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Traje
martes, 20 de enero de 2009
Viaje a través del tiempo
El viaje a través del tiempo es un concepto de desplazamiento hacia delante o atrás en diferentes puntos del tiempo, así como lo hacemos en el espacio. Adicionalmente, algunas interpretaciones de viaje en el tiempo sugieren la posibilidad de viajes entre realidades o universos paralelos.
Este artículo analiza la posibilidad teórica y técnica de viajes en el tiempo, y la posibilidad de que existan paradojas asociadas a dicho viaje a través del tiempo (por ejemplo evitar el nacimiento de nuestros propios antepasados).
Movimientos en el tiempo y en el espacio
De acuerdo con la descripción convencional de la teoría de la relatividad las partículas materiales al moverse a través del espacio-tiempo se mueven hacia delante en el tiempo (hacia el futuro) y hacia un lado u otro del espacio. El hecho de que la energía total y la masa sean positivas está relacionado con el hecho de que las partículas se muevan hacia el futuro.
Un aspecto demostrado y comprobado de la teoría de la relatividad es que viajar a velocidades cercanas a la velocidad de la luz ocasiona una dilatación del tiempo, por la cual el tiempo de un individuo que viaja a esa velocidad corre más lentamente. Desde la perspectiva del viajero, el tiempo "externo" parece fluir más rápidamente, causando que el viajero llegue a un lugar más adelante en el futuro. Sin embargo, este fenómeno en sí mismo, no es lo que suele denominarse de viaje a través del tiempo.
El concepto de viaje en el tiempo ha sido frecuentemente utilizado para examinar las consecuencias de teorías físicas como la relatividad especial, la relatividad general y la teoría cuántica de campos, aunque no existe evidencia experimental del viaje en el tiempo y existen razones teóricas importantes para considerar posible la existencia de cierto tipo de viaje a través del tiempo. En cualquier caso, las teorías actuales de la física no permiten cualquier clase de viaje en el tiempo.
La posibilidad de los viajes en el tiempo
La teoría especial de la relatividad de Albert Einstein (y por extensión la teoría general) permite explícitamente un tipo de dilatación temporal que ordinariamente se podría denominar “viaje en el tiempo”. La teoría sostiene que relativamente a un observador estacionario, el tiempo parece fluir más lentamente para los cuerpos que se desplazan rápidamente: por ejemplo, un reloj que se desplaza parecerá correr más lento; al incrementar su velocidad y acercarse a la velocidad de la luz parecerá haberse detenido completamente. Sin embargo, este efecto sólo permite el “viaje en el tiempo” hacia adelante en el futuro, nunca hacia atrás. Este tipo de viaje no es típico de la ciencia ficción, y no se tiene ninguna duda acerca de su existencia; sin embargo, de aquí en adelante “viaje en el tiempo”, propiamente dicho, se referirá al recorrido con algún grado de libertad hacia el pasado o el futuro.
Muchos científicos consideran que el viaje a través del tiempo propiamente dicho es imposible. Esta opinión se ve reforzada por un argumento basado en la navaja de Occam (Occam’s razor). Cualquier teoría que permita el viaje en el tiempo requiere que algunas situaciones relacionadas con la causalidad (o, en su caso, retrocausalidad) sean resueltas. ¿Qué pasaría si alguien trata de viajar en el tiempo y mata a su propio abuelo? (Ver la “paradoja del abuelo”).
Además, en la ausencia de cualquier evidencia experimental de la posibilidad del viaje en el tiempo, es teóricamente más simple suponer que no puede ocurrir. De hecho, el físico Stephen Hawking ha sugerido que la ausencia de turistas del futuro constituye un fuerte argumento en contra de la existencia del viaje en el tiempo (véase Conjetura de protección de la cronología). Eso sería una variante de la paradoja de Fermi (“si no hay visitantes extraterrestres es porque los extraterrestres no existen”), donde se hablaría de “viajeros del tiempo” en lugar de “visitantes extraterrestres”. Dadas estas circunstancias, otros sugieren —a los que sostienen la posición de Stephen Hawking— que en el caso de que en un futuro el ser humano pudiese viajar al pasado, éste no podría regresar a un espacio temporal anterior al momento de la puesta a punto de dicha máquina del tiempo.
También se ha sugerido que al viajar al pasado estaríamos “creando” un universo paralelo y no viajaríamos a un pasado determinado sino a una copia de éste pero con una diferencia: un turista espacial. Tendríamos así dos espacios temporales simultáneos: uno donde aparece un turista del tiempo y otro donde no aparece. Ésta sería una hipótesis para discutirnos la paradoja de “Si mañana planeo un viaje a hoy para decirme ‘hola’, ¿por qué hoy no tengo un doble al lado mío diciéndome ‘hola’?” Sin embargo, asumiendo que el viaje temporal no es posible, también resulta interesante para los físicos la pregunta de por qué y qué leyes físicas lo impiden.
La posibilidad de las paradojas temporales
El principio de autoconsistencia de Novikov y cálculos recientes de Kip S. Thorne indican que simples masas pasando en el tiempo a través de agujeros de gusano no podrían generar paradojas, ya que no existen condiciones iniciales que induzcan una paradoja una vez que es introducido el viaje en el tiempo. Si sus resultados pueden ser generalizados sugerirían, curiosamente, que ninguna de las paradojas formuladas en las historias de viaje temporal puedan ser realmente formuladas en un nivel físico: es decir, que cualquier situación que se provoque en una historia de viaje temporal puede permitir muchas soluciones coherentes. Las circunstancias podrían sin embargo, tornarse casi increíblemente extrañas.
