martes, 31 de marzo de 2009

PTAH, el dios creador.


Representación: Humano momificado con un casquete, portando un cetro con el pilar dyed y el uas o el heqat y el mayal

Dios surgido del caos primordial, considerado por la cosmogonía de Menfis, de donde era originario, como el soberano de los dioses al haber creado el mundo a través de la palabra. Lleva los títulos de "Señor de la magia", "Señor de la Oscuridad", "Señor de la Verdad" y "Señor de las serpientes y de los peces", que podrían estar relacionados con su función creadora. Es el más importante de los dioses de Menfis y asumió funciones de Ta-Tenen. El otro nombre por el que era conocida la ciudad, Hikuptah, "Mansión del alma de Ptah", pudo dar origen a la palabra Aigyptos, que Homero utilizó para designar tanto al río como al país. Se cuenta que se hizo famoso por derrotar a los asirios enviando ratas que invadieron el campo enemigo y royeron las cuerdas de sus arcos.

Ptah. Pincha sobre la imagen para verla ampliadaPatrono de las artes y oficios, protegía a canteros, escultores, herreros, artesanos y artistas y se pensaba que era el inventor de la albañilería; estos trabajos podían ser ocupados por enanos, que estaban bajo la tutela de Ptah y de sus ayudantes: los Patecos. En Egipto los enanos formaban un clan muy reconocido, fundamentalmente debido a su dedicación a la orfebrería, y como tales tenían como patrón a Ptah, y en algunas ocasiones se le representó como enano monstruoso, motivo por el cual Heródoto lo confundió con los dioses patecos fenicios. El término pateco proviene precisamente de Ptah. Fue especialmente adorado entre los artesanos de Deir el-Medina; durante el Reino Antiguo, más de un arquitecto real ocupa lugar en su clero; el sumo sacerdote de Ptah era el líder supremo de los artesanos y poseía el título de "Maestro constructor" En el Reino Nuevo se convierte en el dios tutelar de las expediciones hacia las minas del Sinaí. En Serabit el-Jadim, junto a las minas de turquesas, se le dedicó un speos.

Su relación con el mundo funerario se remonta al Reino Antiguo; se le considera el inventor de la ceremonia de apertura de la boca; por entonces empezó a relacionarse con Sokar, como Ptah-Sokar. Fue más tarde cuando asumió la posición de dios creador. Unió en su persona la identidad de Nun y la de Naunet. Ocasionalmente se le llama Ptah-Nun, identificándolo con el Nun primigenio anterior a todas las cosas, y se le ascocia al Ta-Tenen, la colina en la que nació el sol por primera vez. Al igual que Jnum, creó a los seres en su rueda de alfarero. Se le atribuía gran poder curador. Era el dios titular del mes de Paopi. En la XIX Dinastía era el protector de la monarquía y el director de la fiesta Sed. Como componente de la tríada menfita, era marido de la diosa Sejmet y padre de Nefertum, o también de Imhotep; también se le atribuye la paternidad de los Patecos.

Tiene aspecto momiforme, con barba que a veces tiene forma de cuña; va envuelto en un sudario, con un casquete en la cabeza, el collar menat simbolizando la fertilidad y estabilidad y sujetando ante si un cetro compuesto por el pilar dyed y el cetro uas, o bien un cayado (heqat) y el flagelo (mayal). Se le representa sobre un pedestal que simboliza a Maat para igualar su estatura con el resto de los dioses. En el Reino Nuevo, sus caracteres cósmicos lo incluyen en el ciclo de los astros; y como Ptah-Tatenen se coloca sobre su cabeza el disco solar e "ilumina el mundo con sus dos ojos". Uno de sus epítetos es "el del hermoso rostro". En épocas tardías se le asimiló a Osiris, surgiendo de esta manera Ptah-Sokar-Osiris, dios funerario, representado como Osiris, momiforme y con altas plumas en la cabeza; o bien con cabeza de halcón o halcón con la corona blanca flanqueada por dos plumas y en la base dos cuernos horizontales retorcidos y el disco solar. Los griegos lo asimilaron a Hefestos y los romanos a Vulcano. Su manifestación animal, era el toro Apis, en el cual se encarnaba. Karnak fue un centro importante de su culto, donde tenía un templo dentro del recinto de Amón; también se le dedicaron templos en Abydos y en Nubia; cerca del Valle de las Reinas se excavó un santuario para él en el que estaba asociado a Meretseger. Su fiesta se celebraba el día 22 del mes de Meshir, junto a Horus. Su festival era el día 29 del mes de Mesore. Grandes personajes de las Dinastías V y VI incluyeron a este dios en su nombre: Ptah-hotep, Ptah-Shepses, Kai-Ker-Ptah; así como Mineptah, faraón de la XIX Dinastía.

Según los textos de la teología menfita Ptah creó a los dioses locales, edificó las ciudades, estableció las divisiones territoriales, situó a cada dios en los lugares en los que es adorado, fijó las ofrendas que debía recibir y edificó sus capillas. Asi todos y cada uno de los dioses y sus kau se encuentran en él satisfechos y asociados con el señor de los 2 paises. Todos y cada uno de los dioses son atribuciones y modificaciones del creador; Su corazón, Horus, representa la conciencia, Thot , su lengua, es el verbo creador y "entonces nació en el corazón y en la lengua de Ptah la imagen de Atum. Grande y magnificado sea Ptah quien legó su gran poder a todos los dioses a y sus kas por la fuerza de su corazón y de su lengua".

A pesar de que la imposición de las teorías solares de la creación desplazaron la importancia inicial de que había gozado, nunca perdió su protagonismo nacional y aun durante la XX dinastía era el tercer dios más importante de Egipto, importante de Egipto, tras Ra y Amón.

lunes, 30 de marzo de 2009

La discusión Russell-Copleston sobre la existencia de Dios está superada


El ámbito de reflexión ciencia-religión ha cambiado porque tenemos nuevos conocimientos

La clásica discusión Russell-Copleston de 1948 suscitó enorme interés en su tiempo, pero en la actualidad puede saber algo a rancia. El ámbito de reflexión ciencia-religión ha cambiado, tenemos nuevos conocimientos y autores importantes han aportado sus ideas. No obstante tiene innegable interés valorarla y discutirla desde la actualidad porque permite recordar dónde estaba el razonamiento clásico de la escolástica en aquel entonces y por dónde van hoy las directrices más modernas del diálogo ciencia-religión


La lectura de la discusión Russell-Copleston es útil porque puede servirnos para entender cómo se formulaba la argumentación sobre la existencia de Dios desde un punto de vista escolástico clásico. Este es, en efecto, el punto de vista de Copleston. En 1948 en los centros de enseñanza católicos predominaban las escuelas de filosofía escolástica y en ellos se defendía la tesis de que Dios podía ser conocido por la razón natural con un grado de certeza que solía calificarse (esta era la llamada “censura” de las tesis) como “absoluta” o “metafísica”.

La exposición de Copleston representa una formulación en esquema perfectamente lógica de los argumentos metafísicos que, según la doctrina escolástica clásica, suponían la columna vertebral de la “demostración” de la existencia de Dios (así se llamaba sin ambajes en aquellos años). La reacción de Russell ante los argumentos de Copleston es a la defensiva, manteniendo a toda costa su posición agnóstica (no ateísta).

Russell en realidad no pretende conocer cómo es la realidad metafísicamente (es agnóstico), pero argumenta que los argumentos de Copleston no están bien construidos y que, por tanto, no imponen racionalmente la existencia de Dios y que, en consecuencia, su posición agnóstica es defendible. ¿Qué podemos hoy pensar de ambas argumentaciones?

Es evidente que la valoración de la discusión depende de cada “valorador”. No pretendemos aquí presentar, ni mucho menos, la valoración que “nuestro tiempo” hace de la discusión Russell-Copleston. Sólo hay valoraciones de personas concretas. Muchos filósofos que se mueven todavía a gusto en el marco de la escolástica tradicional y, en consecuencia, tenderán a pensar todavía hoy que los argumentos de Copleston son incontrovertibles. Pensarán que Russell fue acorralado por los argumentos de Copleston y que se batió puramente a la defensiva, dejándose llevar en todo momento por el hilo de la conversación impuesto por Copleston.

Nuestro punto de vista es matizado. Creemos que los argumentos escolásticos que en aquel tiempo se esgrimían sin complejos necesitan hoy muchos matices que deberemos argumentar. Por otra parte, las formulaciones de Russell, aunque le mantienen a flote, no alcanzan una especial brillantez. Por tanto, exponemos sólo nuestra valoración personal de la discusión Russell-Copleston. Pero lo hacemos desde el convencimiento de que cuanto debemos decir está apoyado por las tendencias modernas del diálogo entre la ciencia y la religión.

La discusión Russell-Copleston es muy extensa y trata dos temas diferenciados: el argumento metafísico de la contingencia y el de la experiencia religiosa. En este artículo nos ceñimos sólo al primer argumento. Será también interesante que, en otro artículo, estudiemos la discusión del segundo argumento. Pero, en lo que sigue, nos limitamos al argumento metafísico.

Discusión del argumento metafísico de la contingencia

Copleston comienza proponiendo un acuerdo sobre el tema a debatir:

COPLESTON: Como vamos a discutir aquí la existencia de Dios, quizás sería conveniente llegar a un acuerdo provisional en cuanto a lo que entendemos por el término «Dios». Presumo que entendemos un ser personal supremo, distinto del mundo y creador del mundo. ¿Está de acuerdo, al menos provisionalmente, en aceptar esta declaración como significado de la palabra «Dios»?
RUSSELL: Sí, acepto esa definición.
COPLESTON: Bien, mi posición es la posición afirmativa de que tal ser existe realmente y que Su existencia puede ser probada filosóficamente. Quizás podría decirme si su posición es la del agnosticismo o el ateísmo. Quiero decir, ¿cree que puede probarse la no existencia de Dios? RUSSELL: No, yo no digo eso: mi posición es agnóstica.

Cuando Copleston afirma que la “existencia de Dios” puede “ser probada filosóficamente” quiere decir que la filosofía llega a una certeza absoluta o metafísica (en el sentido de la “censura” de las tesis escolásticas de entonces). Por tanto, si la razón humana natural funciona correctamente infiere la existencia de Dios como una necesidad metafísica para la explicación del mundo que observamos con nuestra experiencia.

Pero veamos cómo expone Copleston el argumento metafísico.

COPLESTON: … ¿Quiere que haga una breve exposición sobre el argumento metafísico, y luego pasemos a discutirlo?
RUSSELL: Ése me parece un buen plan.
COPLESTON: Bien, para aclarar, dividiré el argumento en distintas fases. En primer lugar, diría, sabemos que hay, al menos, ciertos seres en el mundo que no contienen en sí mismos la razón de su existencia. Por ejemplo, yo dependo de mis padres, y ahora del aire, del alimento, etc. Segundo, el mundo es simplemente la totalidad o el conjunto real o imaginado de objetos individuales, ninguno de los cuales contiene sólo en sí mismo la razón de su existencia. No hay ningún mundo distinto de los objetos que lo forman, así como la raza humana no es algo aparte de sus miembros. Por lo tanto, diría pues que existen objetos y acontecimientos, y como ningún objeto de experiencia contiene dentro de sí mismo la razón de su existencia, esta razón, la totalidad de los objetos, tiene que tener una razón fuera de sí misma. Esa razón tiene que ser un ser existente. Bien, ese ser es la razón de su propia existencia o no lo es. Si lo es, enhorabuena. Si no lo es, tenemos que seguir adelante. Pero si procedemos en este sentido hasta el infinito, entonces no hay explicación de la existencia. Así, diría, con el fin de explicar la existencia, tenemos que llegar a un ser que contiene en sí mismo la razón de su existencia, es decir que no puede no existir.

