sábado, 31 de julio de 2010

El Eter



El éter
La noción del éter fué apoyada por Descartes (nació en 1596), para explicar la transmisión de la fuerza especialmente entre objetos no contiguos, dado que todo está inmerso en él. Descartes buscaba explicar todo fenómeno físico por medio de modelos mecánicos que se describen por ecuaciones matemáticos y el éter servía perfectamente para este propósito.

Robert Hooke (1635-1703) atribuye la emisión de la luz a un movimiento vibratorio muy veloz y de muy pequeña amplitud y su propagación se explicaba con la vibraciones dle éter. Newton rechazó estas ideas.

John Bernouilli (1710-1790) supone que existen remolinos de éter que se expanden y presionan a remolinos vecinos y la luz se propagaría por intermedio de los remolinos.

Maxwell había predicho la existencia de ondas electromagnéticas y efectivamente Hertz las descubrió experimentalmente, ya que las ondas conocidas necesitan de un medio material para propagarse, por ejemplo el sonido en el aire, agua o en metales, cuyas moléculas o átomos vibran; el medio que permite que las ondas electromagnéticas se propaguen sería el éter el cual es invisible, sin peso, presente en todo el espacio . Ya que las ondas transversales existen tan solo en los sólidos, el éter tendría que ser sólido, pero si lo llena todo cómo no se encuentra resistencia? Mendeleyev (Dimitri), le dió un número atómico cero y lo colocó en su tabla periódica.

Young y Fresnel atribuyeron al éter la propiedad de comportarse como un sólido elástico para poder explicar la propagación de las ondas transversales que oscilan a grandes frecuencias, (a semejanza con los sólidos, las oscilaciones de los átomos son de gran frecuencia debido a la velocidad de propagación de la onda) pero entonces la objeción inmediata fué , cómo es que los astros que se desplazan a través del éter no encuentran resistencia? Stokes le atribuye las propiedades de un sólido elástico que puede oscilar tan rápidamente como la luz, a la vez que se comporta como un fluído (cuya viscosidad serí,muy cercana a cero) que permite el paso muy lento de los astros. Lo cual también conlleva a nuevas dificultades, pues para explicar la transmisión de la luz de las estrellas, el éter debería llenarlo todo, y el éter debería interactuar con la materia ya que la velocidad de las ondas de éter, la luz, se ve afectada por ella a través del índice de refracción.

Fresnel supuso que cuando un cuerpo se encuentra en movimiento, parte del éter viaja con el cuerpo y parte permanece estacionario.

Durante la segunda mitad del siglo XIX fueron innumerables las discusiones y tratados sobre el éter lumnífero. Los grandes científicos de la época incorporaron al éter en sus teorías y discutían sus propiedades.

¿EXISTE EL ÉTER?
LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD, ¿EN JUEGO?
Si se confirma que en el espacio existe una sustancia de características similares a las que se atribuyen al éter, la Teoría de la Relatividad de Einstein podría estar en juego. No es una hipótesis fantasiosa: algunos científicos actuales, como James de Meo, están convencidos de que vivimos rodeados por una sutil fuerza energética.

EL EXPERIMENTO DE MICHELSON- MORLEY: UN DILEMA SIN RESOLVER

A finales del siglo XIX los científicos creían que, al igual que el sonido, la luz necesitaba un medio para propagarse y que este medio era el éter. Sin embargo, este supuesto se vino abajo tras el experimento realizado en 1887 por los físicos Albert Michelson y Edward Morley. Dicho experimento se convirtió además en el más famoso en la historia de la física, porque permitió confirmar la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein. El experimento de Michelson-Morley tenía como objetivo medir la velocidad relativa a la que se mueve la Tierra con respecto al éter. Si el éter era real, nuestro planeta tendría que moverse por él como lo hace un avión por el aire, produciendo un “viento” de éter claramente detectable. Para comprobarlo, Michelson y Morley compararon la velocidad de dos haces de luz a lo largo de dos trayectorias diferentes. Cuando hicieron su experimento con un interferómetro creían que el “viento” del éter afectaría más intensamente a un haz de luz que se trasladara en paralelo al movimiento de la Tierra que a un haz que lo hiciera en ángulo recto. Sin embargo, el interferómetro se comportó como si no hubiese “viento” de éter, es decir, en vez de registrar las presuntas propiedades del éter no mostró alteración alguna en la velocidad de la luz. El resultado de este experimento se convirtió en una fuente de conflictos: al margen de la forma que tuvieran, las ondas lumínicas no podían comportarse según las leyes de la mecánica en un medio físico. Y, si no era así, ¿cómo podía decirse siquiera que fueran ondas? Había dos soluciones al problema: o el éter existía y el experimento no había logrado detectarlo o el éter no existía y la luz no era una onda. El dilema no se ha resuelto. Los científicos siguen debatiendo todavía diferentes hipótesis sobre el éter y sobre las propiedades de la luz.

EL "VIENTO DEL CIELO"... Y EL QUINTO ELEMENTO

El término éter deriva de la palabra griega aether, que significa “viento superior” o “viento puro y fresco”. Aether era el antiguo dios griego del cielo superior y la personificación del espacio y el Paraíso. En su cosmogonía, Hesíodo indicaba que “en el origen de las cosas era y estaba Cronos [el Tiempo]. De él salieron Éter y Caos, cuya unión hizo aparecer el huevo cósmico, huevo de plata, enorme...”. Asimismo, en la filosofía griega, el quinto elemento se llamaba “éter”. Dice Plutarco: “Al quinto elemento lo llaman algunos cielo, algunos luz, otros éter”. Para los filósofos de la antigüedad el éter era algo espiritual-material de orden superior, de materialidad distinta a la física. Una sustancia capaz de llenar cada punto del espacio y un medio de transmisión necesario, ya que de él dependían, por ejemplo, la velocidad de propagación de la luz y del sonido. El éter se consideraba, en definitiva, el marco de referencia global para todo el Universo y, por tanto, cualquier consecuencia física de esas velocidades se consideraba absoluta, es decir, con efectos reales. Sin embargo, debido a los resultados del experimento de Michelson-Morley, los científicos contemporáneos consideraron superadas las antiguas teorías, descartaron la existencia del éter y le encontraron un sustituto en la materia oscura, responsable –por el momento– de la conducta de las galaxias.

¿AETHER O ETHER?: DOS TÉRMINOS PARA EL MISMO ELEMENTO

E l medio hipotético a través del cual los antiguos filósofos y físicos creían que se propagaba la luz ha sido deletreado de dos formas: ether y aether. Esta última la modalidad fue empleada extensamente por los filósofos y los ocultistas medievales en sus escritos. En el período comprendido entre 1850 y 1920, cuando la cuestión del éter se puso de moda entre físicos como sir Oliver Lodge, Michael Faraday, Nicola Tesla, Albert Michelson y Edward Morley, el término se deletreaba ether. Sin embargo, en la década de 1950 reapareció de nuevo la denominación medieval aether, probablemente como un intento de relegar el éter del espacio al reino de la especulación absurda y de la historia antigua.

lunes, 26 de julio de 2010

La esperanza es posible ante un universo finito


Los pronósticos científicos recientes acerca del destino del universo, más allá de diversos matices y versiones, exhiben un mayoritario consenso respecto de aguardar una muerte térmica de escala cósmica, esto es: una disolución final de la armonía física universal, y la ulterior permanencia de una materia carente de estructuras capaces de generar vida. La cosmología plantea aquí un genuino desafío a la escatología, ya que ésta proclama, antes bien, una plenitud de alcance universal, cuando acontezca la resurrección escatológica de los muertos. En efecto, el Magisterio de la Iglesia presenta a la Segunda Venida como un acontecimiento que, aunque es meta-histórico, tendrá lugar a la vez en la historia tanto de la humanidad como del universo material en su conjunto. Así pues, en esta situación, no resultarían indiferentes los posibles escenarios cósmicos en los que tal consumación habrá de tener lugar. He aquí una verdadera superposición de ámbitos que plantea un estimulante debate. El Papa Juan Pablo II es, probablemente, el primer Pontífice que percibió esta aparente paradoja, refiriéndose al tema en una famosa carta al Director del Observatorio Vaticano en 1988.

resentaremos, a modo de ejemplo disparador, una nota periodística aparecida en el diario La Nación", cuyo sugestivo título reza "El destino del universo es disgregarse", publicada el 6 de noviembre de 2007 y firmada por Nora Bär. Recogiendo las implicaciones de esta reciente noticia, reseñaremos muy sucintamente el estado actual de la cuestión del futuro del universo en la cosmología científica. A continuación, cotejaremos estos datos con el pensamiento de Juan Pablo II, a fin de resaltar su vigencia, en particular en una carta que este Pontífice envió al director del Observatorio Vaticano. Concluiremos con algunas reflexiones personales que procuraran discernir caminos que encuentren la armonía entre ciencia y fe en su interacción en esta desafiante cuestión.