Los universos paralelos son una posibilidad teórica que evitaría la mayor parte de las paradojas relacionadas con viajes a través del tiempo. La interpretación de mundos múltiples de Everett sugiere que todos los eventos cuánticos posibles pueden ocurrir simultáneamente en historias exclusivas. Estas historias alternas o paralelas, formarían un árbol ramificado que simbolizaría todos los posibles resultados de cualquier interacción.
Debido a que todas las posibilidades existen, cualquier paradoja puede ser explicada al ocurrir los eventos paradójicos en un universo diferente. Este concepto es frecuentemente utilizado en la ciencia ficción. Sin embargo, en la actualidad, los físicos creen que dicha interacción o interferencia entre estas historias alternativas no es posible (véase la conjetura de protección cronológica de Stephen Hawking).
Paradoja de la inexistencia de viajeros del tiempo
Si tomamos en cuenta que cada vez sabemos más de física cuántica y que la tecnología progresa a través del tiempo, se puede postular que deberíamos ser visitados por viajeros del tiempo, hecho no demostrado, y que puede ser considerado una paradoja. Para explicar esto, se ha postulado que esto puede indicar que la humanidad se extinguirá antes de descubrir la tecnología de viajar en el tiempo, lo que también se aplicaría a presuntos mundos en universos paralelos, porque ellos tampoco habrían desarrollado la tecnología para viajar entre universos.
Otras explicaciones menos convencionales y con características pseudocientíficas, son que también podríamos postular que ya existen viajes en el tiempo debido a la creencia en presuntos viajeros (llamados, tal vez erróneamente, extraterrestres), que podrían existir o que van a existir. Igualmente, hay vestigios de civilizaciones con una presunta tecnología muy similar a la nuestra, como por ejemplo el Mecanismo de Antiquitera que data de entre los años 82 y 65 antes de Cristo; con lo que podríamos postular que se basan en tecnología de su futuro.
Los equivalentes de viaje temporal y viaje a la velocidad de la luz [editar]
Podemos señalar que si alguien es capaz de mover información de un punto a otro más rápido que la velocidad de la luz, de acuerdo a la relatividad especial, eso equivale a que un observador percibe una transferencia de información hacia el pasado. Por otro lado no se han propuesto mecanismos físicos que sugieran que esa posibilidad es técnicamente viable de acuerdo con la relatividad especial.
La teoría general de la relatividad por su parte ofrece algunas posibilidades teóricas adicionales. Esta teoría formulada por Einstein generaliza la teoría especial de la relatividad que hemos considerado hasta ahora. Esta teoría además de su mayor generalidad es capaz de describir adecuadamente la gravedad desde un punto de vista relativista. La interpretación de la gravedad que hace esta teoría es que la materia “curva” el espacio y el tiempo que se encuentra a su alrededor. Estas propiedades de la curvatura abren nuevas posibilidades para el viaje a través del tiempo:
Teóricamente existen soluciones de las ecuaciones que incluyen líneas
temporales se curven alrededor de un círculo y se reconecten con su propio pasado. La primera y más famosa de estas soluciones, conocida como universo de Gödel, fue hallada por Kurt Gödel, aunque dicha solución atribuye al universo ciertas características físicas que no parecen corresponderse con las de nuestro universo. La teoría de la relatividad general en sí misma no prohíbe la curva temporal cerrada o curva cerrada de tipo tiempo (traducción literal del inglés closed timelike curve), que puede llegar a aparecer en las soluciones de las ecuaciones. Sin embargo, la mayoría de los físicos cree que es necesario explicar correctamente las condiciones si se pretende una descripción completa y realista, es decir, las condiciones adicionales, las cuales, de no cumplirse, eliminarían la posibilidad de las curvas temporales cerradas debido a sus implicaciones paradójicas, por ejemplo aquellas que se relacionan con la hipotética retrocausalidad (la posibilidad que tendría el viajero al pasado de influir en el mismo, con los consiguientes resultados en el presente, según vemos contempla la paradoja del abuelo).
Existe además la posibilidad de que diferentes regiones del espacio inicialmente separadas entren en contacto mediante la formación de un "puente" o "agujero de gusano". En general estas requerirían pasar por estados topológicamente no equivalentes que involucren "rasgado" del espacio-tiempo, posibilidad recientemente considerada en la teoría de cuerdas y explicado divulgativamente por Brian Greene en El universo elegante.
Viajes hacia el futuro
Viajar al futuro no tiene, en realidad, nada de particular. El tiempo fluye siempre en la misma dirección y sólo tenemos que sentarnos a esperar a que el futuro llegue hasta nosotros. Sin embargo, ese viaje puede ser un poco largo para una vida humana. Si queremos conocer lo que sucederá mañana, sólo tenemos que tener un poco de paciencia, pero la cuestión se complica si queremos ver a nuestros tataranietos y parece fuera de toda posibilidad contemplar nuestra civilización dentro de mil años. El efecto relativista de la dilatación del tiempo nos ofrece, al menos teóricamente, la posibilidad de viajar al futuro evitando envejecer.