Más adelante matiza esta presentación del argumento:

COPLESTON: Tomemos la proposición «Si hay un ser contingente, entonces hay un ser necesario». Considero que esa proposición, hipotéticamente expresada, es una proposición necesaria. Si va a llamar proposición analítica a toda proposición necesaria, entonces, para evitar una discusión sobre terminología, convendré en llamarla analítica, aunque no la considero una proposición tautológica. Pero la proposición es sólo una proposición necesaria en el supuesto de que exista un ser contingente. El que exista realmente un ser contingente tiene que ser descubierto por experiencia, y la proposición de que existe un ser contingente no es ciertamente una proposición analítica, aunque, como usted sabe, yo una vez sostuve que, si hay un ser contingente, necesariamente hay un ser necesario.

A instancias de las preguntas de Russell, matiza Copleston su concepto de “razón suficiente”: Dios no es la causa de sí mismo (esta no sería una manera apropiada de hablar), sino que su naturaleza tiene la razón suficiente de su existencia porque es el que existe “necesariamente”; esto es, al que compete por naturaleza la necesidad de existir (no puede no-existir).

COPLESTON: Sí, ciertamente, si alguien viera a Dios, vería que Dios tiene que existir.
… …
COPLESTON: Sí, yo añadiría que no conocemos la esencia a priori. Sólo a posteriori, a través de nuestra experiencia del mundo, llegamos a un conocimiento de la existencia de ese ser. Y entonces, uno se dice, la esencia y la existencia tienen que ser idénticas. Porque si la esencia de Dios y la existencia de Dios no son idénticas, entonces habría que buscar más allá de Dios alguna razón suficiente de esta existencia.
RUSSELL: Luego, todo gira en torno a la cuestión de la razón suficiente y tengo que declarar que no me ha definido aún la «razón suficiente» de un modo que yo pueda comprenderla. ¿Qué entiende por razón suficiente? ¿No quiere decir causal?
COPLESTON: No necesariamente. La causa es una especie de razón suficiente. Sólo un ser contingente puede tener una causa. Dios es Su propia razón suficiente; y Él no es la causa de Sí. Por razón suficiente, en sentido absoluto, entiendo una explicación adecuada de la existencia de algún ser particular.

El argumento, por tanto, queda planteado a partir de la experiencia. No hay conocimiento apriori. La razón humana constata por experiencia la existencia de los seres contingentes (que no tienen en sí la razón de su existencia, esto es, que no vemos que deban existir por necesidad). Un paso importante en las consideraciones de Copleston es que el “mundo como conjunto” es también contingente porque no es otra cosa que un agregado de “seres contingentes”.

Como veremos, un factor esencial de la argumentación es el paso del ser contingente concreto al Todo, o universo en su conjunto. Los seres concretos son contingentes: por tanto el universo debe ser también contingente. Estas ideas las formula en un párrafo iluminador para entender la forma en que Copleston relaciona el ser contingente individual y la naturaleza del Todo.

COPLESTON: Bien, mi criterio es que lo que denominamos mundo es intrínsecamente ininteligible, aparte de la existencia de Dios. Verá, yo no creo que el carácter infinito de una serie de acontecimientos -me refiero a una serie horizontal, por así decirlo-, si ese carácter infinito pudiera ser probado, tenga alguna relevancia. Si usted suma chocolates, obtendrá chocolates y no una oveja. Si suma chocolates hasta el infinito, es presumible que obtendrá un número infinito de chocolates. Así, si suma seres contingentes hasta el infinito, seguirá obteniendo seres contingentes, no un ser necesario. Una serie infinita de seres contingentes será, de acuerdo con mi modo de pensar, igualmente incapaz de ser su causa, como un solo ser contingente. Sin embargo, usted dice, según creo, que no se puede plantear la cuestión de lo que explicaría la existencia de cualquier objeto particular, ¿no es así?

Valoración del argumento metafísico de Copleston

Hacemos la valoración desde una perspectiva científico-filosófica. Es decir, consideramos la forma científica de producir conocimiento y sus resultados, así como la reflexión filosófica sobre la imagen científica de la realidad. Comentamos también cómo pueden ser entendidos hoy los principios de la metafísica tradicional. Nuestras observaciones serían estas:

1) Realidad y suficiencia. Tanto la ciencia como la filosofía (incluida la escolástica en que se mueve Copleston) estarían de acuerdo en que no hay conocimiento apriori y en que, en consecuencia, todo depende de la consideración racional de la experiencia. No obstante, debemos destacar que la razón, al constatar por experiencia la existencia de la realidad (el propio ser humano inmerso en el universo), hace una inferencia básica: si de hecho algo real existe es porque “puede existir” y es suficiente (autosuficiente). Esta expectativa de “autosuficiencia” o “suficiencia” es propia tanto de la ciencia como de la filosofía. Es la expectativa de que lo existente está fundado en una realidad que explica con suficiencia su permanencia en el ser, su existencia (sin deshacer su propia realidad en el tiempo).

2) Búsqueda racional de la suficiencia. La historia de la filosofía, ya desde el mismo Parménides, es una búsqueda de cómo entender la “suficiencia de la realidad existente”. La ciencia ha buscado también la suficiencia, desde la expectativa racional de que si el universo existe –y todos los seres que contiene– es porque está asentado (fundado) en la suficiencia. El modo de entenderla depende obviamente de la descripción por experiencia de la forma real que el universo tiene (cómo está construido como universo real). Se trata siempre de una argumentación empírica en busca de un conocimiento que nos permita entender dónde y cómo está fundado en el universo.

3) Ser contingente. Hemos visto la importancia que tiene en el razonamiento de Copleston la idea del ser contingente. La idea de que los seres que constituyen el mundo (seres o estados del universo) sean “contingentes” –en el sentido de que, tal como muestra la experiencia, son transitorios, finitos, y no parecen ser suficientes, autosuficientes, en orden a ser reales y existentes (no tienen en sí mismos la “razón suficiente” de su existencia)– puede ser perfectamente aceptada por la ciencia. No vemos objeción alguna. La ciencia es consciente de la transitoriedad “contingente” de los objetos y los estados que se producen en la evolución del universo.

4) ¿Contingencia del sistema en su conjunto? La gran cuestión, sin embargo, para la ciencia moderna, y para la reflexión filosófica fundada en los datos de la ciencia, no es el ser contingente concreto, el estado transitorio, sino lo que debe pensarse sobre el universo en su conjunto como sistema estructural. Hemos visto la facilidad con que Copleston argumenta que, si el universo está constituido por un agregado de seres contingentes, el mismo universo en su conjunto debe ser también contingente (“si usted suma chocolates, obtendrá chocolates y no una oveja. Si suma chocolates hasta el infinito, es presumible que obtendrá un número infinito de chocolates. Así, si suma seres contingentes hasta el infinito, seguirá obteniendo seres contingentes, no un ser necesario”). Aquí es donde la ciencia se ha separado de la visión greco-escolástica para hacerse a una visión dinámica, estructural, evolutiva, del universo (más cercana al universo de Heráclito). El universo podría ser un sistema estructural dinámico que evoluciona en el tiempo creando en su interior múltiples seres y estados “contingentes”: pero el universo como sistema podría no ser contingente. Es decir, podría ser que los hechos empíricos nos permitieran concebir la existencia de un universo eterno, dinámicamente estable, aunque cambiante y productor de estados contingentes internos, y que, no obstante, él no fuera como tal contingente, sino autosuficiente en orden a mantener su existencia dinámica en el tiempo.

5) La argumentación sobre el enigma de la suficiencia de la realidad. ¿Cómo saber entonces donde radica el fundamento de la suficiencia del universo real? Este es el problema. La argumentación debe hacerse a partir de los datos que la ciencia ofrece y va encaminada a concebir si el universo como sistema dinámico estructural pudiera ser autosuficiente. Este discurso de la ciencia y de la filosofía moderna sobre el “sistema como tal” no fue propia de la escolástica. Pero es un hecho social que se trata de un problema de difícil resolución, ya que hay quienes piensan que es verosímil postular la existencia de un enigmático universo autosuficiente (ateísmo) y hay también quienes piensan que es verosímil postular la existencia de un enigmático ser transcendente personal que fundara por creación la existencia de un universo, que en este caso debería considerarse contingente (teísmo). En todo caso, lo que hoy es evidente es que por la mera existencia de un universo dinámico cuyos estados internos cambiantes sean “contingentes”, no se puede extraer la consecuencia directa de que el universo como tal sea también contingente. No es que no pueda ser contingente; pero hay que argumentarlo estudiando, en función de los hechos, la naturaleza del sistema como tal.

6) La necesidad. El concepto de necesidad puega un papel importante en los argumentos de Copleston. Piensa que sólo Dios podría ser “necesario” y que la razón debe postular la existencia de algo necesario. En Copleston chirría un poco el uso de conceptos como causalidad, suficiencia, razón suficiente y necesidad. La razón humana argumenta a partir de los hechos: es decir, de la existencia del sistema del mundo, tal como observamos. Inicialmente busca siempre las causas de las cosas y tiene la expectativa de que todo conduzca a conocer la autosuficiencia del sistema del mundo. Sin embargo, la búsqueda científico-filosófica de la suficiencia no lleva a una solución clara y definida. Unos argumentan que el universo es un sistema eterno autosuficiente, pero otros argumentan alternativamente que el universo no presenta las propiedades de autosuficiencia, que probablemente es contingente y que depende del fundamento de una realidad autosuficiente que llamamos Dios. Supongamos que aceptamos como más verosímil la autosuficiencia del universo: entonces, para entender su suficiencia en orden a ser eternamente real y existente, deberíamos atribuirle por postulación la necesidad de existencia (siempre ha existido por necesidad y por necesidad seguirá existiendo). En cambio, si suponemos que aceptamos como más verosímil que la suficiencia se funda en un ser transcendente divino, deberíamos atribuirle también por postulación la necesidad (Dios siempre habría existido necesariamente y nunca dejará de existir).

