acuerdo con la narración del viejo chamán, muchos siglos antes había en la ciudad de Dzibilchaltún un gran palacio, residencia del cacique. Cierta tarde llegó al lugar un anciano desconocido que le solicitó hospedaje al gobernante. Si bien demostraba una evidente mala voluntad, ordenó sin embargo a sus esclavos que preparasen un aposento para el viajero. Mientras tanto, el anciano abrió su bolsa de viaje y de ella extrajo una enorme piedra preciosa de color verde, que entregó al soberano como prueba de gratitud por el hospedaje. Sorprendido con el inesperado presente, el cacique interrogó al huésped acerca del lugar del que procedía la piedra. Como el anciano rehusaba responder, su anfitrión le preguntó si llevaba en la bolsa otras piedras preciosas. Y dado que el interrogado continuó manteniéndose en silencio, el soberano montó en cólera y ordenó a sus servidores que ejecutasen inmediatamente al extranjero. Después del crimen, que violaba las normas sagradas del hospedaje, el propio cacique revisó la bolsa de su víctima, suponiendo que encontraría en ella más objetos valiosos. Mas, para su desespero, solamente halló unas ropas viejas y una piedra negra sin mayor atractivo. Lleno de rabia, el soberano arrojó la piedra fuera del palacio. En cuanto cayó a tierra, se originó una formidable explosión, e inmediatamente la tierra se abrió engullendo el edificio, que desapareció bajo las aguas del pozo, surgido éste en el punto exacto en el que cayó a tierra la piedra. El cacique, sus servidores y su familia fueron a parar al fondo de la laguna, y nunca más fueron vistos. Hasta aquí la leyenda.

Pero continuemos con estas ruinas del Yucatán septentrional. La expedición acabó por desobstruir una pirámide que albergaba ídolos diferentes de las representaciones habituales de las divinidades mayas. Otro edificio cercano se revelaría como mucho más importante. Se trataba de una construcción que difería totalmente de los estilos tradicionales mayas, ofreciendo características arquitectónicas jamás vistas en ninguna de las ciudades mayas conocidas. En el interior del templo —adornado todo él con representaciones de animales marinos— Andrews descubrió un santuario secreto, tapiado con una pared, en el que se encontraba un altar con siete ídolos que representaban a seres deformes, híbridos entre peces y hombres. Seres similares por lo tanto a aquellos que en tiempos remotos revelaron inconcebibles conocimientos astronómicos a los dogones, en el Africa central, y a aquellos otros que nos refieren las tradiciones asirias cuando hablan de su divinidad Oannes.

En 1961, Andrews regresó a Dzibilchaltún, acompañado en esta ocasión de dos experimentados submarinistas, que debían completar con un mejor equipamiento la tentativa de inmersión efectuada en 1956 por David Conkle y W. Robbinet, que alcanzaron una profundidad de 45 metros, a la cual desistieron en su empeño debido a la total falta de luz reinante. En esta segunda tentativa, lops submarinistas fueron el experimentado arqueólogo Marden, famoso por haber hallado en 1956 los restos de la H.M.S Bounty, la nave del gran motín, y B. Littlehales. Después de los primeros sondeos, vieron claro que la laguna se desarrollaba en una forma parecida a una bota, prosiguiendo bajo tierra hasta un punto que a los arqueólogos submarinistas les fue imposible determinar. Al llegar al fondo de la vertical, advirtieron que existía allí un declive bastante pronunciado, que se encaminaba hacia el tramo subterráneo del pozo. Y allí se encontraron con varios restos de columnas labradas y con restos de otras construcciones. Con lo cual parecía confirmarse que la leyenda del palacio sumergido se fundamentaba en un suceso real.

Este enclave del Yucatán presenta certeras similitudes con las ruinas de Nan Matol, la ciudad muerta del océano Pacífico deel que afirman proceder los indios americanos. También allí se conserva una enigmática ciudad abandonada y devorada por la jungla, a cuyos pies, en las profundidades del mar, los submarinistas descubrieron igualmente columnas y construcciones engullidas por el agua.
EL EMPERADOR DEL UNIVERSO

Nos vamos a la otra costa de México, ligeramente más al Sur. En Jalisco, y a unos 120 km tierra adentro del cabo Corrientes, cuentan los indígenas que se oculta un templo subterráneo en el que antaño fue venerado el 'emperador del universo'. Y que, cuando finalice el actual ciclo evolutivo, volverá a gobernar la Tierra con esplendor el antiguo pueblo desplazado. Tal afirmación guarda relación con el legado que encierran los pasadizos de Tayu Wari, en la selva del Ecuador.
LAS LAMINAS DE ORO DE LOS LACANDONES

De aquí hacia el Sur, al estado mexicano de Chiapas, junto a la frontera con Guatemala. Allí moran unos indios diferentes, de tez blanca, por cuyos secretos subterráneos ya se había interesado en marzo de 1942 el mismo presidente Roosevelt. Pues cuentan los lacandones que saben de sus antepasados que en la extensa red de subterráneos que surcan su territorio, se hallan en algún lugar secreto unas láminas de oro, sobre las que alguien dejó escrita la historia de los pueblos antiguos del mundo, amén de describior con precisión lo que sería la Segunda Guerra Mundial, que implicaría a todas las naciones más poderosas de la Tierra. Este relato llega a oídos de Roosevelt a los pocos meses de sufrir los Estados Unidos el ataque japonés a Pearl Harbor. Semejantes planchas de oro guardan estrecha relación, igualmente, con las que luego veremos se esconden en los citados túneles de Tayu Wari, en el Oriente ecuatoriano.
50 KM DE TÚNEL