En la paradoja de los gemelos, los dos hermanos se encontraban en el futuro pero habían recorrido caminos diferentes, y uno de ellos, el que se había acelerado hasta viajar a gran velocidad en una nave espacial, había reducido su envejecimiento. Aunque el tiempo propio medido por un observador en movimiento respecto a otro será menor y la magnitud del efecto viene dada por la velocidad (v) del observador en movimiento y la velocidad de la luz (c):
\Delta \bar{t} = \gamma \ \Delta t = \frac{\Delta t_0}{\sqrt{1-v^2/c^2}} \,
Sin embargo, desde el punto de vista del propio observador en movimiento, él mismo está en reposo y él no percibe que esté envejeciendo más lentamente. De hecho, para este observador en movimiento sería el observador en reposo quien estaría envejeciendo más rápidamente. Sólo en situaciones en que aparecen sistemas de referencia no inerciales en que los dos observadores se encuentren puede darse una situación en que ambos observadores coincidan en que uno de ellos dos ha envejecido más lentamente.
Si consideramos un observador que se aleja en una nave con una velocidad que sea un 90% de la de la luz, el tiempo transcurrido en la Tierra, ignorando el efecto de Dilatación gravitacional del tiempo para simplificar, sería unas 2,30 veces más lento según un observador en la Tierra. Es decir, que incluso yendo a esta altísima velocidad sólo ganaríamos un modesto factor dos en nuestro viaje al futuro. Para hacer viajes interesantes al futuro necesitamos que el cohete vaya a velocidades realmente considerables.
Para viajar a futuros más lejanos ‘sólo’ sería necesario hacer que la velocidad fuera aún más cercana a la de la luz. Nuestra nave viajando a gran velocidad en un camino con origen y regreso a la Tierra es una máquina del tiempo para viajar al futuro que, en la medida en que seamos capaces de incrementar su velocidad, nos puede llevar sin envejecer a cualquier tiempo posterior al nuestro.
Es evidente que la construcción de esta nave, de esta máquina del tiempo, está fuera de las posibilidades técnicas de nuestra civilización. Sin embargo, hay ejemplos que demuestran que la idea es correcta. En la Tierra recibimos partículas que vienen del centro de nuestra galaxia a distancias que la luz tarda miles de años en recorrer. Es decir, fueron producidas hace miles de años terrestres. Sin embargo, estas partículas no pueden resistir un viaje ni siquiera de un minuto ya que se desintegran en cuestión de segundos después de haber sido creadas. ¿Cómo explicar esta paradoja? Haciendo uso de la dilatación temporal: las partículas han sido aceleradas a velocidades tan cercanas a la de la luz, que sólo habían envejecido segundos mientras que en la Tierra transcurrían miles de años.
Nuestra máquina del tiempo es unidireccional, sólo nos permite viajar al futuro. Esto, sin duda, limita mucho el encanto del viaje. No sería posible, por ejemplo, viajar al futuro para echar un vistazo a los resultados de un juego de azar y volver atrás... La posibilidad de viajar al pasado, que es la que hace realmente interesante a una máquina del tiempo, es muy dudosa y puede afectar a principios muy generales. Sin perder de vista estas restricciones, en otro apartado discutiremos cómo podríamos transformar nuestra máquina del tiempo unidireccional basada en la paradoja de los gemelos en una máquina del tiempo de dos direcciones usando un ‘agujero de gusano’.
Utilización de los agujeros de gusano
Una máquina de viaje temporal propuesta que utilice un agujero de gusano funcionaría (hipotéticamente) de la siguiente manera: se crea de alguna manera un agujero de gusano. Un extremo del túnel es acelerado a una velocidad cercana a la de la luz, quizás con una nave espacial avanzada, y entonces se regresa de vuelta al punto de origen. Debido a la dilatación temporal (debida a la velocidad), el extremo acelerado del túnel ha envejecido menos que el extremo estacionario (desde el punto de vista de un observador externo).
Sin embargo, el tiempo se ve diferente a través del túnel que fuera de él: dos relojes sincronizados puestos en cada extremo del túnel se mantendrán siempre sincronizados (desde el punto de vista de un observador dentro del túnel), sin importar la diferencia de velocidad.
Esto significa que un observador que entrara al extremo acelerado, saldría por el extremo estacionario cuando el extremo estacionario tenía la misma edad que el extremo acelerado en el momento antes de entrar. Por ejemplo, si antes de entrar al agujero de gusano el observador notó que el reloj en el extremo acelerado mostraba 2006 mientras que el reloj en el extremo estacionario ya decía 2007, entonces el observador podría salir por el extremo estacionario cuando el reloj estacionario todavía decía 2006.
Una limitación significativa de tal máquina es que sólo es posible viajar hacia el pasado en el punto inicial cuando fue creada la máquina; en esencia, se considera más como un pasaje a través del tiempo que un dispositivo que se mueve a través del tiempo: no permite que la propia tecnología en sí misma viaje a través del tiempo.
Esto puede permitir una explicación alternativa a la paradoja de Hawking: algún día se podrá construir una de estas máquinas al pasado, pero todavía no han sido construidas, por lo que los turistas temporales nunca podrán llegar a nuestro presente.