En la precitada nota "El destino del universo es disgregarse", la redactora reseña que, a partir de las investigaciones (iniciadas en 1995) sobre un cierto tipo de estrellas (supernovas) situadas en "los confines del universo visible", se concluyó "que el destino del universo es disgregarse en el infinito. Es más, las mediciones de los investigadores indicaban que el cosmos se estaba expandiendo a una velocidad cada vez mayor impulsado por una fuerza oscura que contrarresta la gravedad y surge de la nada".

"Básicamente, los resultados de nuestras observaciones indican que el universo se expande hoy más rápido que en la época en que nació el sistema solar, y que los objetos se alejan a una velocidad proporcional a su distancia; es decir, que cuanto más lejos están, más rápido se alejan", explica el argentino Alejandro Clocchiatti, miembro de uno de los grupos de investigación (High Z Supernova Search Team). Así pues, los científicos se encontraron con una sorpresa: "El universo no se desacelera ni mucho ni poco... sino que se acelera".

"Llegará un momento", prosigue Clocchiatti, "en que la velocidad de los objetos muy alejados se acercará a la velocidad de la luz. Sólo quedarán dentro de nuestro universo visible los objetos que están ligados a nosotros gravitatoriamente, nuestro vecindario cósmico". Pero podría suceder algo aún peor: más allá de un escenario de "islas" aisladas en el espacio, esta aceleración cósmica disgregase "incluso el sistema solar y la Tierra misma".

Ahondemos brevemente en esta referencia periodística.

Entropía y evolución del universo

Examinando los datos de la cosmología científica comprobamos, por un lado, que el universo se nos manifiesta como fértil: abierto, evolutivo y lleno de posibilidades para el desarrollo de la vida, con su proliferación de fuentes de energía. En efecto, dentro de su radio observable de unos 14.000 millones de años-luz, contiene unas 100.000 millones de galaxias (entre ellas, nuestra "Vía Láctea"), cada una de las cuales tiene a su vez unas 100.000 millones de estrellas. Cada una de estas innumerables estrellas constituye en sí misma la unidad generadora de energía por excelencia.

Simultáneamente, existe un proceso físico cuyo accionar parecería contradecir este panorama de universal fertilidad: Los cosmólogos pronostican una muerte térmica universal, a saber, el colapso de sus estructuras sustentadoras y generadoras de vida (tales como estrellas y galaxias), que culmina con la disgregación de las mismas unidades elementales de la materia estructurada (protones). Este oscuro escenario surge de la insidiosa acción de una fuerza llamada entropía (del griego "transformación").

En el año 1865, Rudolf Clausius (†1888) formuló su famosa "Segunda Ley de la Termodinámica". En su forma más sencilla, esta Ley afirma básicamente que el calor fluye desde una zona de mayor temperatura (o de mayor agitación energética) hacia una de menor temperatura. Dado que el flujo calórico es unidireccional, el proceso es irreversible en el tiempo. Como consecuencia, la entropía de todo sistema aislado crece, hasta que acontece por fin un equilibrio termodinámico, en el que las moléculas se encuentran distribuidas homogéneamente y tienen una temperatura uniforme.

Se dice que entonces el sistema alcanzó su máximo desorden, pues ya no existen estructuras organizadas sino una uniformidad indiferenciada. Analógicamente, resultan más ordenados unos libros clasificados alfabéticamente en una biblioteca que desparramados por el suelo.

Ahora bien, si el universo como conjunto se considera como un sistema cerrado (no existe nada fuera de él) entonces la 2ª Ley predice que la entropía global del universo siempre crece. Este movimiento implica una creciente tendencia al caos y la muerte: Sucede que, como consecuencia inevitable, el universo se verá finalmente desprovisto de su capacidad de generar energía, al no poder intercambiar trabajo entre fuentes de diferentes temperaturas; en ese momento, se convertiría en un lugar muerto y estéril. A este estado se lo conoce como la "muerte térmica del universo".

Es cierto que además de la flecha entrópica es menester admitir otro proceso de sentido opuesto: la dirección del orden creciente del universo (o "neg-entropía"). Luego del "Big Bang" inicial, fueron plasmándose sucesivamente entes como quarks, átomos, moléculas, galaxias, estrellas, y, posteriormente, las encumbradas realidades de la vida y la conciencia. Han surgido, pues, sistemas progresivamente organizados. Sin embargo, el mantenimiento de estas estructuras vitales genera, a la par, entropía. Así pues, la entropía total del universo crecería aun cuando decreciera la entropía de un sistema en particular. (Volviendo a la analogía de los libros: mientras que existen una infinidad de modos de desparramar una colección de libros por el suelo en desorden, hay uno sólo en el que quedan ordenados alfabéticamente, y, por eso, es necesario invertir en esta tarea mayor trabajo e información).

En conclusión: La flecha de la entropía crece, mientras que la flecha de creciente organización, yendo a contracorriente, desaparece gradualmente.

Entropía y destino del cosmos

La progresiva e inexorable victoria de la entropía sobre la neg-entropía determina la evolución futura de las fuentes generadoras de vida, y, con ésta, el destino de la vida misma. Las estrellas, como principales unidades generadoras de energía, son las directas responsables de las manifestaciones vitales que conocemos. Su tiempo promedio de vida "fértil" oscila entre 10.000 y 15.000 millones de años. Durante esta etapa, las estrellas viven gracias a un sutil equilibrio entre la expansión, causada por la fuerza termonuclear que surge de la transformación del Hidrógeno (H) en Helio (He), y la contracción, producida por la fuerza gravitatoria. Cuando por fin se agote el H por haberse transformado totalmente en He, su temperatura superficial descenderá lentamente, y en su interior comenzará una nueva fusión nuclear (esta vez a partir del He residual de la etapa anterior), que hará que la temperatura interna aumente paralelamente.

La estrella romperá, al cabo, su equilibrio interno; el incremento de las tensiones superficiales ya no podrá ser contenido por la gravedad, y la estrella aumentará considerablemente de tamaño, mientras que su temperatura superficial descenderá, y su cuerpo virará al rojo. El desenlace final de la vida de la estrella dependerá decisivamente de su masa inicial: Puede terminar tanto pacíficamente, en un cuerpo opaco, de ínfima radiación, llamado "enana marrón" (tal será el caso de nuestro sol), como violentamente, en una explosión de supernova.

Las galaxias, en cuyo seno se producen las estrellas, también encontrarán un similar término. Su declinación comenzará dentro de 10.000 millones de años, cuando la mayor parte de las estrellas que hoy contemplamos haya desaparecido. Si bien, surgirán otras nuevas que ocuparán su lugar (en virtud de la contracción de las nubes de gas acumulados en sus brazos espirales), esta materia, al cabo, se agotará. Conforme vayan apartándose unas de otras, las galaxias consumirán todas sus reservas de gas para formar nuevas estrellas, y las antiguas se apagarán y morirán.

Finalmente, llegará el colapso de todas las estrellas en el interior de cada galaxia, dentro de unos 1.000 billones de años. Conforme el universo se expanda, estas menguantes galaxias irán diluyéndose gradualmente, apagándose y extinguiéndose.

En un futuro inconcebiblemente lejano, toda la materia organizada terminará finalmente por desaparecer: Los protones terminarán por decaer o desintegrarse (según las estimaciones más frecuentes, dentro de unos 10 elevado a 37 años), transformándose en un mar inconcebiblemente tenue de partículas disgregadas: fotones, neutrinos, y un número menguante de electrones y positrones, cada vez más alejados unos de otros. Éste sería el último y definitivo acto del cosmos.

La expansión acelerada del cosmos

Hasta hace unos pocos años los cosmólogos suponían que, por lógica consecuencia de la fuerza de gravedad (que actúa como freno a la velocidad de alejamiento de las galaxias), la tasa de expansión del universo se hallaba en constante disminución a partir del "Big Bang" que le dio nacimiento. Por eso, se creía que la cuestión de su destino dependía en gran medida de su cantidad total de materia (es decir, si la velocidad de expansión de las galaxias sería suficientemente rápida como para igualar o vencer la fuerza gravitatoria de la masa total existente). Desde hace ya décadas, los cosmólogos habían ya coincidido mayoritariamente en que el destino más probable era el de expansión indefinida.

