viernes, 29 de mayo de 2009

El Sudario de Turín, ¿verdad o fraude?


http://www.tu.tv/videos/el-sudario-de-turin-la-sabana-santa-en
Se cree que la Sábana Santa, o Sudario de Turín, es la tela que cubrió el cadáver de Jesús y su imagen quedó estampada en ella en el momento de la resurrección. Apareció en el siglo XIV, época en la cual todos los templos debían poseer obligatoriamente al menos una reliquia (que casualidad).

Los creyentes argumentan lo siguiente.
1- La anatomía del hombre del sudario es perfecta.
2- Se han hecho “pruebas científicas” que demuestran que la reliquia es del siglo I.
3- La imagen no tiene un origen explicable, no se observan trazos o restos de pintura.
4- La imagen es similar a un negativo fotográfico, lo cual es imposible de reproducir por la mano humana.

Estos son datos que pueden encontrarse en muchas fuentes de tendencia religiosa, específicamente católica.Sin embargo, existen una serie de irregularidades con respecto al sudario que pueden refutar las afirmaciones anteriores una a una:



La anatomía del hombre del sudario no es perfecta en lo absoluto. La imagen muestra a un hombre de 1,80m de estatura con una incorrecta proporción corporal:

Las manos se unen para tapar los genitales; para que un cadáver haga esto, es necesario atarle las manos en esa posición, ya que de lo contrario los brazos caerían hacia los costados dejando expuestos los genitales. En el lienzo no se observa ninguna marca de atadura alrededor de las muñecas.

El cabello cae en los hombros al mejor estilo de las representaciones pictóricas clásicas de Jesús. Esto no es compatible con la posición que adquieren los cabellos de una persona acostada boca arriba ya que en este caso los cabellos caerían hacia la nuca.



En la parte de la tela donde se supone debería estar el área superior de la cabeza no hay nada, entre la frente y la nuca solo hay 12 centímetros, lo cual es característico de los microcefálicos o anacefálicos.

En la imagen frontal del sudario se observan las piernas extendidas, pero en la parte posterior se aprecia claramente la huella del pié. Es imposible colocar la planta del pié en contacto con el piso si se tienen las piernas extendidas, para hacer eso hay que flexionar las rodillas; sin embargo, en este caso le doy el beneficio de la duda ya que es algo que podría explicarse debido a fracturas y/o al rigor mortis.



Si fuera una imagen formada por contacto, se apreciaría una figura deformada. En el sudario no se observan los costados del cadáver, lo cual se debería poder apreciar si fuera una imagen formada por contacto.

Algunos creyentes argumentan que estas anomalías se deben a que Jesús padecía un trastorno genético llamado Síndrome de Marfán... ¿entonces en qué quedamos?, ¿no y que jesús tenía una anatomía "perfecta"?

En 1977 se hizo una prueba seria de carbono 14 por parte de un grupo de científicos y se determinó el origen medieval del lienzo. Los creyentes argumentan que la muestra estaba contaminada y aparentemente se efectuó otra prueba que determina su origen en el siglo I, sin embargo es muy difícil encontrar información sobre esta última.

Se realizó una prueba de microscopía dirigida por Walter Mc Cron y se observó restos de témpera basada en ocre rojo y bermellón. Por otro lado, algunos expertos en historia del arte afirman que en la edad media existían técnicas artísticas que permitían realizar una pintura sin dejar marcas de pincel o trazos. Sin embargo, se efectuaron otras pruebas con microscopios menos potentes y llegaron a la conclusión de que no habían rastros de pintura; se continúa afirmando que el origen de la imagen es inexplicable citando a otros expertos en historia del arte que afirman que no existe una técnica que no deje ningún rastro de trazos.

La imagen que se observa no es un negativo, ya que al tomar una fotografía y observar el negativo, solo se ve un negativo… a menos que la sangre fuera blanca y Jesús fuera un venerable anciano de cabello blanco y piel oscura. Esto no tiene sentido.


El Sudario de Turín está actualmente en el Vaticano y mucha gente esta convencida que se trata de una prueba irrefutable de la resurrección.Sin embargo, yo creo que lo más probable es que se trate de una pintura medieval que no ha sido retocada (a diferencia de la virgen de Guadalupe) y por eso presenta ese aspecto misterioso. No me convencen los resultados de las pruebas que se le han efectuado y no me gusta esa actitud de no permitir que se hagan mas pruebas para evitar que se deteriore. Tampoco me gusta la poca información objetiva disponible al respecto.

jueves, 28 de mayo de 2009

¿Descubren el Jardín del Edén ?


Un pastor kurdo encontró toda una colección de piedras extrañas.

Arqueólogos han encontrado indicios de que uno de los relatos bíblicos más bellos se basa en leyendas que tienen un trasfondo real. Un pastor kurdo descubrió accidentalmente, en 1994, unos pilares de piedras rectangulares que podrían convertirse en el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos: se trataría del mítico lugar conocido como el Jardín del Edén.