Crear un agujero de gusano de un tamaño apropiado para una nave macroscópica, mantenerlo estable y mover uno de sus extremos con la nave requeriría un nivel significativo de energía en un orden mucho mayor que la cantidad de energía que un sol como el nuestro puede generar en todo su periodo de vida. La creación de un agujero de gusano también requeriría la existencia de una sustancia llamada “materia exótica”, que —aun cuando no es imposible— no se sabe si existe en formas útiles para la generación de un agujero de gusano. (Ver por ejemplo el efecto Casimir).
Por lo tanto es inverosímil que tal dispositivo sea construido, incluso con tecnología altamente avanzada. Por otra parte, agujeros de gusano microscópicos aún pueden ser útiles para enviar información de regreso al pasado a través del tiempo.
En 1993, Matt Visser argumentó que los dos extremos de un túnel de gusano con tal diferencia temporal inducida no podrían ser reunidas sin generar un campo cuántico y unos efectos gravitacionales que provocarían que el túnel colapsara o que los dos extremos se repelieran. [1]
Debido a esto, los dos extremos no podrían acercarse lo suficiente porque tendría lugar una violación de la causalidad. Sin embargo, en un paper de 1997, Visser conjeturó que la compleja configuración de un “anillo Roman” (así nombrado en honor a Tom Roman) de un número N de agujeros de gusano alineados en un polígono simétrico podría actuar como una máquina del tiempo, aunque concluye que esto no sería tanto un defecto en la teoría clásica de la gravedad cuántica, sino más bien la prueba de que es posible violar la causalidad. [2]
Utilización de cilindros rotatorios gigantescos
Otra teoría, desarrollada por el físico Frank J. Tipler, implica un cilindro rotatorio. Si un cilindro es lo suficientemente largo y denso, y gira lo suficientemente rápido en relación a su eje longitudinal, entonces una nave que volara alrededor del cilindro en una trayectoria espiral podría viajar atrás en el tiempo (o hacia adelante, dependiendo del sentido del movimiento de la nave). Sin embargo, la longitud, la densidad y la velocidad requerida son tan grandes que la materia ordinaria no es suficientemente fuerte para construirla.
Utilización de una cuerda cósmica
Se puede construir un dispositivo similar a partir de una cuerda cósmica, que es un tipo de materia exótica especial, cuya existencia es postulada hipotéticamente en diversas teorías físicas especulativas. Las energías involucradas para interactuar con ellas serían probablemente prohibitivamente altas y seguramente constituirían una posibilidad tecnológicamente inviable.
El dispositivo mediante cuerdas cósmicas propuesto por Richard Gott se basa en la solución de las ecuaciones de la relatividad general para ese tipo de materia exóticas. De acuerdo con el esquema de Gott serían necesarias dos cuerdas cósmicas moviéndose en direcciones opuestas. Al seguir una trayectoria cerrada que rodee las cuerdas se logra el viaje en el tiempo. Una característica notable de esta solución es que el viaje en el tiempo es sólo posible para los observadores dentro de una cierta región del espacio-tiempo. Una vez las cuerdas se han alejado lo suficiente el mecanismo ya no puede ser usado para realizar un viaje en el tiempo.
Utilización de un núcleo atómico pesado
El físico y escritor de ciencia ficción, Robert L. Forward sugirió que una aplicación ingenua de la relatividad general a la mecánica cuántica permitiría construir una máquina del tiempo. Un núcleo atómico pesado situado dentro de un fuerte campo magnético podría alargarse hasta formar un cilindro, cuya densidad y rotación serían suficientes para viajar en el tiempo. Los rayos gamma proyectados podrían permitir enviar información (aunque no materia) de regreso al pasado. Sin embargo, él precisó que hasta que no tengamos una sola teoría que combine la relatividad y la mecánica cuántica, no tendremos idea si tales especulaciones son absurdas.
Utilización del envolvimiento cuántico
Los fenómenos de la mecánica cuántica tales como el teletransporte cuántico, la paradoja EPR (nombrada por las iniciales de Albert Einstein, B. Podolsky y Nathan Rosen), o envolvimiento cuántico puede parecer que genera un mecanismo que permite la comunicación FTL (faster than light: más rápida que la luz) o viaje temporal. De hecho algunas interpretaciones de la mecánica cuántica (tales como la interpretación de Bohm) presumen que las partículas intercambian información de manera instantánea para poder mantener la correlación entre ellas. Einstein se refería a este efecto como la “espeluznante [spooky] acción a distancia”.
Curiosamente, las reglas de la mecánica cuántica parecen impedir la transmisión de información útil por estos medios, y por lo tanto parece que no “permitiera” el viaje en el tiempo o la comunicación FTL. Este hecho es exagerado y mal interpretado por cierto tipo de libros y revistas de pretendida divulgación científica acerca de los experimentos de teleportación. En la actualidad, la manera en que trabaja la mecánica cuántica para mantener la causalidad es un área muy activa de investigación científica.
Utilización de líneas temporales cerradas
Algunas soluciones exactas de las ecuaciones de Einstein describen espacios-tiempo que contienen líneas temporales cerradas lo cual permite en teoría que ciertos observadores al viajar sobre ellas hacia el "futuro" después de un cierto tiempo cíclico vuelvan al mismo punto del que partieron. De hecho en esas soluciones no existe una manera consistente de distinguir entre pasado y futuro, porque no son orientables temporalmente.