Gracias al nuevo descubrimiento referido ya en la nota periodística inicial, este escenario pronosticado, lejos de verse refutado, se manifestaba más cierto y próximo de lo que se había supuesto inicialmente: Los astrónomos advirtieron no sólo que el universo se expandirá para siempre, sino que lo hará a velocidades siempre crecientes. Esto aceleraría aún más su proceso entrópico, aunque la incidencia en el acortamiento de los plazos previstos es aún por demás incierta.

Este aceleramiento se generaría gracias a la llamada "energía del vacío" o "energía oscura" que surge en el nivel cuántico de un espacio aparentemente vacío. En la medida en que el universo se expande, la materia se hace menos densa y la gravitación decrece; así, esta fuerza de repulsión cósmica termina por dominar, causando, en vez de la esperada desaceleración, una aceleración en la velocidad de la expansión. La energía oscura ha venido a constituir, pues, una contrafuerza de la atracción gravitatoria de la materia total existente en el cosmos (sea visible u oscura); aliada al impulso inicial del Big Bang, esta energía ganaría, al cabo, la partida.

Una teoría aún más reciente, conocida como "Big Rip", asegura que si el universo contuviese suficiente energía oscura, la final consecuencia de su continuo accionar podría comportar no ya un alejamiento acelerado entre galaxias o estrellas, sino un desgarramiento ("rip") liso y llano de toda la materia, que quedaría convertida en un mar de partículas subatómicas. Asimismo, esta aniquilación cósmica acontecería en un plazo mucho menor que el de las predicciones ya citadas: este estado último se alcanzaría "sólo" dentro de unos 20.000 millones de años (ver el artículo de 2003 en donde R. Caldwell, M. Kamionkowski y N. Weinberg propusieron por vez primera esta teoría: "Phantom Energy and Cosmic Doomsday").

Más allá de las diversas hipótesis que están siendo elaboradas, las investigaciones actuales a partir de los datos recabados tienden a confirman la inevitable degradación de toda estructura cósmica, y, con ella, la imposibilidad de permanencia de la organización, la vida y la conciencia. Advendría de manera inevitable el "final" del universo; esto es, un hito luego del cual no cabe esperar ulteriores eventos físicos. No sería inadecuado calificar a este panorama, donde ningún suceso significativo alterará ya esa árida esterilidad, de "muerte eterna".
La esperanza escatológica de Juan Pablo II

Vistas las consecuencias aparentemente inexorables y devastadoras del accionar de la entropía, ¿resulta aún posible esperar desde la fe una consumación definitiva del cosmos y sus creaturas? A menos que se reduzca la fe a un asunto a-histórico entre el individuo y Dios, o que se adopte la actitud de indiferencia de quien no cree concerniente para la fe los pronósticos de la cosmología, no podrá eludirse esta pregunta.

Juan Pablo II (†2005) ha sido, sin duda, uno de los Pontífices que más ha valorado la ciencia, incluyendo sus investigaciones, sus logros y límites, y sus relaciones con la fe. Asumiendo las enseñanzas del Concilio Vaticano II (véase, por ejemplo, el "Mensaje a los hombres del pensamiento y la Ciencia" (8/12/1965) o la Constitución Pastoral "Gaudium et spes", n. 36), este Papa hizo de la búsqueda de una armonía entre ciencia y fe un tema especialmente predilecto. Las ocasiones en que Juan Pablo II se ha dirigido a científicos en discursos con ocasión de congresos y simposios se cuentan por decenas (unos pocos ejemplos relevantes: "Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias con motivo de la conmemoración del nacimiento de Albert Einstein", 10/11/1979; "Locución a un grupo internacional de científicos participantes de la Reunión Marcel Grossman sobre Astrofísica Relativista", 21/6/1985; "Discurso a los participantes de la conferencia 'Las Fronteras de la Cosmología'" 6/7/1985; "Discurso con ocasión del Jubileo de los científicos", 25/5/2000; etc.) .

A lo largo de sus numerosos años de pontificado, Juan Pablo II expresó repetida y enfáticamente su aprecio por la actividad científica: Si ésta respeta la dignidad del hombre y pone el mundo a su servicio, goza de plena libertad para indagar la verdad que le es específica a su disciplina, y es acorde a la voluntad divina. En definitiva, el universo es bueno en sí mismo al ser fruto de un gesto gratuito y amoroso del Creador, y posee por ende una verdad íntima que ha de ser explorada y descubierta. "Estos logros científicos proclaman la dignidad del ser humano y aclaran grandemente el rol singular del hombre en el universo" (Juan Pablo II, "Locución a un grupo internacional de científicos participantes de la Reunión Marcel Grossman sobre Astrofísica Relativista", 21/6/1985).

Hacia el final de su papado, Juan Pablo II enfatizó su deseo de corregir mutuos malentendidos y, "más aún, de dejarnos iluminar por la única Verdad que gobierna el mundo". En este sentido, verdad científica es "en sí misma una participación en la Verdad divina" ("Discurso a los miembros de la Academia Pontificia de las Ciencias con ocasión del cuarto centenario de la fundación de esta institución", 10/11/2003).

Ahora bien, queremos poner de relieve una original reflexión de este Pontífice en su carta al Director del Observatorio Vaticano, P. George Coyne, el 1 de junio de 1988, luego una semana de estudio organizada por el Observatorio Vaticano, con ocasión del tricentenario de la publicación de la "Philosophiae Naturalis Principia Mathematica" de Isaac Newton.

Según el mismo Pontífice relata en esta carta, el encuentro tuvo por propósito "la investigación de "las múltiples relaciones entre la teología, la filosofía y las ciencias naturales" (§ 2). Destaca que se ha entablado el diálogo entre ciencia y religión "a niveles más profundos que antes, y con mayor apertura hacia los puntos de vista de una y otra; hemos comenzado a buscar juntos una comprensión más completa de las disciplinas de una y otra [...] y en especial de las áreas que ambas tienen en común" (§ 9), conservando a la vez tanto la religión como la ciencia "su autonomía y su peculiaridad" [§ 19].

Así pues, este Papa tenía la firme convicción de la importancia de la tarea de procurar hallar un puente entre las perspectivas de la ciencia y de la fe, que permitiera armonizar ambas riveras. ¿Cómo abordar, entonces, el desafío de la cosmología a la escatología cristiana al que nos hemos referido? ¿Puede sostenerse la esperanza cristiana ante el escenario futuro que el accionar de la entropía vaticina? En efecto, Juan Pablo II se pregunta aquí por "las implicaciones escatológicas de la cosmología contemporánea, atendiendo en especial al inmenso futuro de nuestro universo" (§ 24).

Ante la cuestión abierta, así proclama él su esperanza escatológica: Es menester partir de la certeza de la existencia de una unidad de todo en Cristo, "que actúa y está presente en nuestra vida cotidiana". Es precisamente esta convicción la que "trae consigo la esperanza y la garantía de que la frágil bondad, belleza y vida que contemplamos en el universo se encaminan hacia una perfección y plenificación que no serán aplastadas por las fuerzas de la disolución y la muerte" (§ 10. Las cursivas son nuestras).

Nunca texto magisterial alguno se había pronunciado tan explícitamente sobre la esperanza paulina en la redención cósmica (ver, por ejemplo, Romanos 8,20-22 o Colosenses 1,15-20), teniendo en mente el panorama que nos brinda la cosmología científica.

Continúa Juan Pablo II: Percibimos esta unidad en la creación desde la convicción de "nuestra fe en Jesucristo como Señor del universo", unidad de cuya exploración la misma física contemporánea "constituye un notable ejemplo", en su búsqueda de la unificación de las cuatro fuerzas físicas fundamentales", en un movimiento hacia la convergencia en la comprensión del mundo [§ 13], movimiento de convergencia que se extiende aun a las manifestaciones de la misma vida [§ 14].

En última instancia, mediante esta tendencia hacia la unidad en nuestra peregrinación en la historia, "nos encaminamos el cumplimiento escatológico, cuando en el Espíritu él reconcilie totalmente con el Padre «lo que hay en la tierra y en los cielos»" (Col 1, 20) (Catequesis general del 21/6/1999, n. 5). Cristo es el vencedor sobre toda fuerza destructiva, y su victoria nos hará participar "en la nueva creación, la cual consistirá en una vuelta definitiva de todo a Aquel del que todo procede" (Catequesis general del 26/5/1999, n. 5).