Un pastor kurdo que cuidaba su rebaño en medio del calor reinante en las llanuras turcas, buscó cobijo de los rayos del sol debajo de una solitaria morera. Estaba sentado a la sombra cuando notó que en el suelo asomaba una extraña piedra oblonga, cuya superficie lisa llamó su atención. Observando con cuidado los alrededores del árbol encontró toda una colección de piedras extrañas. Muchas de ellas tenían ángulos rectos que no son frecuentes en la naturaleza, por lo que decidió comentar con alguien su descubrimiento. Después de todo, quizás esas piedras fuesen importantes.

Los arqueólogos han establecido que el pastor tenía toda la razón: las piedras son, sin dudas, importantes. En ese caluroso día de verano de 1994 se había realizado el mayor descubrimiento arqueológico de los últimos 50 años o, según otros, el más importante de todos los tiempos. Ese sitio ha revolucionado la forma de ver la historia de la humanidad, el origen de la religión y, quizás, incluso la verdad detrás del Jardín del Edén. Se trataría de lo últimos vestigios de una "era dorada" de la Edad de Piedra, con unos 11.000 años de antigüedad. En esa zona vivían tribus de cazadores de gacelas que erigieron allí inmensos templos dedicados a las serpientes y vivieron como si estuviesen en el Jardín del Edén. Los arqueólogos sospechan que Adán realmente existió y que, en la parábola del “pecado original” hay un trasfondo histórico de verdad.



Esta historia de la Creación ha tenido una repercusión inmensa y es uno de los textos esenciales de la cristiandad. Los celtas, por ejemplo, tuvieron el Jardín de los Manzanos, llamado Avalon; y los griegos la Isla de los Bienaventurados. Pero sólo en el Edén cristiano se agregaron condimentos que ligaron el sexo y el espíritu. El texto que describe la parábola del paraíso no ocupa más de 50 líneas en la Biblia, pero ha generado enormes debates en torno al tema.



Este debate ha subido de tono luego de que este anónimo pastor buscase un lugar para protegerse del sol. Su hallazgo se convirtió en el descubrimiento del templo más antiguo del mundo, rodeado de maravillosas construcciones megalíticas y vestigios de una "era dorada" de la Edad de Piedra, prácticamente desconocida hasta ahora. Uno de los sitios que más sorprende a los arqueólogos es el ubicado sobre una colina pelada cercana a Urfa. Sobe ella, hace siglos, se amontonaban varios templos. Hasta el momento se han desenterrado cuatro, pero se conoce la existencia de al menos dieciséis más. Varios pilares de piedra decorados con representaciones de arañas, leones y ciempiés completan el supuesto Jardín. También pueden verse, entre los escombros, la estatua de un jabalí y una cabeza humana de gran tamaño. Este sitio arqueológico se conoce como Göbekli Tepe, cuya traducción significa algo así como “Monte Ombligo”.



Klaus Schmidt, director de las excavaciones efectuadas en Göbekli Tepe, dice que se trata de un “lugar único” con la "energía arquitectónica de un Stonehenge". Algunos de los pilares más grandes pesan 50 toneladas. Schmidt supone que este lugar alcanzará pronto fama mundial, ya que tiene el potencial de modificar muchas de nuestras creencias sobre el pasado. “Hasta ahora pensábamos que los únicos que habían construido templos y asentamientos permanentes habían sido los campesinos sedentarios", explica. Pero hicieron falta unos 500 trabajadores para levantar este lugar. Claramente, no es la obra de pastores solitarios. Para tener una idea de su importancia arqueología, en la época que se encendían fogatas y celebraban cultos sacrifícales en estos templos, aun no existía el primer pueblo campesino en la Tierra.

La polémica está servida. Para algunos, se trata del sitio donde una muy terrenal Eva convidó a Adán con la manzana que cambiaria a la humanidad. Para otros, es solo un asentamiento –quizás el más antiguo de todos- de los primeros humanos. Algunos incluso han sugerido la ingerencia de culturas extraterrestres a la hora de mover las piedras que conforman las columnas del lugar. Como fuere, Göbekli Tepe está destinado a convertirse en el verdadero ombligo de la arqueología.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Creer en lo sobrenatural es una característica común a todos los seres humanos


El psicólogo Bruce Hood analiza en un libro el origen cerebral de la fe en lo irracional

La fe en lo sobrenatural es extremadamente común, y no puede ser eliminada con una educación científica, asegura el psicólogo de la Universidad de Bristol, Bruce Hood. La razón: nacemos con un cerebro preparado para darle sentido al mundo, aunque sea a través de explicaciones que van más allá de lo racional y de lo natural. Esta característica nos permite adaptarnos y sobrevivir, pero también ver donde no hay. Hood analiza en un libro de reciente publicación los procesos cerebrales subyacentes a esta capacidad específicamente humana.


El psicólogo Bruce Hood, de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, ha publicado recientemente el libro Supersense: Why we believe in the unbelievable (Supersentido: por qué creemos en lo increíble) en el que se analiza una capacidad específica del ser humano: la de creer que existen energías, patrones, fuerzas y entidades que operan en el mundo, a pesar de que la ciencia las niegue categóricamente.