Una de estas soluciones es el universo de Gödel, que describe un tipo de universo que no se parece al nuestro. De hecho algunos físicos dudan que el universo de Gödel y otras soluciones que contienen curvas temporales cerradas sean descripciones físicamente adecuadas de algún tipo de universo, aun cuando satisfacen las ecuaciones de campo de Einstein. Nótese que este método de viaje en el tiempo sólo es posible en universos que tengan de por sí cierta estructura, pero en general no sería posible modificar esas condiciones para viajar a cualquier punto del pasado ni modificar las trayectorias posibles que llevan a algunos puntos del "pasado".
Otro teórico de estas estructuras especiales es el estadounidense John Richard Gott, quien postula un universo inflacionario que generaría brotes de nuevos universos; una de esas ramas podría curvarse hacia atrás en un bucle convirtiéndose en su propio origen
Utilización del viaje convencional a través del tiempo
Esta teoría implica ver pasar el tiempo como un observador, lo cual a nuestra velocidad normal sería suficiente como para viajar en el tiempo, pero este modo no se puede usar para retroceder, claro está.
Un ejemplo de este tipo de viaje es el satélite KEO que servirá como una cápsula del tiempo será enviado al espacio en una órbita que volverá a cruzarse con la Tierra en 50.000 años.
Tipos de viaje a través del tiempo en la ficción
Los viajes en el tiempo de la ciencia ficción y otros medios se pueden agrupar generalmente en dos tipos (ya que basados en la variedad de métodos serían extremadamente numerosos), que a su vez son subdivididos. Este tipo de clasificación no se relaciona con los métodos para viajar a través del tiempo, sino con las diferentes reglas de la línea de tiempo.
* 1. La línea de tiempo es rígida y no se puede cambiar.
o 1.1 No se tiene el completo control del viaje en el tiempo. Un ejemplo de esto es el efecto Morphail. Este concepto del tiempo se podría denominar causalidad circular. Un ejemplo de causalidad circular se encuentra en el cuento de ciencia ficción By His Bootstraps de R. Heinlein.
o 1.2 Se aplica el principio de autocoherencia de Novikov. Este principio enuncia que si alguien viajara a través del tiempo, no podría actuar de ninguna manera que generara una paradoja.
o 1.3 Cualquier evento que parece haber cambiado la línea de tiempo sólo ha creado una nueva línea de tiempo (en un universo paralelo). Otros sugieren que el viajero en el tiempo estaría libre de paradojas porque ha pasado a otro universo.
* 2. La línea de tiempo es flexible y está sujeta al cambio.
o 2.1 La línea de tiempo es extremadamente resistente al cambio y se requiere un gran esfuerzo para cambiarla.
o 2.2 La línea de tiempo se puede cambiar fácilmente.
Líneas de tiempo inmutables
El viaje en el tiempo en el caso 1 no permite paradojas, aunque en el 1.3, los eventos puedan parecer paradójicos.
En 1.1 el viaje en el tiempo está constreñido, para imposibilitar la generación de paradojas. Si alguien intenta regresar al pasado para crear una paradoja, tendrá un viaje temporal involuntario o fuera de control. Michael Moorcock utiliza esta manera como un principio y lo llama el Efecto Morphail. Por ejemplo, una persona viaja a Alemania en 1930 para matar a Hitler, aparece involuntariamente en Montana.
En 1.2, el principio de autoconsistencia de Novikov (así nombrado por el Dr. Igor Dmitriyevich Novikov, profesor de astrofísica en la Universidad de Copenhague) afirma que la existencia de un método de viaje en el tiempo mantiene los eventos para permanecer auto-coherente (o sea, sin paradojas). Esto provoca que falle cualquier intento de violar dicha coherencia, incluso si se requieren eventos extremadamente improbables.
Ejemplo n.º 1
Se tiene un aparato que puede mandar una sola porción de información de regreso a un preciso momento del tiempo. Se recibe una porción a las 22:00:00, y entonces no se recibe nada durante 30 s después; entonces si se manda información a las 22:00:00, todo funcionará. Sin embargo, si se intenta mandar información a las 22:00:15 (un tiempo en el que se supone no se recibió nada), el transmisor fallará misteriosamente, o algún perro creara una distracción durante 15 s, o quizás el transmisor sí envió la información pero este mismo no funcionó exactamente a las 22:00:15, etc.
Dos excelentes ejemplos de este tipo de universo se encuentran en Timemaster, una novela del Dr. Robert Forward, y en el filme de 1980 Somewhere In Time de Jeannot Szwarc, con Christopher Reeve (basada en la novela Bid Time Return de Richard Matheson).
Ejemplo n.º 2
En el caso de la película Somewhere In Time, el filme trata sobre eventos que ya pasaron o están a punto de ocurrirle al personaje principal Richard Collier (actuado por Christopher Reeve) y que éste no puede controlar.
Una anciana desconocida (pero que declara haberlo conocido en el pasado) le entrega un reloj a Collier. Más tarde Collier está fascinado por una fotografía de una joven actriz, tomada en 1912. Finalmente descubre que la joven en la fotografía es la misma anciana que le dio el reloj, y que él estuvo en el pasado para conocerla. Collier elige por propia voluntad en viajar 68 años atrás al pasado para cumplir con lo que ya está escrito por los libros de historia. Entonces la conoce y se enamora de ella.