Algunas breves reflexiones finales

Acabamos de atestiguar la esperanza de Juan Pablo II en una intervención final divina que rescate al cosmos de su destino de muerte entrópica. Ahora bien, más allá de esta confiada confesión, ¿podemos esbozar desde la fe una propuesta que supere la paradoja entre el pronóstico científico de muerte y la esperanza cristiana de plenitud del cosmos?

Consideramos que esta incongruencia es sólo aparente. La contradicción entre la capacidad creativa del universo y los pronósticos cosmológicos de caducidad podría resolverse si se considera que, librado éste a sus propias leyes naturales, resultaría, en última instancia, incapaz de permanecer en un estado de indefinida producción de estructuras generadoras de vida.

Desde esta perspectiva, la 2ª Ley de la Termodinámica pierde su connotación de temida fuerza disgregadora, y se transfigura en manifestación cosmológica de la contingencia ontológica del ser creado. Así como la neg-entropía nos muestra la relativa autonomía y el profundo potencial del cosmos, la entropía remite a la imposibilidad de pensarlo como autosuficiente.

Podemos postular al estado actual del universo como una fase germinal para una nueva condición escatológica, que sólo Dios podrá dar nacimiento con un puro don sobrenatural; caso contrario, (tal como la ciencia nos señala) culminaría en la universal esterilidad física. Dios impedirá que su creación caiga en una extinción de sus leyes físicas y en la aniquilación irreversible de sus fuentes cósmicas de energía, con la subsiguiente imposibilidad de supervivencia de cualquier forma de vida.

En cuanto a la futura situación histórica del hombre, inmediatamente previa a esta consumación cósmica, esperamos una Venida del Señor que, siendo en sí misma trans-histórica, advendrá a y en la historia humana. Así pues, parece entonces acorde con tal esperanza sostener que persistirá alguna configuración de esta humanidad (entendida como la comunidad de seres corpóreo-espirituales descendientes de la presente historia remida por Jesucristo) peregrinando en esa misma historia de la salvación divina cuando advenga la consumación cósmica.

En esta Parusía el universo será asumido y rescatado por el Señor en la totalidad de su duración creada; entonces, finalmente, el tiempo no medirá ya la degradación entrópica, sino la plenitud inagotable de la presencia divina en su creación.

2012

jueves, 22 de julio de 2010

Ninfa



En la mitología griega, una ninfa es un miembro de un gran grupo mitológico de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos.
Las ninfas son las personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza. La palabra griega νύμφη significa ‘novia’ y ‘velado’ entre otras cosas; es decir, una mujer casada y, en general, una en edad casadera. Otros hacen referencia a esta palabra (y también a la latina nubere y a la alemana Knospe) como una raíz que expresa la idea de ‘crecer’ (según Hesiquio de Alejandría, uno de los significados de νύμφη es ‘capullo de rosa’). El hogar de las ninfas está en las montañas y arboledas, en los manantiales y ríos, en los valles y las frías grutas. Con frecuencia son el séquito de divinidades superiores: de Artemisa la cazadora, de Apolo el profeta, del juerguista y dios de los árboles Dioniso, y también de dioses rústicos como Pan y Hermes, dios de los pastores.
El nombre ninfa (Νύμφαι) es el de una numerosa clase de deidades femeninas inferiores, aunque eran designadas por el título de olímpicas, convocadas a las reuniones de los dioses en el Olimpo y descritas como hijas de Zeus. Pero se creía que moraban en la tierra: en arboledas, en la cima de montañas, en ríos, arroyos, cañadas y grutas. Homero las describe con más detalle presidiendo sobre los juegos, acompañando a Artemisa, bailando con ella, tejiendo en sus cuevas prendas púrpuras y vigilando amablemente el destino de los mortales. Los hombres les ofrecían sacrificios en solitario o junto con otros dioses, como por ejemplo Hermes.



Ninfas terrestres («Epigeas»):

o Agrónomos[ (campos).
o Alseides (flores).
o Antríades (cuevas).
o Auloníades(pastizales).
o Corícides o coricias (cuevas, son las musas clásicas).
o Dríades (bosques):
 Hamadríades (árboles).
 Melíades o melias (fresnos).
o Hespérides (jardines).
o Limónides o hénides(prados).
o Napeas (valles de montañas, cañadas).
o Oréades u orestíades[cita requerida] (montañas, montes; forman el cortejo de Artemisa).

Ninfas de las aguas («Efidríades»):
o Oceánides (hijas de Océano; cualquier agua, normalmente salada).
Néfeles (ninfas de las nubes y las lluvias).
o Nereidas (hijas de Nereo; del mar Mediterráneo).
o Náyades (normalmente al agua dulce).
o Híades (lluvia).
 Creneaso crénides (fuentes).
 Limnátides o limníades (lagos).
 Pegeas (manantiales).
 Potámides[ (ríos).

Otras:
o Perimélides (ninfas del ganado menor).
o Epimélides (ninfas de las ovejas).
o Trías (ninfas proféticas de la miel).
o Uranias (ninfas celestes).
Todas las ninfas, cuyo número es casi infinito, pueden ser divididas en dos grandes clases. La primera abarca todas aquellas que pueden ser consideradas como un tipo de divinidad inferior, reconocida en el culto de la naturaleza. Los griegos antiguos veían en todos los fenómenos ordinarios de la naturaleza alguna manifestación de la divinidad. Fuentes, ríos, grutas, árboles y montañas: todos les parecían cargados de vida, y no eran más que las encarnaciones visibles de otros tantos agentes divinos. Los saludables y beneficiosos poderes de la naturaleza eran pues personificaciones y considerados otras tantas divinidades, y las sensaciones producidas en el hombre por la contemplación de la naturaleza (sobrecogimiento, terror, alegría, placer) se atribuían a la acción de diversas deidades de la naturaleza. La segunda clase de ninfas son personificaciones de tribus, razas y estados, tales como Cirene y otras.
Las ninfas de la primera clase deben ser de nuevo divididas en varias especies, según las diferentes partes de la naturaleza de las que sean representativas.

martes, 20 de julio de 2010

Seres elementales de la naturaleza



La naturaleza, creada por Dios, es un reflejo de su gloria. Dios ha creado todas las cosas basándose en el material que poseía que era su propia luz. De esto se deriva que la creación posee algo de esta luz divina. La naturaleza, a la que Dios crea en cinco días, es básicamente buena, de hecho, en el Génesis o Bereshith, el libro de la generación, la creación; dios, al terminar la obra de cada día manifiesta la bondad y la luz de cada cosa creada; pues cada día al contemplar lo creado, “Dios ve que eso que ha creado es bueno”, “Y Dios vio que era bueno...”
Podemos definir a la naturaleza en dos niveles de vibración; uno llamado “opaco” donde enmarcamos a los reinos animal, vegetal, mineral etc, tal como lo conocemos, y por otro lado está la naturaleza “diáfana” a la cual pertenecen los elementales que son invisibles en estados normales de conciencia pero perceptibles en estados superiores o bajo condiciones energéticas específicas.
La naturaleza es “maga”; posee virtudes mágicas ocultas que el mago y el alquimista conocen y aplican. Estas cualidades ocultas, esta magia de la naturaleza, se encuentran estrechamente ligadas a los elementales.
Tendemos a pensar a todo ser del reino invisible como un ser sin cuerpo. Esto realmente no es así. Según la enseñanza de la tradición mágica y en especial la de Paracelso sabemos que estos seres poseen un cuerpo de características especiales llamado “cuerpo diáfano”. Su cuerpo posee un nivel de sutilidad que lo hace invisible a nuestros ojos. Así y todo, ellos comen, beben, se enferman, se reproducen y mueren. Posen idioma, vestimenta, vivienda y otras cosas que lo asemejan a los hombres. Pero así mismo no son hombres. Y aun que se acercan en muchas cosas a los animales tampoco son animales ya que estos no poseen por ejemplo un lenguaje articulado en palabras ni habilidades manuales como los elementales poseen.
Paracelso dice al respecto. “... no son ni hombres ni animales. Al igual que el mono, que es el animal mas parecido al hombre por su ademanes y sus obras, de la misma manera hemos de entender su relación con respecto al hombre. Y al igual que un cerdo tiene la anatomía de un hombre, de tal suerte que es por dentro como un hombre aun cuando sea un cerdo y no tenga nada de hombre, así pueden ser comparadas esas criaturas (los elementales) con los hombres, los monos y los cerdos aun cuando sean mejores que estos”.
Los elementales son criaturas que conjugan dos opuestos. Son por un lado espíritus invisibles y por otro lado poseen un cuerpo real como un animal o el hombre. Pero no son espíritus puros pues poseen un cuerpo por medio del cual se reproducen y alimentan, ni son tampoco animales ni hombres pues pueden realizar con este mismo cuerpo cosas solo posibles para los espíritus como atravesar paredes. ¿Entonces que son? Son, como dice Paracelso: como un compuesto de dos partes, una agria y otra dulce y que sin embargo no se presenta así, o como dos que hayan sido fundidos entre sí y que presenten una única figura, aun cuando sigan siendo ambos.
Los elementales conocen como nosotros la muerte. Aun que son criaturas muy longevas, (pueden vivir cientos de años) mueren finalmente. Y en torno a la muerte de estos gira el tema central de la relación de ellos con nosotros.