7) ¿Es posible argumentar apriori sobre la necesidad? En relación con el concepto de necesidad han interferido ciertas especulaciones que van desde el argumento ontológico (San Anselmo) hasta la célebre pregunta de Leibniz y su reformulación en otros autores (como Heidegger). ¿Por qué existe algo y más bien no existe nada? Podríamos incluso concretar más: ¿por qué existe el universo y más bien no existe? ¿Por qué existe Dios y más bien no existe? La verdad es que la razón, construida aposteriori sobre los hechos, sólo puede decidir si se inclina a entender que el universo es autosuficiente o que la suficiencia debe colocarse en Dios. Pero en ninguna de estas dos hipótesis puede argumentarse por qué existe el mundo, o Dios, y por qué más bien no existe. Nunca entenderemos por qué algo existe. Partimos del hecho de que algo existe y, después de conocer su forma más probable de suficiencia (Puro mundo o Dios), postulamos la necesidad aposteriori. No es posible lo que se llama una “argumentación a priori” sobre la necesidad (similar a la que parece adoptar Copleston) que nos llevara a pensar que, en absoluto, la necesidad sólo podría ser atribuida a un ser divino y no al universo como tal. Pero incluso la postulación de la necesidad (relativa al universo o a Dios) no equivaldría a entender por qué el universo o Dios serían necesarios. Postular, por ejemplo, que Dios fuera el fundamento necesario de la suficiencia no supondría entender la naturaleza divina y su relación con la necesidad. En otras palabras: apriori, la razón humana no podría excluir que no existiera absolutamente nada. Si postulamos la necesidad es porque aposteriori constatamos que algo existe realmente y argumentamos post factum. Pero pensar que no existiera absolutamente nada no es contradictorio por sí mismo.

Los argumentos agnósticos de Russell

A nuestro entender, Russell no sabe razonar brillantemente su posición y, en efecto, se deja arrastrar por los argumentos de Copleston. Los rechaza en función de consideraciones más bien lógicas (analíticas), pero no entra en las consideraciones ontológicas, físicas y cosmológicas que hubieran podido dar más fuerza a sus puntos de vista. Sin embargo, se intuye lo que Russell quiere argumentar: que los seres concretos pueden ser contingentes, pero que esto no nos permite aseverar que el conjunto, el Todo, sea también contingente. Por ello Russell parece pensar que si el Todo no fuera contingente no tendría entonces sentido preguntar por su causa o por su razón suficiente. Simplemente estaría ahí existiendo de una forma autosuficiente.

Veamos algunos tramos del diálogo donde aparece la posición de Russell:

COPLESTON: Bien, ¿por qué detenernos en un objeto particular? ¿Por qué no presentar la cuestión de la causa de la existencia de todos los objetos particulares?
RUSSELL: Porque no encuentro la razón para pensar que la hay. Todo concepto de causa está derivado de nuestra observación de cosas particulares; no encuentro ninguna razón para suponer que el total tenga una causa, cualquiera que sea.
COPLESTON: Bien, el decir que no hay causa no es lo mismo que decir que no debemos buscar una causa. La afirmación de que no hay causa debería venir, si viene, al final de la indagación, no al principio. En cualquier caso, si el total carece de causa, entonces, a mi manera de ver, tiene que ser su propia causa, lo que me parece imposible. Además, la afirmación de que el mundo existe, aunque sólo sea como respuesta a una pregunta, presupone que la pregunta tiene sentido.
RUSSELL: No, no necesita ser su propia causa; lo que digo es que el concepto de causa no es aplicable al total.
… …
RUSSELL: Puedo ilustrar lo que me parece su falacia por excelencia. Todo hombre existente tiene una madre y me parece que su argumento es que, por lo tanto, la raza humana tiene una madre, pero evidentemente la raza humana no tiene una madre: ésa es una esfera lógica diferente.
COPLESTON: Bien, realmente no veo ninguna similitud. Si dijera «todo objeto tiene una causa fenoménica; por lo tanto, toda la serie tiene una causa fenoménica», habría una similitud; pero no digo eso; digo: todo objeto tiene una causa fenoménica si insiste en la infinidad de la serie, pero la serie de causas fenoménicas es una explicación insuficiente de la serie. Por lo tanto, la serie tiene, no una causa fenoménica, sino una causa trascendente.
RUSSELL: Eso, presuponiendo siempre que no sólo cada cosa particular del mundo sino el mundo globalmente tiene que tener una causa. No encuentro la razón para esa suposición. Si usted me la da, le escucharé.

Para Russell, pensando siempre un una perspectiva lógico-analítica, una cosa son los eventos particulares y otra el total, el Todo. Diríamos, más bien, si se traduce a términos físicos y cosmológicos, el sistema de lo real en su conjunto; o sea, el sistema estructural dinámico del universo. Como antes hemos dicho, los estados producidos en la evolución del sistema podrían ser contingentes y deberíamos preguntarnos por sus causas; pero el sistema como tal podría ser autosuficiente y no tendría sentido, en consecuencia, preguntar por sus causas, ya que simplemente deberíamos constatar su existencia autosuficiente. El sistema, por tanto, podría no tener causas porque se explica de forma autosuficiente. Russell insiste en que la esfera lógica de los eventos puntuales del sistema y la del sistema como tal son distintas. Atribuir la contingencia a los eventos puntuales no implica atribuirla al sistema.

La argumentación científico-filosófica sobre el universo

En nuestra opinión, desde un punto de vista epistemológico, cabe justificar que existe un nivel de racionalidad “metafísico” (o de “filosofía primera”) del que pueden extraerse consecuencias válidas que no sólo orientan la filosofía sino también el conocimiento científico. Así, la razón natural constata la realidad que existe en el tiempo. Por ello, la mente natural del hombre se construye desde ciertas intuiciones sobre la forma en que está construida la realidad existente. Esta “ontología natural” o “filosofía primera” explica por qué y cómo funciona el conocimiento humano y de donde nacen los principios de la lógica natural que rige la mente de los seres humanos. Son también los principios sobre los que se funda la actividad racional de la ciencia.

Una de las inferencias básicas de la razón natural en esta “filosofía primera” es que si algo es real y existe (y esto se impone como un hecho de experiencia), entonces está fundado en una suficiencia. En algo que es suficiente para ser real y existente. Si no lo fuera, no sería posible explicar que algo existiera. Si existe, entonces es suficiente. La idea de suficiencia es previa a la ciencia y pertenece a esta “filosofía primera” (así como a la simple razón natural). La filosofía y la ciencia responden a esta búsqueda de conocimiento orientado a entender cómo es suficiente la realidad existente que constatamos como factum.

En nuestra opinión, el error de la filosofía escolástica (desde la que Copleston piensa en 1948) fue considerar que se “probaba filosóficamente” (en palabras de Copleston) que la búsqueda de suficiencia conducía a la razón exclusivamente al Ser suficiente y necesario que llamamos Dios. La escolástica esgrimió durante muchos siglos estas “pruebas filosóficas” que desarrollaban las conocidas cinco vías tomistas. El grado de certeza racional de la existencia de Dios era “metafísico” o “absoluto” (en las “tesis” escolásticas). La consideración de la contingencia de los seres exigía a la razón natural postular la existencia de una realidad transcendente suficiente y necesaria. La razón natural de todo hombre le situaba, pues, ante el reconocimiento de una realidad fundante transcendente (casi con la misma necesidad racional, referida al mundo fisico, con que, formalmente, debemos asentir cuando decimos que “dos y dos son cuatro”).

Sin embargo, aunque la “filosofía primera” contiene una riquísima reflexión sobre la realidad existente, sólo puede establecer el supuesto de la suficiencia y de la necesidad. Pero no puede dilucitar por sí misma dónde hay que situar esa suficiencia y necesidad (en último término, si lo suficiente y necesario es el puro mundo o Dios). Los argumentos dependen de la forma en que la realidad existente se presenta ante nuestra experiencia. En este sentido, es la ciencia la que aporta los conocimientos y teorías más ricos. Por tanto, la argumentación para ver cómo puede entenderse la suficiencia no es ya sólo exclusivamente “metafísica”, sino que incluye –entre otras cosas– los resultados de la ciencia. La argumentación debe ser ya científico-filosófica.

Dios como fundamento

Hoy en día la casi totalidad de los grandes autores teístas (Polkinghorne, Peacocke, Barbour, Ellis, etc.), que han tomado parte en el moderno diálogo ciencia-religión, consideran que hay muchos argumentos científico-filosóficos que hacen verosímil (argumentable por la razón científico-filosófica) que Dios sea, en efecto, el fundamento transcendente suficiente y necesario que explica el universo. Pero, al mismo tiempo, se admite que el universo es enigmático y permite también construir una hipótesis racional explicativa que considera al universo autosuficiente, y por ende necesario. Si esta hipótesis ateísta fuera verdad, entonces los estados puntuales del universo serían contingentes, pero el sistema como tal debería ser considerado autosuficiente y necesario.

Desde la ortodoxia católica debemos recordar que los teólogos han insistido que la afirmación del Concilio Vaticano I al decir que podemos conocer con certeza la existencia de Dios por la razón natural (certo cognosci posse) no debe entenderse en el sentido de la “certeza metafísica o absoluta” de que hablaba la escolástica, sino simplemente como “certeza moral libre” (la aceptación de ciertos argumentos racionales al ponerse en juego una capacidad de decisión moral y libre de la persona humana).

Además, muchos pensamos que el diseño divino en la creación no ha sido el de imponerse necesariamente al hombre por una racionalidad inevitable. Dios no tiene una patencia metafísico-racional inevitable. Dios ha creado un universo enigmático con una racionalidad que puede conducirle a conocer la existencia de Dios, pero no “impositivamente”; es decir, siempre que ponga en juego su libertad personal para aceptarla. Es lo que dice actualmente la teología de la kénosis. Ha creado un mundo en que el ateísmo, la negación de Dios, o el agnosticismo incomprometido, son posibles. Creemos, pues, que es útil reactualizar la discusión Russell-Copleston porque permite recordar dónde estaba el razonamiento clásico de la escolástica y por dónde van hoy las directrices más modernas del diálogo ciencia-religión.

viernes, 27 de marzo de 2009

AMUN


Amón (Amun, en inglés) «El oculto», símbolo del poder creador y «Padre de todos los vientos» en la mitología egipcia.
Amón, identificable por el tocado de dos largas plumas segmentadas.

Amón, helenización del nombre egipcio Amen. Originalmente una deidad tebana, cuyo culto se popularizó cuando la ciudad de Tebas pasó a ser una de las más influyentes de Egipto, tras la expulsión de los hicsos a manos de los príncipes tebanos que darían origen a la Dinastía XVII.Nombre egipcio: Amen o Imen. Nombre griego: Amón. Deidad griega: Zeus.Fue representado como un hombre de piel negra o azul, o en forma de animal, con cabeza de carnero. En cualquiera de las dos representaciones anteriores lleva sobre su cabeza un tocado compuesto por dos plumas, divididas en secciones, y un disco solar en la base. Podía llevar cetro uas y anj.

En algunas ocasiones tiene apariencia momiforme, como dios creador; de carnero de una o cuatro cabezas, con robustos cuernos en torno a sus orejas; de esfinge criocéfala, serpiente, león, o de oca.En los Textos de las Pirámides se le consideraba una deidad del aire, pero más tarde se le asoció a Ra, dios de Heliópolis, divinidad Solar, bajo el nombre de Amón-Ra convirtiéndose en la principal divinidad de la religión egipcia, y cuyo nombre llevaron varios faraones en su titulatura.

Se encuentra la primera mención conocida del dios en los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo, ganando importancia hacia el final del Primer Periodo Intermedio, en Tebas.


Estatua de Tutanjamón (Tutankamon), como Amón, en el templo de Karnak.

Durante la dinastía XII del Imperio Medio (c. 2000 - 1800 a. C.), cobra gran importancia en Tebas, donde se le erigió el denominado templo de Karnak.

