lunes, 4 de octubre de 2010

Sectas Peligrosas 2



La máscara fruto de la presión grupal.

Para el adepto es muy importante cómo lo ven los demás, de cara a atraer a otros hacia el grupo. Y tal apariencia, llega en algunos casos a llamarse libertad de los demás. Incluso se hace uso de frases bíblicas: Me hago todo a todos para ganar a los más que pueda>>, para corroborar y apoyar tal enmascaramiento. El adepto esta convencidísimo de que hace un gran bien siendo otra persona que no es. Y tiene, además, una excusa perfecta para ello: por el bien del otro.

Hay dos detalles bien importantes a tratar aquí.

1º) El afán por conseguir otros adeptos.

2º) La despersonalización.

Todos cuando vemos algo bueno intentamos atraer a los demás. El adepto ve como bueno su grupo. Lo raro es lo que más adelante entenderá; y lo otro lo ha entendido ya. Él está realmente mal, y no sabe por qué. Hace un esfuerzo titánico por estar bien, y, sobre todo, por disimular que lo está. Hace cualquier papel con tal de conseguir que otros se sientan atraídos por el grupo. Con eso se gana después el aprecio de los del grupo, y logra de este modo disminuir el aguijón de su malestar. Digamos que le alivia el dolor. Sin saberlo, esos pequeños alivios son los que hacen que pueda continuar en un grupo donde todo es mentira, y ya no sabe ni siquiera quien es él.

Tal clima de mentiras, que muchas veces son interpretaciones, acomodadas a los intereses del grupo, de los hechos hace que vaya perdiendo su personalidad. No sólo no sabe quien es, tampoco sabe qué hacer, hace lo que ve hacer al grupo, desde el líder principal hasta los más inferiores. Hace lo que valoran dentro, aunque sea mentira y tenga que disimular. Si está mal y no es el momento de decirlo, por el rechazo que le provocará, disimulará que está bien, y tendrá que asumir solo su malestar. Y no es que sea fuerte para ello. Así se despersonaliza más y más. Todo es un caos. Y es ese caos interior, que le están provocando, el que aprovechan los líderes para acusarle y manipularle. Es ese caos el que les sirve de trampa para decirle: "Muévete, y haz lo que dice él grupo". Se mueve, como un pequeño guiado por sus padres, sin saber a donde ni por que va; pero, piensa, que por lo menos se mueve.

Los líderes culpan a los inferiores de lo que ellos mismos sufren; pero aquellos tienen un alivio que estos no tienen: ser líderes. Y esto queda destapado cuando les quitan el liderazgo. Entonces el fracaso y el vacío es grande; Y tropiezan, como no, en lo mismo y más que aquellos a los que habían gritado.

El juego " Líder-inferior".

La presión grupal se ve aquí muy acentuada. Cuando alguien está presionado y todo su tiempo se lo tienen organizado, busca una forma de escapar. Hay una contradicción muy fuerte entre lo que vive y lo que piensa: vive encerrado y con mucho malestar; pero le han convencido que está luchando por ser libre, y que pese a todo vive mejor que "la gente de la calle".

Entonces le surge la necesidad de ser uno de los jefes. Siendo así podrá hacer algunas cosas por sí mismo, y esto le libera del agobio que vive. Aspira a ello disimuladamente. Cuando consigue uno de estos puestos de arriba, piensa que es por merecimiento o por inteligencia, o alguna otra razón que se lo corrobore. Cuando pierde un lugar así dentro del grupo le viene la idea de que no obedece ni practica la doctrina del grupo.

Este hecho que es bien conocido por el líder, hace que juegue con sus adeptos a ponerles, 1º, y quitarles, después, de posiciones importantes dentro del grupo. De está forma se gana la obediencia de los que llevan mas tiempo con el chantaje de: o me obedeces o bajas posiciones. A la vez es un juego muy fuerte con los sentimientos, que hace que los adeptos se mantengan en constante tensión. Pues el mismo grupo presiona al individuo cuando es rebajado de un puesto, y aprovechan para descargarle los malos momentos que les hizo sentir.

El líder dice que hay que ser lo suficientemente humildes para subir puestos y para dejarlos, sin que eso te afecte. Los líderes hacen cambios, ponen a unos y quitan a otros como responsables, esto lo hacen con casi todos pero ellos no dejan nunca de ser líderes. ¿Por qué? Porque lo importante es alterar el grupo, conseguir mantener a los adeptos en tensión; la palabra “amor”la usan para convencer, no para amar. Y de esta forma consiguen convencer al grupo de que todo lo que ellos hacen es amor a los demás. Enseñan como bueno lo que ellos hacen.