Los seres de la naturaleza al morir mueren de manera definitiva, ni reencarnan ni resucitan, desaparecen. Solamente pueden alcanzar la inmortalidad por medio de su relación con los humanos. Es por esto que los seres elementales de la naturaleza, han buscado siempre el trato con el reino humano para que por la relación con este le otorgue la posibilidad de la vida eterna. Un mago suele trabajar con uno o más elementales a los cuales custodia y cuida. Amén de los cuidados que estos requieren, al igual que un perro o un gato, los elementales reciben en el trato con el mago la posibilidad de partir al morir hacia donde su aliado esté. Está misma lealtad que va más allá de los limites de la muerte se le atribuye en la magia a los animales domésticos. Según creemos, estos estarán con nosotros donde sea que nosotros estemos luego de la muerte.
Los elementales pueden no solamente entablar contacto con los humanos, sino que se cree que es posible para ellos llegar a concebir hijos con hombres o mujeres. Así lo cree Paracelso que dice así miso que estos seres nacidos de elementales y personas serían humanas y no elementales.
La tradición mágica considera que ciertas personas llamadas “semidioses” son fruto de estos encuentros. Estas personas poseen cualidades y virtudes humanas y feéricas. Me estoy refiriendo aquí a ser como Merlín de quien se cree hijo de una mujer y un silfo; Hércules, Alejandro magno, también son considerados hijos de silfos y mujeres. Montfaucon de Villars, en su libro “El conde de Gabalís” se hace eco de esta tradición y da como hijos de elementales a Platón. Apolonio de Tiana, Teseo, Aquiles, Sarpedón, Eneas y el misterioso Melquisedec de quien dice que ha nacido del encuentro de un silfo y la mujer de Sem en el arca de Noé. En este libro se cita el nacimiento de Zoroastro como hijo de una salamandra. También el libro conocido bajo el titulo de “El libro de Henoch”, cita el nacimiento de los gigantes, seres del elemento aire, producido por el encuentro entre ángeles y mujeres. Según este mismo relato, estas mujeres fueron luego convertidas en sirenas, seres de agua de características muy especiales.
Sabemos que estos seres se alimentan, viven y mueren y que inclusoenferman de nuestras mismas enfermedades. Su alimento está ligado al elemento al que cada uno pertenece. Los frutos de la naturaleza que nosotros consumimos son para ellos así mismo fuente de alimento energético. Ellos no consumen los alimentos que les ofrecemos, sino tan solo su energía dejando la “cáscara” vacía de energía vital.


Casi todos los reinos elementales poseen jerarquías similares a la de algunos animales o insectos. Se asemejan en esto a las abejas y las hormigas que poseen estructuras sociales jerarquizadas de manera monástica. De hecho la magia considera a las hormigas y las abejas como elementales de cuerpo menos diáfano. Así como los elementales son animales “sutiles”, ciertos animales son elementales “bastos”. Entre estos animales se encuentran las lagartijas, asociadas al reino de las salamandras, los delfines, a las ondinas, las mariposas y las abejas vinculadas a las hadas, las hormigas a los duendes etc.
Estos seres fueron conocidos desde siempre por los iniciados en las ciencias espirituales. En un tiempo como el actual, toda referencia a estos temas será tildada de fantasiosa por el espíritu científico y por demoníaca por el espíritu religioso. Sin embargo, está plagada la antigüedad de referencias a estas criaturas aún dentro del marco de la fe cristiana. Xxxxx San Antonio, llamado “el grande”, monje del siglo III conocido como Antonio del desierto, nos ha dejado un bello relato de su encuentro con un elemental que le solicita ser iniciado en la fe cristiana. Sin tratar de ir más lejos, la misma iglesia católico romana ha canonizado a San Cristóbal, un gigante, (elemental de aire) que posee imagen de cinocéfalo, esto es cabeza de perro.
Estas cuestiones que hoy resultan al creyente extravagantes, están enraizadas en la historia religiosa de un modo tal que quitarle la existencia de los elementales a esta historia implica cercenar una parte de la experiencia terriblemente valiosa.
La tradición que cuenta el nacimiento de los gigantes como fruto del encuentro de ángeles, y mujeres es incluso bíblica. El relato del Moisés, el gran iniciado hebreo lo testifica de esta manera en el libro del Génesis capítulo 6. “Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios, vieron que estas eran hermosas y tomaron como mujeres a todas las que quisieron. Entonces el Señor dijo: Mi espíritu no va a permanecer activo para siempre en el hombre, por que este no es más que carne; por eso no vivirá más de ciento veinte años. En aquellos días, y aún después, cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres y ellas tuvieron hijos, había en la tierra gigantes: estos fueron los héroes famosos de la antigüedad.
La alusión bíblica a los gigantes está presente luego en la lucha de David con Goliat. Goliat era uno de esos “héroes famosos de la antigüedad” a los que hace referencia el relato de Moisés. Sabemos que los gigantes dada su inmensa fuerza física, fueron soldados muy codiciados.
Los magos cristianos de medioevo y el renacimiento, han hablado de estos seres con claridad. Me refiero aquí a maestros como Paracelso y Cornelio Agripa entre otros. Los elementales también fueron conocidos durante la edad media también bajo el nombre de “espíritus familiares”.
Los grimórios mágicos más antiguos como las legendarias “Clavículas de Salomón” hacen referencia a ellos y como realizar talismanes para relacionarse.
Hacia fines del siglo XVIII el Abbé de Villars, editó el tratado más difundido sobre estás criaturas llamado el “Conde de Gabalis”, enraizado en la doctrina rosacruz.
Dentro de la magia moderna, Levy, Papus y muchos otros han dejado tratados sobre los elementales más o menos extensos. La literatura al respecto ha crecido muchísimo desde el siglo XIX. El interés por los elementales llegó a personas y disciplinas diversas; la escuela de Carlg Jung los abordan en torno a los arquetipos psicológicos; Rudolf Steiner se ha ocupado de ellos como criaturas y en su sentido simbólico desde los cuentos de hadas.
El universo de los seres invisbles permanece latiendo en nuestra conciencia a la espera de ser descubierto cada día según los ojos de quien mira en cada época.

viernes, 16 de julio de 2010

Los 72 Ángeles de la Kábala


Todos tenemos un ángel que rige sobre las características de nuestra personalidad, no es el ángel de la guarda personal, es uno de los 72 ángeles que rodean el Trono de Dios.

Una visión basada tan solo en la percepción de lo material determinara que no existe mas vida que la que se expresa en su cuerpo físico. Sin embargo, esto no es así, ya que, Oleadas de Vida de un proceso creador anterior al nuestro evolucionan en mundos sutiles, como el Astral y el Mental. Estas Entidades son conocidas como Ángeles y Arcángeles, y se encuentran tan organizados como el hombre lo esta en la tierra donde habita.
Según la Tradición Cabalística, estas Entidades Espirituales sirven a Elohim y a su Obra Creadora el hombre, ayudándoles a evolucionar y crecer espiritualmente. Están constituidos en 9 Coros, formados cada uno de ellos por 8 Rostros, lo que constituye un numero de 72 Ángeles.Cada uno de ellos, ocupa un grado del Zodiaco y nos suministran las energías cósmicas que le demandamos. Cada día, un Rostro de los 72 se pone activo, promocionándonos el Programa Divino que debemos asimilar con nuestra conciencia.
Son conocidos en el argot kabalistico como los 72 Genios de la Kábala y en la enseñanza cristiana como los Coros Angélicos (Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potencias, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles).