Pero un día toma una moneda de su bolsillo que es de 68 años en el futuro (y rompe una regla de no llevar nada anacrónico hacia el pasado), entonces es llevado de regreso al presente, y por lo tanto todo lo que él realizó/realiza/realizará está escrito en la historia y Collier ya no puede hacer nada para cambiarla. Si hubiese permanecido en 1912, la historia se habría alterado, y todo lo que ocurrió en el principio de la película no hubiese ocurrido.
Otro ejemplo que puede caer concebiblemente en la opción 1.1 o 1.2 puede ser vista en las dos versiones (filme y novela) de Harry Potter y el Prisionero de Ázkaban. Harry y Hermione Granger viajan atrás en el tiempo para cambiar la historia. Al hacerlo se hace aparente que sólo realizan acciones que se vieron previamente en la historia. Sin embargo, en su momento, ninguno de los personajes estaban enterados de las causas de esas acciones.
Este es otro ejemplo de una paradoja predestinada. Sin embargo es discutible que la mecánica del viaje en el tiempo pueda realmente evitar las paradojas, en primer lugar, evitando que se realicen a priori cuando ocurre el viaje en el tiempo y en segundo lugar, permitiéndoles recordar la acción exacta, ejecutarla en el momento exacto y mantener así la historia coherente.
En un universo que permite el viaje en el tiempo retrógrado pero que no permite paradojas, cualquier momento presente es el pasado o el futuro de un observador, por lo tanto todos los eventos/historia se arreglan. La historia se puede pensar como un filme donde ya todo está previamente arreglado. Si desea ver un detallado estudio de esta manera de considerar la naturaleza del tiempo, vea “bloques del tiempo”.
En 1.3 (cualquier evento que parece haber cambiado la línea de tiempo sólo ha creado una nueva línea de tiempo), cualquier evento que parece haber sido causado por una paradoja ha creado en su lugar una nueva línea temporal. El pasado de la línea temporal original permanece sin cambios, con la información o el viajero del tiempo simplemente desvanecidos, sin que puedan regresar.
Una dificultad para esta explicación es que la observación de masa-energía sería violada por la línea temporal original y la línea temporal de destino. Una posible solución a esto es que la mecánica del viaje en el tiempo requiere un intercambio de masa-energía en un balance preciso entre pasado y futuro durante el momento del viaje, o que simplemente se expanda el alcance de la ley de conservación para abarcar todas las líneas temporales.
Algunos ejemplos de este tipo de viaje a través del tiempo pueden encontrarse en el libro The Man Who Folded Himself (‘el hombre que se autoplegó’) de David Gerrold, el filme Regreso al futuro (II) de Robert Zemeckis (1989), y el filme Star Trek: Generations (1994).
Ejemplo: en la segunda parte de Regreso al futuro, Marty McFly y el doctor Brown deciden viajar a 2015 para salvar al hijo futuro de Marty. Cuando están ahí Marty compra un almanaque de eventos deportivos con datos desde 1951 hasta ese presente, y decide usarlo para obtener ganancias. Doc Brown le prohíbe llevarse el libro con él, pero inadvertidamente lo deja cerca del malvado Biff Tannen, ahora anciano.
Durante esa noche, sin el conocimiento de Marty o del Doctor, Biff roba el auto DeLorean para cambiar la historia utilizando el almanaque.
Desde el punto de vista de la audiencia, Tannen regresa al año 2015 unos cuantos momentos después de haber robado el DeLorean y lo deja para que Marty y el Dr. Brown lo puedan usar para regresar a 1985. Sin embargo pronto descubren lo que Biff provocó: Biff viajó a cierto punto de 1955, donde se encontró consigo mismo más joven y se quedó con el almanaque.
Entonces regresaron al año 1985 Marty y el Dr. Brown llegaron del futuro a una línea de tiempo diferente, que empezó en el 1955 así creando un 1985 alternativo. En este nuevo 1985 a (a por 'alternativo'), Hill Valley se ha vuelto un lugar corrupto y las vidas de sus ciudadanos han sido arruinadas debido a Biff. Pero ahora Marty y el Dr. Brown ya no pueden tan sólo regresar a 2015 a para detener a Biff, porque ese sería el 2015 de esa línea de tiempo en particular (un 2015 a).
Aquí aparece un error del guión: una vez que el viejo Biff cambió el año 1955, él ya no podría haber regresado al 2015 n—en el que están Doc y Marty Senior joven—, sino que hubiera llegado al 2015 a, en el cual el Dr. Brown y Marty probablemente no habrían podido realizar el viaje a través del tiempo (ya que provendrían de un Hill Valley perverso, con pocas oportunidades). En pocas palabras, una vez que se viaja de regreso en el tiempo para cambiar la historia en ese momento en particular, cualquier cosa que ocurra será el futuro de esa línea de tiempo en particular que se ha alterado.
Curiosamente, entre las escenas eliminadas de la película que se pueden ver en la versión DVD de Regreso al futuro 2 se encuentra que el viejo Biff, al llegar nuevamente a 2015 n y bajarse de la máquina del tiempo, se ve como adolorido, y tras caminar unos pocos pasos cae en la calle y se desvanece. En los comentarios, el director explica que esta escena fue eliminada al principio para evitar confusiones que se pudiesen generar en los espectadores, pero de las conclusiones que se pueden sacar es que las cosas que Biff cambió en el pasado tuvieron consecuencias desastrosas para él, ya que al cambiar el pasado y casarse con la madre de Marty, el mató a Geoge Mcfly de un disparo en su nuevo pasado.