A comienzos del Imperio Nuevo fue considerado el dios dinástico, por la devoción que le profesaban los faraones tebanos, eclipsando el predominio del dios guerrero Montu, otra divinidad venerada en Tebas. La guerra contra los hicsos llevada a cabo por los príncipes tebanos de la dinastía XVII provocaría también el encumbramiento del dios de la ciudad a máxima divinidad del panteón egipcio, una vez lograda la victoria con la liberación y reunificación del país.

Los sacerdotes de Amón se convirtieron en el sector más influyente de la sociedad egipcia durante el Imperio Nuevo, llegando incluso a enfrentarse al denominado "faraón herético" Amenhotep IV (Ajenatón). En esta época comenzó su síntesis con el antiguo dios Ra, bajo la denominación “Amón-Ra”.

En el Periodo tardío de Egipto adquirió un carácter más universal, siendo conocido por el nombre griego de Amón-Ra-sonter "Amón-Ra, rey de los dioses".

Amón representa un conjunto de conceptos abstractos asociados al aire, pues se encuentra en todo lugar y en todo momento, de ahí procede el título de "el oculto", ya que no podía verse, pero sí sentirse, y era el que atendía generosamente las peticiones que el pueblo le hacía llegar mediante súplicas y ofrendas. Amón se encuentra asociado a otros dioses, como a sus esposas Amonet y Mut, y a su hijo Jonsu. En Debod, Dakka y Dendur tenía por compañera a Satis. Epítetos [editar]
Estatua de Amón. Templo de Karnak.

Fue denominado "El oculto", "Padre de todos los vientos", "Alma del viento", "El dios único que se convierte en millones", "Aquel que habita en todas las cosas", "Amón-Ra, señor de los tronos de las dos tierras", "El toro de su madre", "El eterno". También recibió títulos en función de los lugares de culto, como Amón de Ne, Amón de Napata, Amón de Pnubs, Amón de Gempatón, "Hijo real de Kush", "Toro del desierto", o "Señor de los oasis"


Sincretismo


Estatua de Amón. Templo de Karnak.
En el Imperio Antiguo era un dios menor del nomo IV del Alto Egipto, pero durante la dinastía XII fue considerado un importante dios dinástico asimilando paulatinamente a Ra; fue identificándose con los principales dioses, Horus, Ra, Osiris, Montu, que se consideraron manifestaciones de Amón. Tras abolirse la reforma religiosa de Ajenatón, se convirtió en el dios de todo Egipto como Amón-Ra, Amón-Ra-Atum, Amón-Min-Kamutef, o Amón-Ra-sonter "Amón-Ra, rey de los dioses" como dios supremo egipcio.

Culto
Camino procesional dromos de acceso al complejo religioso de Amón, en Karnak, Egipto.
Restos del complejo religioso de Amón, en Karnak.

Su culto principal se centró en Tebas, especialmente en los templos de Karnak y Luxor, donde se organizaban multitudinarias procesiones en honor al dios.

Tríada tebana

El culto de Amón alcanzó principal importancia con la expulsión de los hicsos, lograda a finales de la Dinastía XVII, por los príncipes provenientes originalmente de Uaset (Tebas).

Así, la ciudad de Tebas y el dios Amón estaban íntimamente ligados. En el antiguo Egipto, cada ciudad tenía el dios particular de la región, Ajmin con Min, Tebas con Amón, Menfis dedicada al dios Ptah, Abidos a Osiris, Heliópolis el culto a Ra y una multitud de ciudades y pueblos menores tenían su dios local, a modo de patrono de la ciudad, por ejemplo Buto con la diosa Uadyet simbolizada con un áspid egipcio, visto comúnmente como un atributo real en las coronas de los faraones.

Una característica del panteón egipcio era la costumbre de agrupar a sus dioses en tríadas: normalmente una pareja con un hijo; en Abidos fue el culto a Isis, Osiris y su hijo Horus; en Heliópolis el culto a Shu y Tefnut, con Geb, o Nut; y en la región de Tebas, la pareja divina formada por Amón y su esposa Mut, con su hijo Jonsu.

Festividades tebanas

La región tebana tenía dos festividades principales, que tuvieron su apogeo a finales de la Dinastía XIX. Eran la famosa Fiesta de Opet y la Fiesta del Valle. En dichas festividades, la tríada tebana salía de sus templos, en procesión, en barcazas transportadas a hombros por los sacerdotes del templo en función de portadores de la barcaza del dios. Originalmente era una festividad de cuatro o cinco días de duración, que con el paso de los años y las distintas modificaciones del ceremonial, a finales del reinado de Ramsés II, la fiesta duraba de veinte a veintidós días, en los cuales se hacía reparto de raciones de pan, cerveza, carne, etc., generalmente provenientes de los almacenes del templo.

La procesión iniciaba su trayecto saliendo del templo de Karnak con destino al templo de Luxor, pasando sucesivamente por la avenida con esfinges de carneros, pilonos y salas de descanso, destinadas a los sacerdotes que portaban la barcaza del dios. Se alojaba en el templo de Luxor, durante una o dos noches, para regresar a su templo original en Karnak nuevamente.

Nombres teóforos


Camino procesional dromos de acceso al complejo religioso de Amón, en Karnak, Egipto.

Diversos personajes egipcios adoptaron en sus titulos el nombre de Amón (Amen): cuatro faraones de la dinastía XII, los denominados Amenemhat, "Amón es el primero", varios de la dinastía XIII, cuatro faraones de la dinastía XVIII, los denominados Amenhotep "Amón está satisfecho", llamados Amenofis por los griegos, como el célebre Tutanjamón (Tutankamón) "Imagen viviente de Amón", o Amenhotep IV; Amenmeses de la dinastía XIX; Amenemopet "Amón está en Tebas", Siamón, de la dinastía XXI, etc.

jueves, 26 de marzo de 2009

Reina de Saba


Fresco de «Salomón y la Reina de Saba» en el centro de la Biblioteca de El Escorial

Makeda, la reina de Saba, referida en los libros Reyes y Crónicas de La Biblia, El Corán y en la historia de Etiopía, fue la gobernante del Reino de Saba, un antiguo reino en el que la arqueología presume que estaban localizados los territorios actuales de Etiopía y Yemen. Sin ser nombrada explícitamente en el texto bíblico, ella es llamada Makeda en la tradición de Etiopía mientras que en la islámica es conocida como Bilqis o Balkis (aunque no en el Corán). Otros nombres asociados a ella son Nikaule o Nicaula. Según algunos autores, la reina de Saba tenía origen búlgaro.

De acuerdo con estudios Biblicos, el libro del Cantar de los Cantares, un canto que el Rey Salomón dedica a una mujer, es dirigido a la Reina de Saba, una mujer negra Etíope, de allí que se vinculen las promesas divinas de Dios con el pueblo Africano y no con Roma.


El relato bíblico



Fresco de Piero della Francesca que reproduce la leyenda de la Santa Cruz, con la Reina de Saba visitando a Salomón

Fresco de Piero della Francesca que reproduce la leyenda de la Santa Cruz, con la Reina de Saba visitando a Salomón

Según el Antiguo Testamento, la anónima reina de la tierra de Saba acude a Israel habiendo oído de la gran sabiduría del rey Salomón, llevando regalos de especias, oro y piedras preciosas (1° Reyes 10:1-13,2º Crónicas 9:1-12). El episodio también aparece en el Corán, que tampoco menciona el nombre de la reina; según esta versión, la reina quedó tan impresionada por la sabiduría y las riquezas de Salomón que se convirtió al monoteísmo, entonando una alabanza al dios Yahvé; el rey entonces la recompensó con otorgarle "cualquier cosa que desease" con tal de que la reina volviese a su reino. La reina regaló 4,5 toneladas de oro al rey de Israel.

Otros relatos

En la tradición de la Iglesia ortodoxa etíope, se señala que Salomón tuvo un hijo con la reina de Saba, llamado Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía; y quien la tradición dice que sacó el Arca de la Alianza de Israel, llevándosela a su reino.

Otros indican que Menelik fue hijo del arquitecto del templo Hiram y precursor de los constructores.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Hathor


Mujer con cabeza de vaca o dos cuernos sobre la cabeza y entre ellos el sol, con la cabellera separado en dos trozos , de extremos redondeados.

Centro de Culto: Dendera y a través de todo Egipto

Cualidades: . Como su adoración se remonta a época predinástica, encontramos a Hathor identificada con muchas diosas locales y se puede decir que todas las diosas eran formas de Hathor. La encontramos ocasionalmente desempeñando el papel de una cielo-diosa, de una diosa-sol, de una diosa-luna, de una diosa del este, de una diosa del oeste, de una diosa de la humedad, de una diosa de la fertilidad, de una diosa agrícola y de una diosa del mundo terrenal, de la fertilidad, de la danza y la música y la alegría de vivir.

Hathor era la diosa de la alegría, de la maternidad, y del amor. La consideraban la protectora de mujeres embarazadas, del parto y las comadronas, ya que ayudaba a los niños a venir al mundo, como diosa de la fertilidad y de la vida. Ella era la gran patrona de todas las mujeres, que en ningún momento o estación del año dejaban de reverenciarla. Como la diosa de la música y de baile su símbolo era el sistrum o sistro, instrumento musical que producía un sonido característico al agitarlo.
Como diosa de la fertilidad y diosa de la humedad, Hathor fue asociado al inundación del Nilo. En este aspecto la asociaron a la estrella Sothis que levantándose sobre el horizonte anunciaba la crecida anual del Nilo. En la leyenda de Ra y de Hathor le llaman el "ojo de Ra."

En época tardía, cuando los cultos de Osiris ganaron renombre, su papel cambió, convirtiéndose en la receptora de los difuntos al Más Allá , dispensando el agua a las almas de los muertos de los ramas de un sicómoro y ofreciéndoles el alimento. Hathor también fue representada como vaca que amamantaba el alma de los muertos, dándoles así alimento durante su momificación, su viaje al juicio , y pesaje de su alma. En el último período, las mujeres muertas se identificaron con Hathor, como los hombres fueron identificados con Osiris



Hathor era adorado originalmente en la forma de una vaca, a veces como vaca con las estrellas en ella. La representan más adelante como mujer con la cabeza de una vaca, y finalmente con una cabeza humana, la cara amplia y apacible, la representan a veces con las orejas o los cuernos de una vaca. También la demuestran con cabeza con un par de cuernos con el disco de la luna entre ellos. También se la representa con la forma de una vaca que está parada en un barco, rodeada por las altas cañas de papiro. Como la "amante de la Necropolis" la figuran como una cabeza de vaca que resalta de una ladera. En este caso ella usa un collar menat, un símbolo del renacimiento y la eternidad.