1 Vehuiah
2 Jeliel
3 Sitael
4 Elemiah
5 Mahasiah
6 Lelahel
7 Achaiah
8 Cahetel
9 Haziel
10 Aladiah
11 Lauviah
12 Hahaiah
13 iezalel
14 Mebael
15 Hariel
16 Hekamiah
17 Lauviah
18 Caliel
19 Leuviah
20 Pahaliah
21 Nelkhael
22 Yeiaiel
23 Melahel
24 Haheuiah
25 Nith-Haiah
26 Haaiah
27 Yerathel
28 Seheiah
29 Reiyel
30 Omael
31 Lecabel
32 Vasariah
33 Yehuiah
34 Lehahiah
35 Chavakiah
36 Menadel
37 Aniel
38 Haamiah
39 Rehael
40 ieiazel
41 Hahahel
42 Mikael
43 Veuliah
44 Ylahiah
45 Sealiah
46 Arial
47 Asaliah
48 Mihael
49 Vehuel
50 Daniel
51 Hahasiah
52 Imamiah
53 Nanael
54 Nithael
55 Mebahiah
56 Poyel
57 Nemamiah
58 Yeialel
59 Harahel
60 Mitzrael
61 Umabel
62 Iah-Hel
63 Anauel
64 Mehiel
65 Damabiah
66 Manakel
67 Eyael
68 Habuhiah
69 Rochel
70 Jabamiah
71 Haiayel
72 Mumiah

jueves, 15 de julio de 2010

Devas y Elementales


Los devas son deidades benévolas de las religiones hindú y budista.
Devatas hindúes pintados en las paredes de Angkor Wat en Camboya.
Posteriormente fueron asimilados también a las creencias esotéricas occidentales
Deva proviene de la palabra proto-indoeuropea (PIE) *deiwos, un adjetivo que significaba ‘celestial’ o ‘brillante’, el cual es un derivado vrddhi de la raíz *diw, que significa ‘brillar’ (especialmente el cielo iluminado por el día). El femenino en sánscrito es devī (en PIE *deiwih2), que significa ‘diosa’. También podría estar relacionado con la raíz *diiv, que significa ‘jugar’.
En idioma avesta el cognado era daeva, que tenía una connotación peyorativa. En el zoroastrismo posterior, los daevas eran seres malignos; pero este significado no es evidente en textos más antiguos. Existe un término protoindoeuropeo relacionado pero distinto: Dieus —que proviene de la misma raíz diú ([cielo] brillante)— que sería el dios principal del panteón indoeuropeo. En la India se convirtió en el sánscrito Dyaus Pitar (padre de los dioses), en Grecia sería Zeus Pater y en Roma Iupiter. Otros términos cognados de deva serían el latín deus, el francés dieu y el español dios, deidad y divino.
En el hindi moderno, a los devas se los conoce como devatā.
Para los budistas, los devas son seres que habitan diferentes cielos donde gozan de los placeres en recompensa a sus buenas acciones anteriores, ya que aún no han superado los niveles kármicos y están sujetos a nuevos renacimientos.
En otras culturas
A los devas se les relaciona con seres de otras culturas, así los persas les llamaban dev, los judíos shedim, los antiguos egipcios afries y los africanos iouajús.

Devas en el esoterismo
Los devas serían igualmente seres superiores o etéricos de varios tipos, también llamados “espíritus de la tierra”.
Según el pensamiento esotérico, los devas habitan y gobiernan los objetos naturales (como árboles, ríos, montañas, plantas o minerales) y apoyan a la evolución del planeta.

LOS ELEMENTALES

Los Devas son Seres Celestiales, de Luz. Se encargan de la creación y cuido de la naturaleza. Son majestuosamente bellos.


Bajo su poder se crean montañas, selvas, replandecientes lagos y maravillas naturales. Esta labor no la realizan solos, sino con la ayuda de los elementales, que los asisten armoniosamente en el cuidado de los cuatro elementos de la naturaleza (Fuego, Aire, Tierra y Agua).

Los Elementales del Fuego son Salamandras...
y siempre nos mantienen a una temperatuda agradable.

Los Elementales del Agua son las Ondinas...
que nos colman de agua que sacia nuestra sed y que limpia y embellece nuestro cuerpo.

Los Elementales de la Tierra son los Gnomos...
que cuidan de la naturaleza y nos proveen de ricas frutas y vegetales, así como también de bellas rosas y plantas.

Los Elementales del Aire son los Silfos...
que nos brindan un aire puro y una brisa fresca.

miércoles, 14 de julio de 2010

Quien es realmente Asthar Sheran?


Su nombre parece venir de la diosa Ashtart/Astarté, que en la Biblia Vulgata Latina se tradujo como Astharthe (singular) y Astharoth (plural). Esta última forma se transformó en la Biblia del Rey Jaime en Ashtaroth. Parece que la forma plural fue tomada del latín o de alguna otra traducción por aquellos que no sabían que era un plural ni que era el nombre de una diosa, viéndolo sólo como el nombre de otro dios aparte de Dios y, por tanto, un demonio.

Existen otros nombres relacionados; Principalmente la Ishtar mesopotámica y en general otros nombres aparentemente relacionados con el término "estrella". Así tenemos:

Astarté del fenicio, Ishtar del babilonio, Itziar del vascuence, Ester del hebreo, Stára del persa, Astaroth del israelí, Astar del abinisio, Athar del árabe.
Ashtar Sheran es una figura similar a una deidad dentro del New Age, específicamente de los llamados cultos OVNI. La creación, o conocimiento, de este ser, se lo atribuye a George Van Tassel erróneamente, pero el primero en mencionarlo fue Eugenio Siragusa[1] quien afirmó haber sido contactado por este supuesto extraterrestre para iniciar una misión de supuesta redención de la humanidad ante la inminencia del Apocalipsis bíblico. Asthar Sheran es generalmente descrito como el comandante general de una confederación estelar encargada de vigilar la evolución cultural de las razas inteligentes de la Vía Láctea. Y según Giorgio Bongiovanni, un místico supuestamente estigmatizado, sigue las órdenes del creador del Universo, que sería el Dios judeocristiano. Su origen etimológico es "el creador" y por eso se puede identificarlo con el dios sumerio Enki que supuestamente creó a los humanos para hacerlos esclavos y con el demonio de los gnósticos

Asthar Sheran es muy referido y mencionado en los círculos ufológicos, al punto que se ha convertido en una figura medianamente popular. Esto se da especialmente en Sudamérica, debido al trabajo de difusión de Bongiovanni y su fundación Un Punto En El Infinito

Anécdotas en relación al ser mítico

El Comandante Clomro desafió a Ashtar Sheran a un encuentro público en el cerro Uritorco, en la Provincia de Córdoba, en Argentina. Clomro fijó fecha entre el 25 de mayo de 1998 y hasta el 25 de noviembre del mismo año. El desafío consistía en probar quien decía la verdad en relación al contenido de los supuestos mensajes de ambos.[5]

Existen otras anécdotas en relación a pruebas de la existencia de Asthar Sheran, pero ninguna ha sido analizada científicamente

SU MEJOR DESCRIPCION:
Ashtar sheran comandante de las naves de la Federación Galáctica dentro del Plan Cósmico para la tierra. En el pasado conocido como Miguel Arcángel jefe de las huestes celestiales.


El COMANDO ASHTAR es una Hermandad de Luz bajo la dirección espiritual del Príncipe Sananda, Jesús, el Cristo. Está compuesta por millones de naves y miembros de varias civilizaciones cósmicas. Están aquí para asistir al planeta Tierra y su humanidad en este ciclo de limpieza y realineamiento. Son embajadores universales de la paz. Su mayor enseñanza y mensaje es espiritual enfocado, por encima de todo, al reconocimiento, realización y manifestación de la naturaleza divina. El COMANDO ASHTAR está enviando pruebas de su presencia y existencia la Tierra, acallando para siempre los argumentos negativos con respecto a su protección. El Comando ASHTAR, también conocido como EL COMANDO GALÁCTICO, COMANDO DE LAS FUERZAS EXTRATERRESTRES DE LA CONFEDERACIÓN INTERGALÁCTICA y LA FLOTA DE LA CRUZ SOLAR, está compuesto por personal representado en muchas dimensiones, civilizaciones y puntos de origen cósmico.

Comandante Ashtar SheránTienen miles de representantes en la Tierra y de representantes nacidos en la Tierra como voluntarios, para ayudar a la ascensión planetaria. Tienen Comandantes, contactos y Rayos encarnados de algunos de sus comandantes que actúan consciente, subconsciente y supraconcientemente. Recuerdan su nombre cósmico y llave cósmica, las cuales son energéticamente individuales e intransferibles (como la huella digital). Cada tono vibracional los conecta con determinados archivos. Por lo cual el uso del nombre cósmico es sagrado, lo que conlleva a una gran responsabilidad ya que califica la energía, por lo que necesitan estar muy centrados y conectados con el corazón Crístico del Ser de Luz. Su consigna es "Asumir la responsabilidad de la Misión y de quienes realmente somos". Esto significa contactarse con sus energías de origen para llevar a cabo cada fase del proyecto por el cual están basados aquí.