Instantáneo y gradual
En la literatura existen dos tipos de viaje en el tiempo como métodos:
1. En La máquina del tiempo, H. G. Wells explica que nos estamos moviendo a través del tiempo a una velocidad constante. Entonces, en palabras de Wells, el viaje a través del tiempo se basaría en detener o aumentar la aceleración de alguien a través de la dimensión temporal, de tal forma que podríamos ver los efectos del tiempo sobre el mundo, como una cinta de video acelerada, o incluso dar vuelta de regreso y viajar en el otro sentido.
Este tipo de viaje en el tiempo gradual se ajusta mejor en la física cuántica, pero no es muy popular en la ciencia ficción moderna. Quizás el ejemplo más viejo de este ejemplo está en Alicia a través del espejo (1871) de Lewis Carroll: la Reina Blanca está viviendo en reversa, aunque su memoria funciona en ambas direcciones. Su tipo de viaje temporal es incontrolable: ella se mueve a través del tiempo a una velocidad constante de -1 y no lo puede cambiar. Esto podría hacer a Lewis Carroll el primer inventor del viaje en el tiempo.
En la primera parte de la novela de Arthur - The Once and Future King, The Sword in the Stone (1938), de T. H. White, se utiliza la misma idea: el mago Merlín vive en reversa, porque nació en el “extremo equivocado del tiempo” y tiene que vivir de adelante hacia atrás. Algunas personas lo llaman “tener la segunda visión”.
2. El tipo más común de viaje en el tiempo de la ciencia ficción es el movimiento instantáneo de un punto a otro, como cambiar de lugar la púa en un disco de vinilo en movimiento. No existe siquiera una explicación científica para esto; pero su popularidad se debe probablemente al hecho de que es más espectacular y hace que el viaje en el tiempo se vea más fácil.
¿Viaje en el tiempo o viaje espacial en el tiempo?
El problema más clásico con el concepto de “naves que viajan a través del tiempo” en la ciencia ficción es que invariablemente se trata a la Tierra en el mismo marco de referencia que el espacio. La idea de que un viajero pueda entrar en una máquina en Poughkeepsie que lo manda a 1865 y salga de ella en el mismo punto en Poughkeepsie ignora el hecho de que un punto cualquiera sobre la Tierra constantemente se está moviendo alrededor del eje del planeta (a unos 400 m/s), y que la Tierra se mueve a través del espacio alrededor del Sol (a 29 km/s), y que el Sol a su vez se está moviendo a través de la galaxia, y que la galaxia se mueve también, alejándose de todas las demás (excepto de aquellas con las que está unida gravitacionalmente, como las del Grupo Local) como consecuencia del Big Bang, etc.
Así que dado que el espaciotiempo tiene cuatro dimensiones, y el “viaje a través del tiempo” se refiere sólo a “moverse” en una de estas dimensiones, un viajero no podría permanecer en el mismo lugar respecto a la superficie de la Tierra, debido a que la Tierra es una plataforma acelerada con una trayectoria altamente compleja.
Una nave que se moviera dos o tres segundos en el futuro se materializaría a unos 100 km en el espacio, o quizás dentro del planeta (dependiendo del punto donde se ubicaba la Tierra antes y después). Si se moviera un año antes", se terminaría en el espacio exterior, donde la órbita de la Tierra alrededor del Sol se ubicó un año antes... Así que, realmente: ¿lo que los cineastas hacen parecer tan fácil en los filmes es algo factible?
¿Pero cómo se puede desligar a la nave de la inercia? Si se intenta moverse adelante en el tiempo, ¿la nave será automáticamente impulsada por la inercia adquirida al estar en la Tierra? ¿O será desligada? Pero, ¿acaso esto no trae la idea de un marco absoluto de referencia?
Una vez más, incluso al moverse un milisegundo adelante o atrás en el tiempo, la nave tendría que aparecer más allá de cualquier cosa que los seres humanos puedan construir, sin mencionar que la aceleración y la desaceleración en el espacio-tiempo desafíe la integridad estructural no solamente de la nave sino también de los cuerpos de los pasajeros. Un teórico puede incluso utilizar esto para discutir (al estilo de las paradojas de Zenón), acerca de la imposibilidad de las máquinas del tiempo.
Por supuesto, una refutación posible a esta crítica, es el hecho de que los coches y los aeroplanos construidos por seres humanos se mueven alrededor de la superficie de la Tierra junto con ella, a pesar de que la superficie misma se mueve a una velocidad astronómica. Es razonable asumir que un viajero del tiempo experimenta la combinación de la inercia temporal espacial junto con la cual le hace moverse al mismo tiempo que la Tierra.
En 1980 Robert Heinlein publicó una novela titulada The Number of the Beast (‘el número de la bestia’), acerca de una nave que permite marcar en las seis (no cuatro) coordenadas del espacio y tiempo e instantáneamente mueve al usuario a esas coordenadas sin explicar cómo tal dispositivo puede funcionar.
La serie de televisión Seven Days también se ocupó de este problema; el crononauta pilotea una máquina del tiempo fuera de la superficie de la Tierra, por medio de un joystick.