Otros Nombres: Señora del Sicomoro

martes, 24 de marzo de 2009

ISIS



Nombre egipcio: Ast
Nombre griego: Isis
Representación: Mujer con un trono en la cabeza

Su nombre en egipcio es Ast. Primitivamente fue una diosa-cielo, originaria de Behbet-el Hagar, en el Delta. Llevaba un trono (ast) sobre su cabeza y, originalmente, fue la representación del trono. Reina de los dioses; gran diosa madre; recuperadora y embalsamadora del cuerpo de Osiris; protectora de Horus el Niño hasta que éste pudo luchar por su patrimonio. Su morada en los cielos era la estrella Sotis (Sirio) de la constelación de Orión (asociada a Osiris), por lo que también fue conocida como Isis-Sothis. Era la opuesta a Neftis en un concepto dualista. Diosa de la maternidad y del nacimiento y protectora de las madres y de los niños y la familia en general; se le considera como la que instituyó el matrimonio; pero también era la perpetua viuda inconsolable; a pesar de ser diosa no puede ya relacionarse con Osiris, no puede entrar en el reino del Más Allá, lamentándose así de su eterna soledad. Junto con las diosas Neftis, Neith y Selkis es protectora de los muertos. Isis es la diosa principal en todos los ritos relacionados con la muerte. También fue llamada "La Gran Maga" por haber recompuesto el cadáver de Osiris y procreado con él y por haber creado mediante magia la primera cobra y usado su veneno para obligar a Ra a revelarle su nombre secreto; el conocimiento de este nombre le daba poder sobre Ra; en ello se vio la iniciación a un culto secreto, descrito por Apuleyo en "El asno dorado"; por el poder adquirido podrá curar también las enfermedades de los dioses.

Sus sacerdotes eran médicos especialistas. A Isis ningún sortilegio le es extraño; maneja los encantamientos, es temible y temida y su guardia personal son siete escorpiones cuyos nombres terroríficos son: Befent, Maatet, Mestet, Mestetef, Petet, Tefen y Thetet, que le ayudaban a proteger a Horus. Cuando Horus venció a Seth, Isis intercedió por la vida de su hermano; Horus se puso furioso contra ella y le cortó la cabeza; entonces Thot, por medio de sus palabras mágicas transformó su cabeza en la de una vaca y se la colocó. El día de plenilunio se le sacrificaba un cerdo, ya que Isis es también personificación de la luna, y en recuerdo de Seth quien, en forma de cerdo negro, devora periódicamente la luna, uno de los ojos de Osiris. Es imposible limitar sus atributos ya que posee los poderes de una diosa del agua, de la tierra, de la cosecha, de la estrella, como reina del Más Allá y como mujer y reunió en ella los atributos de todas las diosas de Egipto.

Isis y Horus niñoEs la protectora del vaso canopo representado por Amset. Representaba al viento del Oeste. Hija de Nut y Geb, esposa y hermana de Osiris y madre de Horus niño (Harpócrates). Nació en los dias epagomenos, junto con Osiris, Set, Neftis y Horus. Forma parte de la Enéada de Heliópolis. Una de sus representaciones más frecuentes es la de madre dando el pecho a Horus o al faraón representado como Horus, o con tocado de buitre y el disco solar entre los cuernos, en conexión con Hathor; en ocasiones lleva la doble corona con la pluma de Maat, o un par de cuernos en forma de lira . También aparece como milano o como vaca. Llevó atributos de todas las divinidades femeninas, que eran otras tantas personificaciones de Isis; así a partir del Reino Nuevo aparece como Hathor, con los cuernos liriformes y el disco solar, a quien quitó el papel de madre de Horus y con quien está estrechamente relacionada, de ahí que a veces aparezca como vaca o con cabeza de vaca y otras amamantando a su hijo.Pero también en su asociación con Hathor, y por tanto con Sejmet puede aparecer con cabeza de leóna, si bien esta manifestación es poco frecuente. Incluso fue identificada como la parte femenina del abismo acuoso primordial del que surgió la vida. A veces se la pintó como un milano sobre el cuerpo momificado de Osiris. Representada como mujer, no como diosa, lleva una cofia con el ureo sobre la frente.

Según el mito de Osiris fue Isis quien buscó y recuperó el cuerpo despedazado de Osiris, asesinado por su hermano Seth. Reconstruyó a Osiris ayudada por Anubis y Neftis e impregnada de su cuerpo concibió a Horus niño (Harpócrates) , quien más tarde vengaría la muerte de su padre.



Como Isis Faria, en la isla de Faros (Alejandría), era patrona de los marineros y llevaba un ancla o un timón como atributo. Se la asociaba con el sicomoro, atributo. Se la asociaba con el sicomoro, con el sistro y con el nudo mágico, llamado Tyt. Los griegos la identificaron con Perséfone, Tetis, Atenea, etc. En Behbet el-Hagar, en el Delta, había un templo dedicado a su culto, construido por Nectanebo II y conocido como Iseum; aunque el templo más importante estaba en la isla de Filé, trasladado hoy a la actual isla de Aguilkia cuando se construyó la presa de Assuán. No fue hasta la XIII Dinastía cuando se construyeron los primeros templos. Hasta esta fecha, Isis no gozaba de templos propios, pero en muchos de los consagrados a otras deidades se encontraba un recinto dedicada a ella. En una isla cercana a Filé, Bigeh, se encontraba la tumba de Osiris a la que Isis iba todos los días para realizar una libación y, cada diez días realizaba una ofrenda de leche. Otro rito consistía en que una vez al año la imagen de la diosa Isis se llevaba al quiosco reservado para ella en el templo de Hathor en Dendera, donde era expuesta a los rayos del sol para regenerarse. En Ajmim recibió especial dedicación como madre del dios Min. En Guizah fue adorada como "Isis Señora de las pirámides". Su fiesta se celebraba el día 6 del mes de Meshir y sus festivales los días 23 y 24 del mismo mes y el día 10 del mes de Pajon. Su culto se extendió por todo el Mediterráneo y resistió el auge del cristianismo hasta el siglo VI de nuestra Era. Fue la unica deidad egipcia que se mantuvo durante el Imperio Romano , hasta que su culto fue prohibido en el año 535, en tiempos de Justiniano.Su nombre es llevado por Isisnofret, mujer de Ramsés II.

Los primeros cristianos adoptaron gran parte del culto a Isis asimilándola a la Virgen María. Su función maternal, protecccionista y las imagenes de la Virgen María y el Niño están inspiradas en el culto a esta diosa.

jueves, 19 de marzo de 2009

El culto a Zeus nació en Arcadia



En el tercer siglo a.C., el poeta griego Calímaco escribió un "Himno a Zeus", preguntándole a la antigua y más potente deidad griega si él había nacido en Arcadia, en el Monte Lykaion, o en Creta, en el Monte Ida. Un equipo de arqueólogos griegos y estadounidenses, trabajando en un proyecto de prospección y excavación en el Monte Lykaion, cree tener una respuesta, al menos parcial, para la pregunta del poeta. Nuevas evidencias obtenidas en la excavación indican que el culto a Zeus se había establecido en el Monte Lykaion ya en el Período Heládico Tardío, si no antes, hace más de 3.200 años.

Según el investigador David Gilman Romano, de la Sección Mediterránea del Museo de la Universidad de Pensilvania, y uno de los codirectores del proyecto, resulta probable que un recuerdo popular de la gran antigüedad del culto sobreviviera allí, conduciendo a la afirmación de que Zeus había nacido en Arcadia.

La nueva evidencia que lo respalda viene de una pequeña zanja en el sur del Monte Lykaion. Más de cincuenta vasijas micénicas para bebidas fueron encontradas en el lecho de roca, al fondo de la zanja, junto con fragmentos de estatuillas representando humanos y animales, y un hacha de dos hojas en miniatura. También se encontraron huesos quemados de animales, principalmente de cabras y ovejas, otra señal que concuerda con la actividad del culto micénico.

Estas nuevas pruebas sugieren de manera ya muy sólida que en la cima de la montaña se celebraron fiestas, con ingestión de bebidas y quizá de alimentos, algo que podría calificarse de banquetes, en el Periodo Heládico Tardío, hace alrededor de 3.300 ó 3.400 años.

En la Grecia continental hay muy pocos altares o santuarios micénicos en la cima de las montañas, si es que queda alguno. El período en cuestión (siglos XIV al XIII a.C.) es aproximadamente el mismo período en que por primera vez documentos escritos en una forma arcaica de la lengua griega mencionan a Zeus, como una deidad que recibe ofrendas votivas.

Las evidencias sobre los períodos subsiguientes en la misma zanja indican que la actividad de culto en el altar parece haber continuado sin interrupción desde el periodo micénico, y a través del Periodo Helénico (siglos IV al II a.C.), algo que ha sido documentado en muy pocos lugares de la civilización griega. Han sido encontradas monedas de plata y otros objetos con inscripciones y grabados sobre Zeus, en niveles posteriores de la misma zanja. Zeus, como dios del trueno y del relámpago, es representado a menudo con un relámpago en su mano.

martes, 17 de marzo de 2009

Los cerebros de los creyentes y de los no-creyentes son diferentes


La fe en Dios y el fervor religioso reducen la ansiedad ante los propios errores, según un estudio

Las creencias religiosas ayudan a minimizar el estrés ante nuestros propios errores y ante lo desconocido, señalan los resultados de dos estudios realizados en la Universidad de Toronto con participantes de diversas religiones y razas, y también con personas no-creyentes. La amígdala cingulada anterior del cerebro de los individuos que creen en Dios se activa mucho menos cuando éstos cometen errores que en el caso de los individuos no-creyentes. Esta calma, sin embargo, puede ser contraproducente en algunos casos, advierten los científicos, porque la ansiedad ante nuestros fallos es lo que nos impulsa a cambiar o a mejorar nuestro comportamiento.


Creer en Dios puede bloquear la ansiedad y minimizar el estrés, señalan los resultados de dos investigaciones realizadas en la Universidad de Toronto, en Canadá.

Según publica dicha universidad en un comunicado en ambas investigaciones, dirigidas por el profesor de psicología Michael Inzlicht, los participantes fueron sometidos a la denominada tarea Stroop.

Esta tarea es una prueba de control cognitivo que se utiliza comúnmente para estudiar la capacidad de control de las interferencias automáticas y para medir procesos cognitivos, como la atención selectiva y la flexibilidad.

Mediciones con electrodos


Mientras los voluntarios realizaban la tarea Stroop, una serie de electrodos colocados en sus cráneos midieron la actividad de sus cerebros.

Así, se reveló que, comparados con los no-creyentes, los participantes religiosos mostraron una actividad significativamente menor durante la prueba en la corteza cingulada anterior del cerebro, un área que nos ayuda a modificar el comportamiento señalando cuando son necesarios el control y la atención, normalmente como resultado de algún hecho que nos produce ansiedad, como el cometer un error.

Cuanto más fuerte fuera el fervor religioso de los participantes, y cuanto más creían éstos en Dios, menor actividad se detectaba en su corteza cingulada anterior como respuesta a sus propios errores en la prueba, y menos cantidad de errores se cometían.

Según explica Inzlicht en el comunicado de la Universidad de Toronto, “se podría pensar que esta parte del cerebro es como una alarma cortical que suena cuando un individuo acaba de cometer un error o de experimentar una incertidumbre”.

Alarma cortical menos activa

Esta alarma, según han descubierto los investigadores, funciona más levemente en el caso de las personas religiosas.

Así, dice Inzlicht, “lo que hemos descubierto es que la gente religiosa, e incluso las personas que simplemente creen en las existencia de Dios, muestran menos actividad en el cerebro en relación con sus propios errores. Estos individuos sienten mucha menos ansiedad y se sienten menos estresados cuando cometen un error”.

Esta relación entre menor estrés y religiosidad se mantuvo intacta incluso al contemplar otras características de los participantes, como sus habilidades cognitivas o su personalidad: independientemente de ellas, los individuos religiosos cometieron menos errores en la taera Stroop que sus compañeros no creyentes.