Prosigamos hacia el Sur. El paso siguiente que se da desde Chiapas pisa tierra guatemalteca. En el año 1689 el misionero Francisco Antonio Fuentes y Guzmán no tuvo inconveniente en dejar descrita la «maravillosa estructura de los túneles del pueblo de Puchuta», que recorre el interior de la tierra hasta el pueblo de Tecpan, en Guatemala, situado a unos 50 km del inicio de la estructura subterránea.
A MÉXICO EN UNA HORA

A finales de los 40 del siglo pasado apareció un libro titulado Incidentes de un viaje a América Central, Chiapas y el Yucatán, escrito por el abogado norteamericano John Lloyd Stephens, que en misión diplomática visitó Guatemala en compañía de su amigo el artista Frederick Catherwood. Allí, en Santa Cruz del Quiché, un anciano sacerdote español le narró su visita, años atrás, a una zona situada al otro lado de la sierra y a cuatro días de camino en dirección a la frontera mexicana, que estaba habitada por una tribu de indios que permanecían aún en el estado original en que se hallaban antes de la conquista. En conferencia de prensa celebrada en New York tiempo después de la publicación del libro, añadió que, recabando más información por la zona, averiguó que dichos indios habían podido sobrevivir en su estado original gracias a que —siempre que aparecían tropas extrañas— se escondían bajo tierra, en un mundo subterráneo dotado de luz, cuyo secreto les fue legado en tiempos antiguos por los dioses que habitan bajo tierra. Y aportó su propio testimonio de haber comenzado a desandar un túnel debajo de uno de los edificios de Santa Cruz del Quiché, por el que en opinión de los indios antiguamente se llegaba en una hora a México.
EL TEMPLO DE LA LUNA

En octubre de 1985 tuve ocasión de acceder junto con Juan José Benítez, con los hermanos Vilchez y con mi buena amiga Gretchen Andersen —que, dicho sea de paso, nació al pie del monte Shasta en el que inicié este artículo— a un túnel excavado en el subsuelo de una finca situada en los montes de Costa Rica. Nos internamos en una gran cavidad que daba paso a un túnel artificial que descendía casi en vertical hacia las profundidades de aquel terreno. Los lugareños —que estaban desde hace años limpiando aquel túnel de la tierra y las piedras que lo taponaban— nos narraron su historia, afirmando que al final del mismo se halla el «templo de la Luna», un edificio sagrado, uno de los varios edificios expresamente construídos bajo tierra hace milenios por una raza desconocida, que de acuerdo con sus registros había construído una ciudad subterránea de más de 500 edificios.
LA BIBLIOTECA SECRETA

Y ya bastante más al Sur, me interné en 1986 en solitario en la intrincada selva que, en el Oriente amazónico ecuatoriano, me llevaría hasta la boca del sistema de túneles conocidos por Los Tayos —Tayu Wari en el idioma de los jívaros que los custodian—, en los que el etnólogo, buscador, aventurero y minero húngaro Janos Moricz había hallado años atrás, y después de buscarla por todo el subcontinente sudamericano, una auténtica biblioteca de planchas de metal. En ellas, estaba grabada con signos y escritura ideográfica la relación cronológica de la historia de la Humanidad, el origen del hombre sobre la Tierra y los conocimientos científicos de una civilización extinguida.
LAS CIUDADES SUBTERRÁNEAS DE LOS DIOSES

Por los testimonios recogidos, a partir de allí partían dos sendas subterráneas principales: una se dirigía al Este hacia la cuenca amazónica en territorio brasileño, y la otra se dirigía hacia el Sur, para discurrir por el subsuelo peruano hasta el Cuzco, el lago Titicaca en la frontera con Bolivia, y finalmente alcanzar la zona lindante a Arica, en el extremo norte de Chile.

De acuerdo por otra parte con las informaciones minuciosamente recogidas en Brasil por el periodista alemán Karl Brugger, con cuyo asesinato en la década de los 80 desaparecieron los documentos de su investigación, se hallarían en la cuenca alta del Amazonas diversas ciudades ocultas en la espesura, construídas por seres procedentes del espacio exterior en épocas remotas, y que conectarían con un sistema de trece ciudades ocultas en el interior de la cordillera de los Andes.
LOS REFUGIOS DE LOS INCAS

Enlazando con estos conocimientos, sabemos desde la época de la conquista que los nativos ocultaron sus enormes riquezas bajo el subsuelo, para evitar el saqueo de las tropas españolas. Todo parece indicar que utilizaron para ello los sistemas de subterráneos ya existentes desde muchísimo antes, construídos por una raza muy anterior a la inca, y a los que algunos de ellos tenían acceso gracias al legado de sus antepasados. Posiblemente, el desierto de Atacama en Chile sea el final del trayecto, en el extremo Sur.

Estamos hablando pues, al final del trayecto, de la zona que las tradiciones de los indios hopi citados al inicio de esta artículo —allá arriba en la Arizona norteamericana—, señalan como punto de arribada de sus antepasados cuando —ayudados por unos seres que dominaban tanto el secreto del vuelo como el de la construcción de túneles y de instalaciones subterráneas—, se vieron obligados a abandonar precipitadamente las tierras que ocupaban en lo que hoy es el océano Pacífico.

Pero la localización de las señales concretas —que existen—, el desciframiento adecuado de sus claves correctoras —que las hay—, así como la decisión de dar el paso comprometido al interior, es —como siempre sucede en todo buscador sincero— una labor tan comprometida como intransferible.