Hay también en este hecho una contradicción muy grande. Jesús dijo << Entre vosotros, el que quiera ser el primero sea el servidor de todos >>. No dijo el mandón de todos. Esto es lo que hacen los líderes o el líder ser el que manda sobre todos.

El líder convence a los adeptos de que le persiguen porque no entienden (los adeptos) su doctrina y les convence de que le están martirizando de tantas veces que se la tenía que explicar (la doctrina).

(1) HIPNOSIS.

La inducción de un estado de alta predisposición a la sugestión bajo hipnosis es a menudo sutilmente enmascarado bajo los nombres de relajación o meditación.

(2) PRESIÓN GRUPAL.

La supresión de la duda y la resistencia a las nuevas ideas se consigue explotando la necesidad de pertenecer a un grupo.

(3) BOMBARDEO DE AMOR.

Creación de un sentido de familiaridad y pertenencia a través de abrazos, besos, el contacto físico y los halagos continuos.

(4) RECHAZO DE VALORES ANTERIORES.

La constante renuncia de los pasados valores y creencias acelera la aceptación del nuevo estilo de vida.

(5) DOCTRINA OSCURA.

Fomenta la aceptación ciega y el rechazo de la lógica a través de lecturas complejas de una doctrina incomprensible.

(6) ANULACIÓN DE LA PRIVACIDAD.

Consigue la perdida de la evaluación lógica, a través de la imposibilidad de reflexionar en soledad.

(7) PRIVACIÓN DEL SENTIDO DEL TIEMPO.

Evitando la presencia de todo reloj, se destruye la capacidad de evaluar la información, reacciones personales y funciones corporales en relación al paso del tiempo.

(8) REGRESIÓN.

Se obtiene a través de la orquestación de conductas infantiles, una obediencia infantil.

(9) REGLAS DE NO COMPROMISO.

Se induce la regresión y la desorientación por medio de la implantación de rígidas reglas sobre horas y modos de comer y dormir, de lavarse y de uso de medicamentos.

(10) ABUSO VERBAL.

Se anula la sensibilidad a través de ataques con un lenguaje agresivo e insultante.

(11) PRIVACIÓN DEL SUENO Y FATIGA.

Crea desorientación y vulnerabilidad, prolongando la actividad por la uniformidad de ropajes en el grupo.

(12) CÓDIGOS DE VESTIMENTA.

Se anula la individualidad por la uniformidad de ropajes en el grupo.

(13) CANCIONES Y CÁNTICOS.

Se eliminan las ideas ajenas al grupo, a través de la repetición de cantos o frases estereotipadas.

(14) CONFESIONES.

Se consigue la destrucción de las individualidades mediante la denuncia ante el grupo, a través de las debilidades, sentimientos y dudas de cada uno.

(15) COMPROMISO FINANCIERO.

Obtiene una creciente dependencia al grupo rompiendo lazos con el pasado mediante la donación de dinero.

(16) SEÑALAMIENTO.

Crea un falso sentido de rectitud, apuntando los defectos del mundo exterior y de otros cultos.




(17) JERARQUÍA OSTENTOSA.

Promueve la aceptación de la autoridad del culto, prometiendo elevación, poder y salvación.

(18) AISLAMIENTO.

Induce la perdida de realidad mediante la separación física de los parientes, amigos, sociedad y de toda referencia externa.

(19) APROBACIÓN CONTROLADA.

Mantiene la vulnerabilidad y confusión, premiando o castigando alternativamente similares acciones.

(20) CAMBIO DE DIETA.

Crea desorientación e incrementa la susceptibilidad al desborde emocional, privando al sistema nervioso de sustancias necesarias para una función normal.

(21) JUEGOS.

Inducen dependencia al grupo, a través de reglas complejas y oscuras.

(22) FALTA DE CUESTIONAMIENTO.

Se desalienta toda critica, conduciendo a la aceptación automática de creencias.

(23) CULPA.

Se refuerza la necesidad de 'salvación', exagerando las faltas del anterior estilo de vida.

(24) TEMOR.

La lealtad y obediencia al grupo se mantienen a través de la amenaza moral o física ante el más leve pensamiento, acto o palabra 'negativos'.

(25) REEMPLAZO DE RELACIONES.

Se destruyen las familias anteriores al ingreso a la secta, mediante el arreglo de nuevas parejas y 'familias'.

ATENCIÓN: no todas estas técnicas son utilizadas por estos grupos, unos utilizan estas y otros utilizan otras diferentes a estas.

A continuación podrán leer unas páginas sobre la iglesia de los mormón en la que verán la estructura, la fundación, la historia, el culto y las actividades y la situación actual. Hoy en día se le considera un grupo sectario. También veremos los enlaces matrimoniales de diferentes grupos sectarios.