Efecto calmante

Esta constatación demuestra que la fe tiene un efecto calmante en los creyentes, porque los hace sentir menos ansiosos frente a lo desconocido y ante sus propios errores.

Pero Inzlicht advierte de que la ansiedad es un “arma de doble filo”, que en ciertas situaciones nos ayuda y puede ser incluso necesaria.

“Obviamente, la ansiedad puede resultar negativa si se padece demasiado; el miedo nos paraliza. Sin embargo, también resulta una función muy útil porque nos alerta cuando estamos cometiendo algún error. Si no experimentamos la ansiedad cuando cometemos un error, ¿qué impulso tenemos para cambiar o mejorar nuestro comportamiento y no repetir los mismos fallos una y otra vez?”, señala el científico.

No depende de la afiliación religiosa

Según explican Inzlicht y sus colaboradores en el artículo original de este estudio, que fue publicado por la revista Psychological Science, estos resultados sugieren que las convicciones religiosas proporcionan un marco para la comprensión y las actuaciones dentro del entorno de cada individuo. Por eso, funcionan como un reductor de la ansiedad y minimizan la experimentación de los propios errores.

En la primera investigación, en la que se medía la relación entre el fervor religioso y la ansiedad, participaron 18 mujeres y 10 hombres, de diversas creencias religiosas: el 39% de los participantes eran cristianos, el 21% musulmanes, el 14% hinduistas, el 11% budistas, y un 15% eran de otras religiones o no-religiosos.

En la segunda investigación, en la que se relacionó la fe en Dios con el grado de ansiedad en la prueba Stroop, participaron 13 mujeres y nueve hombres de diversas etnias y razas: el 33% procedían de Extremo Oriente, otro 33% del sur de Asia, el 28% eran caucásicos, y el 6% restante pertenecían a otras etnias y razas. En esta parte del estudio no se registraron las afiliaciones religiosas específicas de cada participante.

lunes, 16 de marzo de 2009

Lilith


http://razonypalabra.org.mx/anteriores/n35/onajera.html
Hay que empezar diciendo que los datos más antiguos acerca de Lilith son escasos y se piensa que muchos de ellos también devienen de la confusión de los traductores ante textos de origen Arcaico,caso al parecer de la atribución de la deidad Lilith de la conocida placa Sumeria conocida.

Lilith fue creada igual que adán usando la misma tierra física, la envoltura fue dotada de una energía distinta (ying) la cual la hizo físicamente sensible, frágil, delicada y con una silueta con curvas, el hombre fue dotado físicamente de energía Yang la cual lo hizo físicamente fuerte, resistente, tenaz y con una silueta menos curva…, sin embargo, a la mujer se le entregó la energía Yang en el interior, y al hombre, la energía Ying en el interior…

La energía Ying y Yang se encontraban equitativamente distribuida por toda la unidad de su ser 50%, 50%. La mujer, Lilith al tener energía Yang en su interior, la convirtió en una mujer rebelde, independiente, entregada, fogosa, atrevida, astuta y con un sentido de libertad infinito, el hombre sin embargo, fue dotado de mucha sabiduría, sensibilidad, liderazgo y un ser muy practico, el don de reparar lo que sea.

www.letrasocultas.galeon.com/cvitae893593.html

Lilith, siempre fue una mujer alegre, llena de energías que disfrutaba el jugar con los animales, sentirse admirada por ellos, su belleza, su dulzura, sin embargo, Adán tenia que hacer todo el trabajo, dar nombre a cada creación, llegaba cansado de los duros días de trabajo, sin embargo nada mas el solo ver y sentir las energías de Lilith, lo satisfacía y caía rendido a sus pies…

Adán, empezó a intentar delegarle funciones a Lilith, de una manera algo…, obligatoria, el ser la primera creación de Dios, le dio la sensación de que podía mandar sobre ella, sin embargo ella se defendía diciendo que ambos habían sido creados de la misma tierra, por el mismo Dios y dotados de los mismos derechos en el paraíso…, y con eso siempre lograba vencer a Adán…

En varias oportunidades, Adán empezó a intentar imponer su fuerza sobre Lilith para intentar hacerla obedecerle, pero ella con su astucia siempre encontraba una manera de escaparse, ya sea con la seducción, o con el simple hecho de mirarlo a los ojos y paralizarlos ante el universo de su mirada.

El día llegó, el día en que debían procrearse…, Adán discutió con Lilith debido a que él quería estar por encima de ella a la hora de hacerle el amor (Posición del misionero), pero ella no lo iba a permitir por que Adán no era superior a ella como para dominarla dejándole estar encima de ella haciendo su voluntad, ella prefería abrazarse de lados sin que ninguno estuviera al lado del otro, la terquedad de Adán y Lilith por sus razones propias fueron tema de discusión durante muchos Días…

Adán siempre iba a quejarse con Dios, del por que hizo a la mujer tan indomable, y Dios le respondió, “tienes que aprender a dar antes de recibir”… Adán, nunca entendió..., intentó complacer a Lilith una noche, tratándola como una Diosa, pero a lo que el estuvo a punto de montarla en posición de misionero, Lilith lo empuja y se enfurece diciendo: “No me puedes comprar colocándome en un trono para conseguir tu propósito”. Eso hizo enfurecer tanto a Adán, que se monto encima de Lilith y estuvo a punto de violarla…, Lilith, no tenia escapatoria, no tenia suficiente fuerza para quitarse a Adán de encima, solo tuvo 1 sola salida… gritar el nombre prohibido de Dios…

Al hacerlo, Adán queda en shock, aturdido por las energías liberadas con la pronunciación de ese mantra (palabra de poder) prohibido, y Lilith sufre una transformación, le crecen alas en la espalda con la que logra escapar del Jardín de Eden…

Adán… pobre Adán…, nunca pudo entender a una mujer…, Nunca pudo entender que la mujer nació con el don de la creación y la voluntad, si hubiera sido menos machista, si hubiera utilizado su Ying para compenetrar con el Yang femenino…, si hubiera Armonizado con Lilith, ella se entregaría a su voluntad y permitiría dejarle estar encima de ella, solo para satisfacerlo y así ella disfrutar de las emanaciones de energía fogosa que genera el Yang masculino al estar en pleno apogeo…

La historia desafortunadamente termina mal para Lilith cuando huye del paraiso…, y Dios decide crear a Eva de la cintura del hombre, de una costilla, desde toda la mitad de su cuerpo, para que Adán entendiera que ella era igual que él, que no la saco de su cabeza para hacerla superior ni de los pies para hacerla inferior, si no de su costilla, en todo el medio de su cuerpo para que se complementaran como debían…, con esa sencilla explicación Adán pudo entender… que no tenia que domar a la mujer…, sin embargo algo ocurrió… al Tomar la costilla de Adán, de su interior…, la energía Ying de él disminuyo y la nueva mujer, Eva termino compuesta de mas energía Ying que Yang, y el hombre terminó con mas energía Yang que Ying…, y se perdió el balance perfecto de la creación Divina. Y la mujer quedo a merced del hombre durante muchísimos años, Dios conocía las consecuencias de ese acto, pero no tuvo mas remedio, Adán estuvo durando años hablando con Dios para tratar de comprender a ese ser llamado mujer, creación divina del padre…, pero Adán nunca entendió…, Dios tuvo la necesidad de tomar un trozo dentro de Adán mismo para poder intentar por ese medio aunque sea un poco de entendimiento hacia ella de parte del hombre... Además, Dios también sabia que la el penúltimo escalón de evolución femenina seria la primera mujer que él había creado, Lilith, así que esta vez, dejó al tiempo la tarea de que la mujer recupere su condición energética inicial.


LILITH EN SUMERIA Y MESOPOTAMIA.-


En la arcaica mitologia Sumeria los dioses emergieron de un mar infinito y abismal que representaba el caos primigenio.Lilith era la parte femenina de uno de los Abgal,siete semidioses hermafroditas que emanaron del abismo,y que eran servidores de los primeros dioses de las profundidades.
Lilith se trataba de un espíritu morador del viento nocturno(llamados Lilitu o Lamatsu) cuya misión era guardar las puertas que separan el plano espiritual y el físico,por tanto actuaba como guia hacia la inmortalidad,es representada llevando los anillos de Shem,los símbolos más antiguos para mostrar que alguien ha pasado a la inmortalidad cruzando el submundo para alcanzar la sagrada sabiduría del árbol del conocimiento.

Lilith es el espíritu del viento,representada como una bellísima doncella alada,cuya función era conducir a los hombres al templo de Ishtar para celebrar ritos sexuales con las sacerdotisas vírgenes con el fin de obtener una transformación espíritual y la regeneración del cuerpo físico prolongando la vida.De esta forma también se hacía al hombre partícipe activo de los misterios de la feminidad que normalmente hubieran estado velados para su sexo.

Así Lilith es la "mano de Ishtar",el vínculo de los hombres con los misterios del templo,que también incluían cierta alquimia física con la sangre menstrual de las sacerdotisas.Según Juan José Abenza este es el origen del término "Mujer Escarlata",que se sabe,utilizó el mago Crowley y que derivó del símbolo de la sangre menstrual "mágica" para relacionarse después con el cabello rojo.Así,no es casualidad que a la mujer pelirroja se le atribuya un gran poder sexual.

La representación de un espíritu Lamatsu es una mujer con cabeza de leona que lleva una serpiente en cada una de sus manos y va montada sobre el bote que surca el submundo.Pero la aparición de Lilith más antigua se encuentra en el prólogo del libro de Gilgamesh:

"Despues de diez años, el árbol había madurado. Pero mientras tanto, ella seguía consternada
pensando que sus esperanzas no podrían cumplirse porque durante aquel tiempo un dragón había construido su nido al pie del árbol el pájaro-zu estaba cuidando a su cría en lo alto y el demonio Lilith había construido su casa en el medio. Pero Gilgamesh, que había oido las plegarias de Inanna vino a su rescate. Cogió su pesado escudo mató al dragón con su hacha de bronce pesado que pesaba siete talentos y siete minas. Entonces el pájaro-zu voló hacia las montañas
con su cría, mientras Lilith, petrificada por el miedo derribó su casa y voló hacia el desierto."

En la Leyenda Asiria,Lilith es un espiritu protector y es representada al lado de los reyes sosteniendo en sus manos la vara y el anillo de la autoridad,coronada y flanqueada por el pájaro de la sabiduría y el león,señor de las bestias.Tras la llegada del patriarcado se puso fin a los ritos sexuales celebrados en el templo,eliminando la fuente principal del poder femenino ya que este era temido por su influencia sobre los hombres y por lo tanto debía ser controlado.El sacerdocio femenino desapareció y Lilith pasó a ser un demonio al que se le atribuían la muerte prematura de los bebés recién nacidos y los abortos naturales,así mismo también podía atacar a los hombres adultos provocándoles pesadillas,enfermedades,esterilidad o sorbiéndoles la sangre hasta la muerte.

El nacimiento de Jesús, el día más importante de la Historia


El día que nació Jesús de Nazaret es la fecha más importante de toda la Historia de la Humanidad. Así lo han decidido las más de 2.000 personas que han participado en la encuesta on line “¿Qué día cambió por completo la Historia?”, realizada por Muyhistoria.es, donde un 34,5% de los internautas han otorgado el primer puesto al 25 de diciembre del año 1 (en realidad una fecha aproximada elegida como convención por la Iglesia Cristiana).