En el relato ¡En blanco! de Isaac Asimov, se especifica claramente que la máquina no solo se mueve en el tiempo, sino que sigue a la tierra en su movimiento por el espacio, lo que permite que ésta aparezca en el mismo punto físico.
Otros puntos de vista y sus ejemplos
En el comic Al Feldstein and Joe Orlando’s Weird Science de Bill Gaines, la historia Why Papa left Home (de 1952, basada en Child by Chronos de Charles L. Harness) un científico viajero del tiempo está grandemente impactado al darse cuenta de que es su propio padre. Sin embargo, en El restaurante en el fin del universo de Douglas Adams, no ven ningún problema en el hecho de ser su propio padre, puesto que es esto nada con lo que una familia bien ajustada no pueda lidiar. El problema mayor es ilustrar la tensión de los viajeros del tiempo. Otro problema en los libros es que el viaje en el tiempo es tan complejo, que para entender completamente las ecuaciones relacionadas se debía tener una docena de vidas. Y como eso era posible solamente después que se inventara el viaje en el tiempo, nadie sabía quién era capaz de inventarlo.
En la escena culminante de la película Superman (1978), Lois Lane muere como resultado de que su auto cae en una grieta creada por un terremoto y éste es enterrado por los escombros que caen. Dominado por la angustia, Superman decide desafiar los consejos de su padre kriptoniano Jor-El, al interferir con la historia terrícola. Superman entonces viaja velozmente alrededor del eje de la Tierra para regresar al instante en que se inició el terremoto y anularlo físicamente. Como resultado, Lois (y la población de California) se salva como si este evento no hubiese ocurrido.
En la película Timerider: The Adventure of Lyle Swan, el personaje Lyle Swan (Fred Ward) es un motociclista de cross country que se sale de curso y llega a un terreno de prueba de un dispositivo para viajar en el tiempo que lo manda a 1882. En ese tiempo monta a través del Viejo Oeste estadounidense, duerme con una mujer española y confronta a una banda de pistoleros antes de ser rescatado del pasado, no sin antes descubrir que él es su propio bisabuelo.
En la historia de Robert Heinlein All You Zombies se muestra el posible resultado de tomar este concepto a su conclusión lógica y absurda: el protagonista viajero del tiempo es/fue/será su propio padre/hijo.
En 1992 Harry Turtledove publicó la novela The Guns of the South (‘las armas del Sur’), que se hizo popular con la historia de un sudafricano blanco racista que usa una máquina del tiempo para regresar a los días de la Guerra Civil estadounidense y equipa al ejército confederado (esclavista) con armas del siglo XX, como rifles de asalto AK-47. Con esta ayuda, pronto ganan cada batalla y marchan gustosos a Washington D.C. para capturar a Abraham Lincoln. Sin embargo, la máquina del tiempo está arbitrariamente limitada para poder llevar personas sólo un número de años al pasado, lo que permite que se prevenga las acciones del blanco racista al realizar otro viaje que impida los eventos del primer viaje.
En la mayoría de los libros de ciencia ficción sobre en el tiempo, se incluye una máquina física para transportar personas a través del tiempo, pero también hay historias que incluyen el viaje en el tiempo como una disciplina mental, o "viaje en el tiempo psíquico".
Un ejemplo de esto es Time and Again de Jack Finney, así como Bid Time Return de Richard Matheson (convertida en la película de 1980 Somewhere in Time, con Christopher Reeve). En House on the Strand, de Daphne du Maurier, el protagonista utiliza drogas que producen alteraciones que le permiten experimentar el viaje a través del tiempo aun cuando su cuerpo físico parece estar en el presente.
En There Will Be Time de Poul Anderson, se retrata el viaje por el tiempo como una habilidad que algunos tienen de nacimiento, así como sucede en la película El efecto mariposa. Esta última muestra el viaje en el tiempo como un talento heredado, donde la mente o el espíritu del individuo viaja al pasado y el viajero puede cambiar la historia, regresando al presente alterado.
También algunas personas afiliadas a organizaciones de estudio de ovnis dicen que la habilidad de viajar en el tiempo es un talento que radica en el cerebro de cualquier persona, y que esta habilidad está "activada" en la mente de los Grises, que supuestamente también tienen la habilidad de activar los cerebros humanos. Otras personas creen que la teleportación y el viaje en el tiempo pueden ser aprendidas a través de práctica de una manera similar.
Otro argumento común en las historias de ficción incluye el concepto de alterar la historia con intenciones malignas. En este tipo de historias, el villano intenta cambiar la historia para alterar el presente o futuro, y la historia debe ser restaurada por el protagonista. En algunas ocasiones, se asume que sólo se tiene una cantidad de tiempo limitada disponible para el héroe antes de que la historia sea permanentemente alterada.
Se puede argumentar que el Apocalipsis de San Juan describe una forma de viaje en el tiempo «espiritual». En contraste con la mayoría de conceptualizaciones de ciencia ficción de viaje en el tiempo, la Revelación dice que Juan (durante su exilio en la isla griega Patmos) tuvo una visión que se le presentó un espíritu, y que el futuro fin de los tiempos se le reveló por medio de un ángel enviado por Jesús.
http://axxon.com.ar/rev/146/c-146Ensayo.htm
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