IGLESIA MORMÓN:

Estructura

La Iglesia mormona es laica, jerárquica y autoritaria. Los empleados de las oficinas de cada congregación individual (custodias) son miembros laicos que van rotando en los puestos. El obispo, que junto con dos cancilleres preside por lo general una custodia, ocupa este puesto durante cinco años. Cada custodia cuenta con cerca de 200 puestos a repartir, por lo que la participación activa de los miembros es alta. La mayoría de éstos tiene la oportunidad de impartir clases, pronunciar sermones, trabajar en servicios de ayuda social y participar en actividades sociales.

La organización administrativa de esta confesión tiene forma vertical. Por encima de la custodia se encuentra el distrito administrativo, que engloba varias custodias, presidido por tres miembros y con un consejo superior formado por doce personas. Siguiendo la estructura jerárquica de la organización, aparecen las autoridades generales, dedicadas plenamente a este trabajo. Teniendo en cuenta que todos los participantes que son elegidos para el puesto de responsables generales son laicos, no se puede esperar que sean burócratas profesionales ni cuenten con estudios teológicos. Por lo general, los programas y las políticas de acción de la confesión están determinadas por un organismo central; a pesar de esto, a veces se incentiva a los responsables a nivel local para que den sus opiniones, e incluso para que desarrollen programas experimentales.

Dentro del conjunto de las autoridades generales del movimiento mormón, hay un grupo de tres hombres que presiden el obispado y el Primer Quórum de los Setenta, con siete presidentes. Sobre ellos existe un grupo que actúa de forma muy eficaz como creador de políticas de acción; recibe el nombre de Consejo de los Doce Apóstoles. En la cima de esta jerarquía está el presidente de la confesión, a quien sus miembros denominan el profeta. El presidente y sus dos consejeros (la primera presidencia), suelen reunirse con el Consejo de apóstoles, aunque también lo hacen por separado. Los mismos apóstoles eligen a los apóstoles nuevos. Según ciertos principios de antigüedad, los apóstoles van ascendiendo en la jerarquía de forma gradual. Cuando muere el presidente, el apóstol de más edad ocupa el cargo.

La fundación de la iglesia

Durante la década de 1820, mientras Smith trabajaba como campesino, fue desarrollando sus ideas religiosas, inspiradas en revelaciones divinas. Según sus propios relatos, en 1827, vio un libro formado por láminas doradas, lleno de jeroglíficos; el libro había estado enterrado en un monte cercano, y él lo había hallado gracias a las indicaciones recibidas de un ángel, el ángel Mormón. En 1830 pudo resolver el significado de esos jeroglíficos "gracias al don y poder de Dios", y publicó el Libro del Mormón que, según él, constituía un registro de verdades religiosas de los antiguos habitantes de Estados Unidos. El 6 de abril de 1830 Smith fundó la iglesia de Cristo, nombre que pronto sería cambiado por el que se le conoce en la actualidad, Iglesia Cristiana de los Santos del Último Día.

En el plazo de un año, a comienzos de 1831, la sede central se trasladó a Kirtland (actual Kirtland Hills), Ohio. Al mismo tiempo, se estableció otro grupo mormón en Missouri, en un principio en los alrededores de la ciudad de Independence, a donde según Smith, volvería Jesús.

Historia

La confesión mormona apareció durante los primeros años del siglo XIX, inmersa dentro del movimiento estadounidense de revitalización religiosa que recibió el nombre de Segundo Gran Despertar. De acuerdo con el relato de los adeptos, fue alrededor de 1820, cuando Joseph Smith tenía 14 años y vivía con su familia cerca de Palmira, en Nueva York. Tuvo una visión de Dios Padre y de Jesucristo; ellos le aseguraron la inexistencia en la tierra de la verdadera iglesia.

Culto y actividades

El culto mormón es sencillo; está compuesto por himnos, oraciones, el sacramento de la Cena del Señor (celebrado con pan y agua) y sermones pronunciados por miembros de la comunidad laica de la congregación. Entre los mormones hay organizaciones que ofrecen actividades adicionales y proyectos de servicio para niños, adolescentes y mujeres. Hay unos 24 templos mormones en el mundo. En estos templos, aquellos miembros que hayan demostrado una gran fidelidad a la congregación actúan como apoderados o representantes de antepasados ya fallecidos. Los matrimonios entre mormones devotos son consagrados "en el tiempo y para toda la eternidad".

Además de su pujante sistema de misiones, los mormones son muy conocidos por sus programas de ayuda social. También se les conoce por su Palabra de Sabiduría, un código de salud que les prohibe tomar té, café, alcohol y tabaco. La confesión también sustenta el mundialmente conocido Coro Mormón, y la joven universidad de Brigham, que cuenta con más de 25.000 estudiantes, ambos establecidos en Estados Unidos.