El segundo lugar en la encuesta lo ocupa una fecha de tintes muy españoles: el 12 de octubre de 1492, el día en que Cristóbal Colón llegó a la isla de Guanahani. Era el Descubrimiento de América, una jornada a la que han otorgado su voto el 15,5% de los internautas. Una fecha mucho más reciente ocupa el tercer lugar en la lista: el 21 de noviembre de 1969. Se trata del día en que se transmitió el primer mensaje a través de la red ARPANET, entre las universidades norteamericanas de UCLA y Standford, que fue el germen de Internet.

Un 9% de los internautas han votado al 11 de septiembre de 2001 como la fecha más importante de la Historia, otorgando así el cuarto lugar al día en que los terroristas de Al-Qaeda atentaron contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington, asesinando a más de 2.000 personas. El quinto lugar, con un 8,8%, es para otra jornada sangrienta: el 6 de agosto de 1945, día en que se lanzó la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.

Completan la lista de las diez fechas fundamentales que cambiaron la Historia el 10 de marzo de 1876 (Alexander Graham Bell establece con éxito la primera comunicación telefónica del mundo), el 14 de julio de 1789 (Toma de la Bastilla, que supone el triunfo de la Revolución Francesa), el 20 de julio de 1969 (Viaje a la Luna), el 8 de noviembre de 1989 (se destruye el Muro de Berlín) y el 15 de marzo de 44 a.C.(asesinato de Julio César).

jueves, 12 de marzo de 2009

Los Elfos


Los elfos son humanoides de apariencia frágil y delicada, que viven durante cientos de años.

Es algo difícil tratar de explicar, o hablar sobre seres que no son espíritus, ni ángeles, ni humanos, pero, que, sin embargo, tienen algo de todos ellos y mas. Podemos darle el nombre genérico de elementales, espíritus de la naturaleza. Todo ellos habitan el Mágico Mundo de las Hadas.

Los elfos tienden a ser un poco más bajos y delgados que los humanos normales. Sus rasgos son finamente tallados y delicados, y hablan con tonos melódicos. Aunque parecen frágiles y débiles, como raza son rápidos y fuertes. Los elfos viven a menudo por encima de los 1.200 años, aunque mucho antes de este tiempo se sienten impulsados a abandonar los reinos de los hombres y los mortales. A dónde van no se sabe con seguridad, pero se trata de un innegable impulso de su raza.

Su aspecto físico es bastante similar al de los humanos, aunque tienen ciertas características, como sus orejas puntiagudas, su piel pálida y sus ojos almendrados, que los hacen bastante distinguibles de los hombres.

A pesar de ser menos corpulentos que los humanos (por término medio), tienen mayor agilidad y destreza en sus movimientos.

Un elfo se mueve con gracia y delicadeza, y de un modo tan sutil y silencioso que a veces es imperceptible su presencia. Este hecho les permite seguir con sigilo a un enemigo al que quiere espiar, o facilitar un ataque por sorpresa. Un elfo puede resultar prácticamente invisible en un bosque.

Los elfos tienen desarrollada la infravisión, por lo que no les resulta difícil moverse en la noche o por bosques donde no entra la luz solar.

Son grandes conocedores de los bosques, en los que habitan, y sus ropas en tonos verdes les permiten camuflarse en el bosque según su necesidad.

Es famosa la habilidad de los elfos con el arco. Son entrenados desde pequeños, y aunque también dominan la espada corta y larga, es con el arco con lo que un elfo combate eficazmente. Su agilidad les permite lanzar una flecha y moverse rápidamente para un nuevo disparo. Las mujeres elfas también son preparadas para la lucha. Es legendaria la leyenda de un ejército de doncellas elfas montadas sobre unicornios, que consiguieron grandes logros y victorias.

Los elfos suelen vivir en campamentos de unos 100 a 200 elfos, y son pocas las normas que la sociedad elfa tiene.

Generalmente, los elfos suelen ser muy individualistas, por lo que las leyes que cumplan serán las mínimas y más básicas. Les gusta realizar actividades que consideran agradables y alegres, como la música, el baile y la poesía.Todos estos seres son muy antiguos, algunos son pequeños y horribles. Cuando están de pie sus brazos llegan mas abajo de las rodillas. Son de abundantes y enmarañadas cabelleras. Poseen un talento especial para la maldad, aunque también existen Elfos bienhechores. Les encantan las raíces de los alerces. No aman la lluvia pero sí la tempestad. Sus orejas son puntiagudas y sus piernas como de alambre.



Que son los Elfos?


Es evidente que los Elfos se han popularizado a partir de las descripciones que de ellos hace Tolkien en El Hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion. Sin embargo, Elfos han existido en otras culturas, en los mitos y en las leyendas mucho antes. Es posible que la denominación provenga de la Mitología Nórdica, en la que Elfos eran el conjunto de todos los Seres Fantásticos que poblaban esas frías tierras. Sólo se dividían en los Elfos de la Luz y los Elfos de la Oscuridad, liosalfar y dopkalfar. Cuando los Elfos llegan a Escocia se identifican con Seres Feéricos de tamaño humano, y Elfame es el País de las Hadas. Por el contrario, en Inglaterra son las Hadas de tamaño diminuto las que reciben este nombre, y la literatura francesa y victoriana populariza esta figura minúscula que habita en las Colinas de los Elfos, confundiéndose en ocasiones con el Duende o el Gnomo, como ha sido habitual en los países mediterráneos e hispanoamericanos.

En las distintas lenguas nórdicas nos encontramos con los elves ingleses, los alfar germánicos, los elv daneses, los elfvar suecos, elfor o ellefolk escandinavos, alp y elbe alemán, aelpen anglosajón y alfa islandés. Sin embargo, podría indagarse en la denominación una posible raíz latina: albus, blanco. Las más bellas descripciones de los Elfos míticos las encontramos en Escandinavia, donde también se les conocía como el Pueblo de las Huldre. Los elfos escandinavos son miembros de una antigua cultura, amantes de la música, la danza y las artes. Dominan los secretos de la naturaleza y de las hierbas mágicas, conocen los astros y el futuro, viajan sobre los rayos del sol, pueden atravesar cualquiera de los elementos, pero prefieren la cercanía de las aguas.

¿Quién fue Jesús?


Un estudio de la Universidad de Göteborg (Suecia) ha analizado el personaje histórico de Jesús de Nazaret obviando toda explicación religiosa de sus actos para tratar de entender cómo percibía el Profeta-Mesías su propia identidad.

SINC
La tesis de Tobias Hägerland, de la Universidad de Goteburgo, en Suecia, se ha centrado en estudiar el personaje histórico de Jesús de Nazaret más allá de las versiones de los credos y los Evangelios, basadas en la fe religiosa .

Según el estudio, la proclamación del perdón de los pecados por parte de Jesús es la clave para entender cómo el Profeta-Mesías del final de los tiempos percibía su propia identidad, con un mensaje para el pueblo judío en el primer siglo de la era cristiana.

Para extraer información histórica de los tendenciosos relatos bíblicos sobre Jesús y entender cómo ese material histórico pudo haber sido interpretado en el primitivo entorno judío, Tobias Hägerland ha estudiado numerosos textos originales en diversos idiomas como el griego, el arameo, el copto y el etíope. Asimismo, Hägerland se ha apoyado en las investigaciones que se están realizando actualmente en el ámbito académico internacional sobre el Jesús histórico.

"Los textos sobre Jesús y el perdón de los pecados constituyen una buena muestra de cómo los Evangelios entremezclan información histórica con conceptos e interpretaciones religiosas," explica el investigador.

Tal y como se muestra en dichos textos, la idea de Jesús sobre el perdón difiere en diversos aspectos de aquella que tenían los primeros cristianos, lo que apunta a la existencia de un núcleo histórico común en los textos.

Por otro lado, el relato que recogen los evangelios sobre la negativa reacción de los adversarios de Jesús a sus actos no resulta históricamente creíble, a la luz de otros textos judíos sobre la mediación humana en el perdón. En este punto, la comparación con la antigua escuela retórica pone de manifiesto que los elementos polémicos de estos relatos pueden deberse a estrategias retóricas, más que a un conflicto histórico entre Jesús y los escribas de su tiempo.

La tesis rememora un par de pasajes parcialmente inadvertidos por los primeros autores judíos que parecen expresar la idea de que los profetas podían perdonar los pecados, es decir, transmitir a los seres humanos el perdón de Dios. Una de las conclusiones de Hägerland es que tanto el propio Jesús como los demás le consideraban un profeta.

"Pero no sólo un profeta, sino el Anunciado por el Espíritu", afirma Hägerland. Jesús sería entonces "el último y mayor profeta que Dios, según la opinión general de la época, envió al pueblo de Israel".

Como taumaturgo y predicador, Jesús ejerció esa misión de diversas formas que incluían la predicación y la transmisión del perdón.

miércoles, 11 de marzo de 2009

El futuro de las Religiones: Una visión de la biología evolutiva


La biología evolutiva es una ciencia, enraizada en varias otras ciencias en forma interdisciplinaria, como la genética, ecología, anatomía comparada, paleontología, geología, física, química y otras, que busca entender la dinámica evolutiva de la vida sobre nuestro planeta. La pregunta mas importante que se hace la biología evolutiva ante los fenómenos biológicos es ¿Cual es su valor adaptativo? Por ejemplo, en el caso del vuelo de los pajararos, el valor adaptativo de esta conducta ciertamente es el de movilizarse eficientemente y escapar a los predadores. En el caso de las conductas sexuales, el valor adaptativo evidentemente es el de la reproducción, permitiendo la perpetuación de la especie. Ahora bien, ¿Cual sería el valor adaptativo de las religiones?Me atrevo a proponer dos funciones adaptativas para las religiones: El manejo del Conocimiento (por ejemplo el manejo del miedo a la muerte) y el logro de la Cohesión Social.



El manejo del conocimiento es un proceso complejo, ya que diferentes niveles del conocimiento deben de manejarse en forma diferente. Las religiones parecen ser muy buenas en manejar lo desconocido y lo apenas conocido.Por otra parte, es evidente que la religión confiere fuerza y coherencia al grupo. No hay grupo humano primitivo que no comparta algún marco de referencia religioso-espiritual. Este marco es el que permite la existencia del grupo y cementa su cohesiónAntes de analizar estos dos aspectos, desde el punto de vista de la biología evolutiva, requerimos hacer una pequeña exploración científica en la historia de nuestra especie.A vuelo de pájaro, analizando la historia del cosmos y el de la vida, con ventanas temporales que aumentan su resolución logarítmicamente, observamos como el fenómeno de la vida es reciente en la historia del cosmos y la emergencia de los humanos es reciente en la historia de la vida.