Mas info en los enlaces de las fuentes, es muy conocido dentro de las canalizaciones espirituales que se realizan dicen que ellos patrullan el espacio y tambien vigilan la tierra.

http://www.dantefranch.com.ar/articulos.php?subaction=showfull&id=1177970522&archive=&start_from=&ucat=4&

lunes, 12 de julio de 2010

Regresión


En psiquiatría se denomina regresión (Lat. regressio = retorno) a un procedimiento por el cual, mediante la hipnosis u otros métodos de alteración de estados de conciencia, el terapeuta logra que una persona recuerde acontecimientos de su pasado, tal como las escenas y emociones de un paseo, las voces de una discusión, el sabor de una comida o el aroma del campo en un amanecer campesino. Cuando las vivencias son de supuestas vidas pasadas, es común que la persona sienta la certeza de estar aquí, en el presente, mientras al mismo tiempo tiene la sensación de estar en el pasado, con otra personalidad, lo cual le permite comparar y entender el posible origen de sus traumas o afecciones psicosomáticas.

Tipos de regresión

Una regresión se considera nítida cuando las sensaciones son claras, bastante semejantes a vivencias de episodios o eventos que se están viviendo. Los hechos, nombres de personas, lugares y datos que vienen a la memoria del paciente se relacionan, y éste siente una certeza íntima, absoluta, de su realidad.

La regresión es pictórica cuando las imágenes transcurren como si se estuviesen viendo en cine, y sinestésica cuando las escenas van acompañadas de sensaciones, tales como olor, calor, frío, peso, compresión, crisis alérgicas, lipotimia (pérdida pasajera del conocimiento, con debilidad de la respiración y la circulación), formas de epilepsia, o sentimientos de odio, venganza, susto, sorpresa, miedo, fobia o inseguridad.

La regresión intuitiva se caracterizan por recuerdos que se perciben inicialmente intuitivamente, simplemente como una sensación, y a medida que el trance hipnótico se profundiza y el paciente "se suelta", pasan a ser más definidos. La mixta es una combinación de vivencias nítidas, pictóricas, sinestésicas o intuitivas.

Características

El psiquiatra y licenciado en filosofía Dr. Raymond Moody propone en uno de sus proyectos, una investigación científica sobre las regresiones del cual se deriva su libro Coming back (Regresiones), ciertas características que puede reunir una experiencia de regresión[1] bajo un estado de total relajación o hipnosis. Son las siguientes:

1. Suelen ser visuales.
2. Parecen tener vida propia (el sujeto no parece tener que pensar qué viene después de cada escena).
3. Las imágenes que se ven resultan familiares (a pesar de que no las hemos vivido en esta supuesta vida actual).
4. El sujeto se identifica en las escenas con uno de los personajes.
5. Pueden "volver" a sentirse las emociones de esa supuesta vida pasada (alegría, dolor, hambre, etcétera).
6. Los hechos que se ven pueden ser vistos desde dos perspectivas: en primera persona (dentro del personaje, como si fuéramos nosotros realmente) y en tercera persona (desde algún punto de la escena, pero reconociéndonos siempre con alguno de los personajes que vemos).
7. A menudo se reflejan aspectos de la vida "actual" del sujeto.
8. Tras una regresión pueden notarse a veces mejorías del estado mental (curaciones de fobias, depresiones, etcétera).
9. Pueden a veces curar enfermedades (este puede derivar del anterior; notar mejorías en dermatitis, asmas, etcétera).
10. Las regresiones van apareciendo durante una sesión según su significado, sin seguir una línea temporal (por ejemplo, podemos visualizar ser primero un personaje medieval y, después, en otra regresión, ser un romano del siglo I).
11. Es más fácil sumergir al sujeto en una regresión cuantas más veces haya sido regresado.
12. La mayor parte de esas supuestas vidas pasadas son mundanas (no de personajes importantes de la historia, aunque así se hubiese creído).

jueves, 8 de julio de 2010

Ananda


Ananda (del sánscrito आनन्द, ānanda, ‘alegría, felicidad suprema’) fue primo hermano de Buda Śākyamuni (el Buda histórico) y uno de sus principales discípulos. Nació en la región de Kapila Vastu, en la tribu de los Śākia y dentro de la casta de los kṣatriya; su madre fue Mriguí y su padre, según diferentes versiones, fue Amitodana o Sukkhodana (en todo caso, ambos fueron hermanos de Suddhodana, el padre de Buda).
Se unió a la sangha, junto con su hermano Anuruddha y otros nobles shakias, cuando contaba con 37 años, durante el segundo año de predicación de Buda, quien posteriormente lo seleccionó personalmente de entre su séquito para que fuera su asistente personal.
Ananda estuvo de acuerdo en servir a su maestro, sin embargo, queriendo evitar que surgiera envidia en los demás discípulos y orgullo en él a causa de su cargo, pidió que se cumplieran ciertas condiciones: no gozaría de privilegios tales como regalos, comida, ropa o alojamiento especial; tampoco acompañaría a Buda a las invitaciones personales con que algunas personas lo agasajaban; por otro lado, pensando en que sus ocupaciones no le apartaran del sendero espiritual, solicitó a Buda tener la posibilidad de consultarle en cualquier momento sobre las dudas de dharma (deber religioso) que pudieran surgirle así como poder volver a escuchar las enseñanzas que su maestro hubiera impartido estando él ausente; finalmente pidió ser él personalmente quien presentase ante su maestro a las personas de fuera que acudiesen a verle. Buda aceptó sus condiciones y así fue como Ananda permaneció junto a él hasta el momento de su muerte, sirviéndole con gran dedicación durante veinticinco años, según consta en el Canon Pali. Si embargo, fue mucho más que un sirviente y su relación con Buda llegó a ser la de una estrecha amistad.
Ananda era tenido en alta consideración por el resto de los monjes, quienes a menudo, luego de que Buda hubiese impartido una enseñanza, acudían a él en busca de exposiciones detalladas gracias a su reputación de poder exponer el Dharma con claridad; incluso, llegó a reemplazar a su maestro en ciertas ocasiones, recibiendo después palabras de admiración y regocijo por parte del mismo Buda. Según el Anguttara-nikaya (3.78), tras una exposición de Ananda, luego de que éste se hubiera retirado de la reunión, Buda dijo ante los monjes: “Ananda todavía está en el sendero del adiestramiento. Sin embargo, es difícil hallar a alguien que lo iguale en sabiduría”.
Está escrito que, gracias a la intervención de Ananda, las mujeres pudieron ingresar en la orden budista; se dice que Mahāprajāpatī Gautami, tía y madre adoptiva de Buda, habiendo tomado la decisión de abandonar la vida mundana después de la muerte de su marido y liderando a muchas otras esposas śākia, solicitó al maestro que les permitiera ordenarse, a lo cual éste se negó hasta en tres ocasiones.
En una demostración de férrea voluntad, las mujeres siguieron a Buda a pie desde Kapilavastu hasta Vesāli, presentándose de nuevo ante él con el cuerpo cubierto de polvo y los pies hinchados reiterando su deseo de pertenecer a la Sangha; Ananda, conmovido, decidió interceder por ellas y planteó él mismo la petición a Buda, recibiendo también la negativa del maestro; sin desanimarse, Ananda insistió preguntándole si las mujeres que decidieran abandonar la vida mundana y vivieran según los preceptos monásticos podrían alcanzar logros espirituales y, finalmente, el estado de Arhat, a lo cual respondió afirmativamente; posteriormente, resaltó el hecho que Mahāprajāpatī había cuidado de él cuando era un niño, después de la muerte de su madre Mahamaya, argumento que terminó por convencer a Buda quien desde ese momento aceptó la conformación de una orden femenina.
Cuando Ananda vio que estaba cerca el paranirvāṇa de Buda, expresó su abatimiento por no haber alcanzado aún el estado de Arhat a pesar de haber estado tan cerca de su maestro, ante lo cual recibió las palabras de consuelo de éste, quien le indicó que había ganado mucha sabiduría y mérito en el transcurso de los veinticinco años que había pasado a su servicio, instándole a que se esforzase un poco más pues recibiría su recompensa en poco tiempo.
Debido a su extraordinaria memoria, reconocida por el resto de la comunidad budista, Ananda habría de desempeñar un papel muy importante en el Primer Concilio Budista, convocado por Mahākāśyapa en Rājagṛha después de la muerte de Buda con el propósito de recopilar y organizar su doctrina. Según se dice, Anuruddha propuso que, aunque la presencia de Ananda fuera indispensable, no se le permitiera asistir a no ser que alcanzara la liberación; así fue como Ananda decidió entrar en retiro y aplicarse con todas sus fuerzas en alcanzar tal objetivo; la madrugada del día del Concilio, ante el hecho de que aún no había alcanzado lo que se proponía, decidió irse a dormir, alcanzando el estado de Arhat en ese momento.
Fue así que Ananda se presentó al Concilio y, gracias a sus recuerdos, se confeccionó el Sutra Pitaka (lit.: ‘cesta de los discursos’), la segunda de las tres partes que componen el denominado Tripiṭaka o Canon Pali, que son las escrituras budistas oficiales. En estas escrituras, en los cuatro primeros Nikayas, se puede leer frecuentemente la frase: "Así oí yo decir" antes de las palabras de Buda; ese "yo" se supone que es pronunciado por Ananda quien se convertiría en el segundo sucesor de Buda, después de Mahākāśyapa.
El Canon Pali no menciona la muerte de Ananda, sin embargo, el célebre monje budista chino Fa Hsien, recogió en su peregrinación a la India una antigua tradición según la cual, cuando Ananda rondaba los 120 años, presintiendo su muerte, nombró como su sucesor a Śānavāsika y decidió realizar un viaje de Rājagṛha a Vesāli; una vez llegado allí, decidió alojarse en una isla en medio del Ganges. Tan pronto los príncipes y habitantes de Vesāli se percataron de la presencia de Ananda, acudieron a verle desde una de las riberas del río; en la otra ribera, se presentaron el rey Ajātashatru (rey de Magadha) y su séquito, que habían ido tras Ananda desde Rājagṛha. Unos y otros, le pedían a Ananda que fuera hacia su lado del río para morir y él, demostrando su gentileza y compasión, para evitar cualquier clase de disputa entre los dos bandos a causa suya, usó sus poderes psíquicos elevándose por los aires y haciendo que su cuerpo fuera consumido por el fuego para, finalmente, dejar que sus cenizas se dividieran cayendo a ambos lados del río.