Situación actual

En general los mormones son considerados una confesión cristiana conservadora y con frecuencia se les identifica con los protestantes fundamentalistas. Sin embargo, en teología, los protestantes conservadores y los mormones difieren en asuntos fundamentales como la naturaleza de Dios, el concepto de Iglesia y la definición de la salvación. Pero ambos grupos tienen mucho en común respecto a temas sociales. Los mormones son muy poco entusiastas, por no decir enemigos, del ecumenismo. Básicamente, los mormones están en contra del aborto y del control de la natalidad, como también están muy poco abiertos a prácticas "tan poco bíblicas" como es el sacerdocio femenino. Lo mismo que muchos fundamentalistas protestantes, los mormones se consideran a sí mismos una organización de resistencia ante el secularismo y el compromiso liberal. Hoy en día, su actitud conservadora resulta irónica, ya que han dado un audaz vuelco a su originaria concepción en los ámbitos social y económico. En la práctica, los mormones resultan ser mucho más pragmáticos que lo que su reputación nos quiere hacer ver. A pesar de que su índice de natalidad es más alto que el promedio estadounidense, ha descendido de forma notable; además, ahora a los miembros se les permite practicar un cierto control de la natalidad. Si bien están en contra del divorcio, esta práctica no está prohibida, y tienen una media muy similar a la del resto de Estados Unidos.

Durante muchos años, la Iglesia mormona estuvo en contra de ordenar sacerdotes negros. Este tema tenía una importancia fundamental, ya que a todos los hombres mormones mayores de 12 años y que tuvieran ciertos méritos, se les hacía partícipes de esta ordenación. Esta política fue modificada en 1978, cuando la presidencia general estableció que, desde ese momento, la ordenación se realizaría "sin considerar la raza ni el color". El asunto de la participación de la mujer en los puestos de la confesión es quizás más complicado. A pesar de que las mujeres tienen muchas oportunidades para servir a nivel congregacional y se les incentiva para que puedan desarrollar sus cualidades y logren alcanzar una educación superior, no se les permite la ordenación sacerdotal ni formar parte de la jerarquía eclesiástica.

Aunque los mormones constituyen una fusión poco usual de cristianismo bíblico, pragmatismo estadounidense, expectativas milenaristas, experimentación económica, política conservadora, fervor evangélico y una fuerte actividad internacional, la confesión cristiana mormona constituye un credo dinámico, de crecimiento acelerado, a pesar de la difícil relación que mantiene con la cultura con la que convive.

Matrimonio mormón:

La ceremonia religiosa en la fe de los mormones se le conoce como "sello de ordenanza" porque el hombre y la mujer sellan su compromiso por toda la eternidad, a diferencia del "hasta que la muerte los separe", de la religión católica.

La ceremonia se debe llevar a cabo entre dos mormones que la congregación consideren que están "listos" para el matrimonio y la boda debe llevarse a cabo en uno de los 44 templos mormones que se encuentran alrededor del mundo.

La pareja debe vestirse de blanco como símbolo de pureza y se arrodillan frente al altar mientras el oficial o el Sacerdote Supremo sella su unión.

El matrimonio entre los mormones representa una unión sagrada y por tanto, muchos de los miembros de esta congregación aspiran a tenerla.

La iglesia también reconoce el matrimonio civil, sin embargo, en dicha ceremonia debe estar presente por algún arzobispo de su iglesia o alguna otra autoridad aprobada por ellos. De hecho, muchas parejas de mormones se casan primero por lo civil y después llevan a cabo su ceremonia en el templo.

En caso de que un mormón quiera casarse con alguien de diferente religión, sólo podrá casarse por lo civil.

Totemismo y matrimonio

Al interior de los grupos totémicos (llamados así debido a que veneraban a un animal, planta u objeto inanimado) se prohibe el matrimonio entre los mismos individuos. Afirmaban que aunque no estaban emparentados por la sangre, sí en cambio estaban unidos en espíritu.

Sucede algo similar a lo que hoy se observa con el padrino y la ahijada, quienes de acuerdo con la religión católica no deben, ni pueden casarse.

Matrimonio por consentimiento de esposos:

Las familias procuran que el enlace nupcial se realice de conformidad con los contrayentes.

Matrimonio por huida

Es ella quien da su consentimiento para unirse a él y escapar de casa. Generalmente esta situación se presenta con las parejas precoces, y otras veces cuando el varón no puede pagar la dote.

Matrimonio a cambio de trabajo

Dentro del matrimonio, el varón no tiene ningún derecho de propiedad sobre la mujer ni de los hijos. En la mansión de sus suegros recibe el trato de un criado hasta que con su

trabajo haya indemnizado a la familia el precio del uso de las hembras, ya que cabe aclarar, puede (él) desposarse con las hembras menores de su mujer.

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