Sin embargo, dentro de la dinámica de la emergencia de la vida, las conductas relacionadas con el amor, el respeto y la moral han aparecido muy temprano, marcando nuestros genes e incorporando sus mecanismos neurofisiológicos en nuestra fisiología. Estas conductas están fuertemente relacionadas con sentimientos religiosos. La neuroquímica nos enseña que las hormonas que modulan el amor, la solidaridad social, el vinculo en los negocios y los sentimientos religiosos son las mismas. Una de ellas, que parece jugar un papel muy importante en el disparo de estos sentimientos, es la oxitocina (CYS – TYR – ILE – GLN – ASN – CYS - PRO – LEU - GLY).Estos descubrimientos nos permiten visualizar que el cemento emocional-social base de las organizaciones sociales en animales no es muy diferente a lo que sentimos los humanos. Esto es, la biología tiene mucho que enseñarnos en la comprensión de los fenómenos sociales

Ciertamente, la aparición de religiones mas estructuradas vino acompañada de una estructuración mas sofisticada de las sociedades humanas.





Es solo a partir de los Sumerios que tenemos registros escritos de nuestra historia. Estos registros nos revelan la existencia de religiones con un número sorprendente de elementos que todavía hoy en día mantienen nuestras religiones.La emergencia de la ciencia ha transformado nuestra civilización de forma tan profunda que ha afectado a toda la humanidad y ciertamente determinará el futuro que tomarán las religiones. Es el momento de regresar a nuestras cuestiones iniciales.En cuanto al efecto de la religión sobre la cohesividad social, la historia nos enseña que la religión siempre ha estado ligada al poder y es en la mayoría de los casos su símbolo más importante.Aga Sofía, la actual mezquita de Estambul, símbolo del poderío islámico fue por siglos el orgulloso símbolo del cristianismo durante el imperio romano.



En general, la historia de las religiones no es separable de la historia de nuestra civilización, de la historia de las guerras, de nuestros imperios y de nuestros orígenes.Al igual que muchas culturas, muchas religiones se extinguieron. Fueron las religiones asociadas con estructuras socio-políticas exitosas las que sobrevivieron hasta nuestros días.En este sentido, podemos predecir con cierto grado de confiabilidad, que en el futuro, las religiones deberán adaptarse a un mundo mas globalizado, mas tolerante y más pacifico, fomentando la armonía y la paz entre los hombres más que el predominio sobre otros o la hegemonía entre los humanos. En cuanto a la función cognoscitiva de las religiones, esta sufrirá cambios muy importantes en el futuro. La relación entre ciencia y religión no ha sido harmónica siempre. En momentos pasados y actuales, esta relación ha sido conflictiva y llena de contradicciones.Es ciertamente la ciencia la que esta expandiendo el mundo de lo medible a expensas del mundo de lo desconocido.

Nuevos descubrimientos de la ciencia abren mundos que nuestros antepasados no podían ni imaginar hace dos mil años, época en la que se consolidaron varias de nuestras religiones. Nuevos conflictos entre ciencia y religión están apareciendo. Uno de ellos en la visión que la humanidad va descubriendo sobre los procesos reproductivos. La clonación, la reproducción in vitro y la ingeniería trans-génica despertarán ciertamente nuevas áreas de conflicto entre ciencia y religión.

Es probable, que al igual que en la historia evolutiva de nuestra especie, sea la razón que vuelva a triunfar. Ello nos permite predecir que las religiones deberán ser cada vez más tolerantes a los descubrimientos científicos, centrando su actividad cada vez más en asuntos del espíritu y menos en asuntos de ingeniería social y del manejo de conocimientos.

martes, 10 de marzo de 2009

Ozonis



Fans que besan estrellas, devotos que besan altares, solteros que besan el suelo, actores porno que no se besan, chicas a las que persiguen por besarse y hasta aliens que besan mujeres: con la idea de rastrear las múltiples formas que toman los besos en historias de amor que suceden en todo el país, el periodista Julián Gorodischer escribió La ruta del beso (Norma). A continuación, uno de los episodios más jugosos: el de la chica de Capilla del Monte que mantuvo un encuentro sexual con un extraterrestre.

Por Julián Gorodischer

La primera vez que recibió a la criatura de otro mundo en su dormitorio, la miró, sorprendida ante su propia templanza, y se preguntó en voz alta: ¿Por qué no me habla? ¿Será mudo el pobre? La historia real del contacto entre la mujer y el hombrecito se detalla en el libro Ozonis, firmado por Martha Green: no es la narración del polvo de una noche, sino un vínculo estable de pareja que se sobrepuso a la presencia del marido durmiendo del lado derecho de la cama matrimonial. La sensualidad –escribió– era diferente, pero aún hoy no sé en qué consiste esa diferencia. La unión culminó en un éxtasis que yo no había experimentado antes; sentía una gran ternura hacia ese extraño ser que, con infinita dulzura, me había hecho vivir con tal intensidad...

El dueño del puesto de libros usados me mira fijamente, como si quisiera hacerme entender que la continuidad de la lectura de Ozonis exige el pago de los ocho pesos con cincuenta, y decido pagar. Luego consulto con expertos en otros mundos, y me informo de que la visita en dormitorio es un género versionado a través de diversas gamas del relato erótico, con variantes castas como la impostación de manos del ser gris sobre el abdomen de la durmiente y otras zarpadas como la de Martha, que en un principio se cuestionó tímidamente su infidelidad con el extraterrestre hasta que el ser gris le hizo comprender que estaba entrando en una zona avanzada de pensamiento, más allá de los límites de la monogamia y la familia tradicional.

Hay una localidad, en la Argentina, en la que se concentra una densidad desproporcionada de visitadas en dormitorio; el sitio es Capilla del Monte, en Córdoba, capital nacional de la ovniología y la medicina natural. Allí, se resignifica el estigma del invasor hostil, adaptado a una mitología de las distintas posibilidades del imaginario amoroso tradicional: amar más allá de lo que se ve, vencer distancias con el sentimiento, establecer comunicación no percibida por los otros y construir belleza incluso en la fisonomía monstruosa del macrocefálico y ojisaltón ser gris, así descripto por el sinfín de visitadas desde sus bitácoras subidas a Internet....

Durante los últimos años, los newagers fueron llegando a esa ciudad para buscar contactos extraterrestres, o un poco de tranquilidad, o un nicho ideal para el reiki. Y los servicios reemplazaron como actividad principal a la explotación de mano de obra barata en el cultivo. Pero la exclusividad en el destino de las visitas en dormitorio para las mujeres lleva a pensar en una organización que sigue siendo eminentemente machista, y que replegó a las visitadas en un rol pasivo y reverencial hacia los seres grises. Sería imprescindible un viaje a esas sierras para chequear este colmo de lo incognoscible, ese amor mixto que me permitiría ir un paso más allá del fan y el devoto en el amplio espectro de la contrariedad, adentrándome en los misterios de ese desvivirse, debatirse por un objeto impenetrable que es religión pura.

Todo el pueblo está decorado con imágenes del aparecido: el ET luce como un ser gris, de cabeza enorme, ojos negros como de hipotiroideo, trajecito ceñido al cuerpo y manos huesudas. En las tiendas de souvenirs, se lo consigue personificado en distintas opciones: ET abrazado a una cerveza Antares, ET Papá Noel, ET llavero, ET perchero, ET portalámparas, ET con remera que dice: "I Love Uritorco". Junto a las cajas de La Pirámide Misteriosa, me espera Dominique Beltrán, visitada con la que acordé una reunión que está por comenzar. La punción de Dominique no se asocia, en su relato, a la invasión del instrumento quirúrgico ni al dolor o el miedo sino al esplendor de la carne. Me dijo: "Es difícil de explicar. Primero fue la sensación del escalofrío, los pelitos de punta, la piel de gallina. Luego fue una corriente eléctrica muy tenue, vivificante, como si me inocularan un elixir que me iba rejuveneciendo, cinco, diez, veinte años. De pronto, ya era una niña; volvía a asomarme al mundo con una curiosidad y un entusiasmo que había perdido. El verde era más verde, las sierras eran apariciones deslumbrantes; el mundo era nuevo a mis ojos; yo levitaba, y los seres desde el suelo me impulsaban a seguir subiendo, con sus manos en alto".

Simulo interés, pero padezco el desfasaje entre la expectativa generada por mi traslado a otros mundos y la caída en el cliché irónico; ya hubo miles de desmitificadores en el pueblo, y se ganaron el repudio de los avistadores de OVNIs. ¿Antídoto contra el sarcasmo? La confianza. Pido a Dominique detalles de la punción. "La pieza se iluminó como si fuera de día. Hubo un chasquido, y luego un zumbido muy fuerte captado por un solo oído. Luego pasó..." Dominique y sus compañeras refundaron la simbología alien que se instaló junto con la difusión de los expedientes de Rosswell, Nuevo México (1947). Hasta la irrupción de las visitadas, reinó la fisonomía del enano macrocefálico como excusa para encarnar la fantasía de invasión, dando lugar a un enorme repertorio de variantes de holocaustos humanos hasta llegar al más masivo y popular en la versión televisiva de Los expedientes secretos X. No hace mucho, una inversión positiva hizo que, en las sierras cordobesas, Dominique encontrara su éxtasis en la punción, así como Martha Green atribuye al ser gris la tersura y la fibra que le faltaban al panzón del marido que dormía junto con ella en la dos plazas: las visitadas tienen tanto amor para dar que lo llevan más allá de los sentidos divulgados por la cultura de masas. Su entrega a lo incognoscible es la manifestación más abstracta de la contrariedad: dan sin recibir más que una punción, se destinan a un cuerpo y una materia asquerosos para el común de los mortales...

Pero luego sucede lo imprevisto: las visitadas se empezaron a hacer correr el rumor de que yo las estaba tomando para la chacota. Sin embargo, no sé de dónde lo sacaron: jamás me tenté con una carcajada maníaca en su presencia (lo hice a solas, caminando por la techada, porque me dio gracia el ET encendedor en manos de una fumadora compulsiva). Mis preguntas no escarbaron en los detalles sexuales y me referí a las visitas como "los contactos", para no restringir sus relatos a los términos de la comunicación unidireccional que los relacionaría con la matriz argumental de las historias de invasión. El plan era organizar una visita a las grutas de Ongamira con las faltantes. Allí se produjo un suicidio masivo de comechingones en el siglo XV, para no ser vulnerados por la invasión conquistadora, que cargó al lugar de una energía especial, propicia para encarar avistajes de OVNIs. Pero ya se me comunicó que la excursión quedaba suspendida hasta nuevo aviso.

El silencio me impide conocer los entretelones del beso de Majo Guerra. Es la única de las visitadas en dormitorio que se refirió a un contacto erótico con el ser gris; ni siquiera la escritora Martha Green da detalles en Ozonis de cómo fue el acto en sí. En cambio, Majo había empezado a describirlo: "Creía estar soñando, pero no: estaba totalmente despierta. Qué ojos tan grandes tienes, le dije. Cierra los ojos e igual me verás, me contestó. Qué ojos lindos y tan grandes, repetí. Observa bien, ¿te das cuenta de que no son ojos? ¡Son lentes! Mis ojos son iguales a los de ustedes, me aclaró. Estás encandilada pero al revés. Todavía recuerdo su beso sobre mi frente. ¿Ves esta mancha? (como un tercer ojo grisáceo, en el entrecejo). No me la produjo el sol".

Justamente cuando teníamos una cita pactada para seguir conversando sobre aquella manchita, ese tercer ojo que la remonta a un beso furtivo a plena luz, pero en un interior oscuro, ella también se dejó influir por la ola negativa y acató el veredicto del remisero El Negro, mi contacto con la gente del lugar: "Acá nadie va a hablar"...