¿Quien Es Sananda?



Dicen que es el anticristo que llegara a la Tierra y engañara al mundo diciendo que es Jesucristo en su Segunda Venida. Tambien se llama Maitreya y Sanananda Kumara, y admite que su padre es Sanat Kumara(Satanas). Hay tantos anticristos como Dioses ; ¿ ha de ser uno de tantísimos anticristos?
Simplemente los testigos de Jehova ya van 3 veces que pronostican el fin del mundo y obvio como en todas las religiones: Nada de nadaLo más cercano a ese nombre y a religión sería "Ananda" que en sáncrito quiere decir "regocijo" y es el discipulo más cercano a Buddha



www.youtube.com/watch?v=u8_2E-Lmttk

Polémica portada de 'Playboy' con un Jesucristo en un burdel


La revista Playboy en Portugal ha querido rendir un particular 'homenaje' al Premio Nobel de Literatura (1998), Jose Saramago, en su número de julio, según publica la página web 'Gawker'.
Si en la controvertida novela 'El Evangelio según Jesucristo', el escritor luso reescribió la vida de Jesucristo, Playboy ha optado por mostrar el lado 'canalla' del líder cristiano.

Jesucristo dentro de un burdel, en la calle junto a una prostituta o incluso, 'encendido' mientras contempla una escena lésbica, son algunas de las escenas representadas por los protagonistas del reportaje fotográfico de la revista.
Las reacciones no se han hecho esperar. La vicepresidenta del Departamento de Relaciones Públicas de Playboy Enterprises, Theresa Hennessy, no ha dudado en hacer público su enfado al enterarse de quién aparecía este mes en la portada.
"Esto es una violación espantosa de nuestras normas, y si lo hubiésemos sabido con anterioridad, no habríamos permitido su publicación", ha declarado Hennessy vía mail a Gawker. "Como consecuencia de esto y otras publicaciones con el editor portugués, estamos en proceso de terminar nuestro acuerdo", sentenció.
Los sectores católicos que tacharon a Saramago de "blasfemo", quizá no encuentren calificativos para describir la última hazaña de Playboy, sin embargo, habrá quienes estén deseando hacerse con el último número, pues los 28.000 dólares que se pagaron por el sándwich con la imagen de la Virgen María demuestran que los 'protagonistas' de la Biblia cotizan muy alto.

viernes, 2 de julio de 2010

Que es el Reiki



El fenómeno Reiki.- Es una forma de sanación y apoyo para cambiar las conductas y actitudes indeseables. Produce resultados tan asombrosos, que se ha introducido amplia y rápidamente en la parte occidental de nuestro planeta.
La enfermedad.- Los desequilibrios energéticos internos, causan la pérdida de la salud en sus aspectos físico, mental y emocional.
La sanación energética.- El Reiki forma parte de las técnicas que usan la energía para curar. Es una de las técnicas más sencillas y eficaces. Con el empleo del Reiki, las condiciones negativas se convierten en positivas.
Reiki es un concepto formado por dos vocablos japoneses, Rei y Ki, que se refieren a dos formas de energía que son fundamentales.
Rei significa energía del universo. Todos los seres estamos conectados a esta forma de energía. Cuando fluye libremente a través de nosotros, produce salud y bienestar.
Ki es la otra raíz de la palabra Reiki. Ki es la energía vital que circula dentro del organismo de los seres vivos. Esta energía y la calidad de la misma, difieren de un ser a otro.
La Acupuntura china que tiene más de 5,000 años, denomina Chi a la energía vital que circula por el organismo, la Acupuntura japonesa con 3,000 años de antigüedad la llama Ki y el Hinduismo la denomina Prana.
Todos los seres vivos tenemos Ki. El Ki requerido por una víscera o un órgano, depende de la estructura y densidad de este. Si el Ki deja de circular totalmente en un organismo vivo, la vida se interrumpe.
Los tratamientos Reiki.- El objetivo básico de un tratamiento Reiki, es integrar e interactuar en forma armoniosa el Rei, la energía del universo, con el Ki, la energía vital interna de los seres vivos:
1. En las personas, animales y plantas, para el restablecimiento de su salud.
2. En las personas, para la modificación de sus conductas, hábitos y actitudes.
El Reiki es un sistema de comunicación
El sanador.- Esta persona realiza su función curativa empleando su energía mental y además, es el conducto por donde circula la energía Rei. Será el transmisor de esta forma de energía curativa al paciente.
El paciente.- Es el receptor o destinatario de la energía curativa Rei que le envía el transmisor. El paciente es quién se cura a si mismo, con el poderoso apoyo de la energía del universo. El efecto final de la recepción de la energía Rei en el paciente, es que facilita que este haga circular fluidamente su propio Ki, con la cantidad y calidad necesarias para que pueda vivir saludablemente.
Así, el paciente logra la reconexión con la Energía Maestra del Universo y consecuentemente se originan procesos de revitalización física, mental y emocional, que dan lugar a un estado de bienestar general y de salud.

AMARON







Esta nota se refiere y está sobre el Libro Mormón Existe una figura mitológica en filipinas, también llamada Ama-ron.

Amarón no debe confundirse con Ammarón, Ammorón, o Amoron, tres libros de otras figuras de libro Mormón con nombres similares.

Según el Libro de Mormón, Amarón fue pastor registro nefita, quien recibió las planchas de Nefi de su padre en 279 a. C. : Omni. Escribió versos cuarto a octavo en el Libro de Omni. En esos versos, Amarón relata que una gran parte de la civilización nefita fue destruida, en cumplimiento de la profecía. Su hermano Quemis le sucedió como el guardián del Libro de registro Mormón.

Y ahora yo, Amarón, escribo las cosas todo lo que yo escribo, que son pocos, en el libro de mi padre.
He aquí, sucedió que * trescientas veinte años había fallecido, y la parte más inicua de los nefitas fueron destruidos. 6 Porque el Señor no quiso permitir, después de que él los había sacado de la tierra de Jerusalén, y guardado y protegido de caer en manos de sus enemigos, sí, él no consentía que las palabras no deben ser verificados, que habló a nuestros padres, diciendo: Por cuanto vosotros no guardará mis mandamientos, no prosperará en la tierra. 7 Por tanto, el Señor los visitó con gran juicio, sin embargo, preservó a los justos para que no se pierda, sino que los libró de las manos de sus enemigos.
Y sucedió que entregué las planchas a mi hermano Quemis.