Según publica la Universidad de Bristol en un comunicado, estas creencias y prácticas son, sin embargo, la norma y no la excepción.

Así, por ejemplo, en una encuesta realizada en 2005 con 1.000 adultos estadounidenses, se constató que el 73% de éstos afirmaba creer en, al menos, un fenómeno sobrenatural.

En percepciones extrasensoriales creía el 41%. En casas encantadas, el 37%. En fantasmas, el 32%. En telepatía, el 31%. En la clarividencia, el 26%. En la posibilidad de comunicarse con los muertos, el 21%. Etc.

¿De dónde proceden todas estas creencias? Según Hood, muchas de ellas tienen su origen en la forma en que los niños piensan, de forma espontánea, el mundo.

Origen infantil

El psicólogo argumenta que los niños generan el conocimiento a través del razonamiento intuitivo, un proceso que produce tanto creencias naturales como sobrenaturales.

Con la educación científica se aprende que las creencias sobrenaturales son irracionales, pero dado que éstas operan en un nivel intuitivo, en realidad son muy resistentes a la razón y pueden permanecer “dormidas” incluso en las mentes de los adultos más racionales.

Según el científico: “estamos pre-equipados con un diseño mental que crea un “supersentido” destinado a dar forma a nuestras intuiciones y supersticiones y que resulta esencial para nuestra manera de aprender a comprender el mundo”.

Por eso, afirma, es muy probable que no seamos capaces de eliminar del todo las creencias sobrenaturales o las actitudes supersiticiosas que las acompañan. Además, estas creencias podrían servir para desarrollar los lazos de los grupos sociales, a pesar de que algunas de ellas persigan o marginen a los que no las comparten.

Prejuicio Confirmatorio

En la revista Newsweek la periodista Sharon Begley profundiza aún más en el pensamiento de Hood, señalando que el psicólogo atribuye las creencias sobrenaturales al funcionamiento normal del cerebro, y no a la religión o a la cultura, como cabría esperar.

Nos dice Begley que Hood en su nuevo libro “Supersense” analiza por qué creemos en lo increíble. Y la respuesta es que los humanos nacemos con cerebros diseñados para dar sentido al mundo, aunque sea utilizando explicaciones situadas más allá de lo natural.

“Desde el inicio nos inclinamos a pensar que existen patrones invisibles, fuerzas y esencias habitando el mundo… Esta forma de pensar es inevitable, y podría ser parte de la naturaleza humana el vernos a nosotros mismos conectados con los otros a este nivel más profundo”.

La prueba de que dichas creencias, y sus actitudes supersticiosas correspondientes, son inevitables, se encuentra en la práctica de mucha gente de celebrar “rituales seculares” para asegurarse que tendrán buena suerte.

Por ejemplo, llevar objetos especiales o poner una vela encendida cuando alguien va a hacer un examen son actividades muy corrientes que demuestran que todo el mundo es susceptible a las creencias sobrenaturales, señala Hood.

Por otro lado, estas creencias se apoyan en experiencias personales de lo sobrenatural en las que tenemos bastante fe. Así, si una vez hemos intuido que alguien va a llamar por teléfono y luego el teléfono suena y es esa persona, ya tendemos a pensar que esta casualidad no es fruto sólo del azar.

Asimismo se produce lo que se denomina el “prejuicio confirmatorio”: una vez que creemos algo encontramos cada vez más evidencias de que eso en lo que creemos es cierto. El prejuicio confirmativo es de hecho un fenómeno psicológico bien fundamentado, que consiste en que recordamos y notamos hechos que confirman nuestras creencias y olvidamos aquéllos que las desafían.

Agentes secretos

En general, el libro “Supersense” es un examen de los procesos cerebrales subyacentes a las creencias sobrenaturales.

Hood señala en su obra, por ejemplo, que siendo niños (y a menudo también de adultos) creemos que la mente y el cuerpo son entidades separadas, y no que la mente es un producto del cerebro.

Desde esta perspectiva, es fácil tener fe en la telepatía o en los espíritus, o que la mente no tiene nada que ver con el cuerpo físico.

Por otro lado, Hood apunta a que tenemos un circuito cerebral destinado a percibir las caras, lo que nos permite reconocer a nuestra madre o a cualquier persona que nos vaya a hacer daño (capacidad para la supervivencia), pero también nos hace ver caras en objetos inanimados (por ejemplo, hay gente que puede ver la figura de Jesús en cualquier cosa).

Por último, los bebés tienden a pensar que los objetos en movimiento tienen una intención, en lugar de pensar que, en realidad, se mueven siguiendo una trayectoria gravitacional, por ejemplo.

Es decir, que los niños asumen de manera natural que el mundo está impregnado de fuerzas invisibles y energías que lo dirigen. A partir de esta creencia, es muy sencillo pensar –según un ejemplo que Hood utiliza mucho- que la ropa de un asesino haya quedado impregnada del espíritu de su asesinado.

Para Hood “la forma en que el pensamiento emerge al principio sostendría nuestro “supersentido” y la creencia en que existen agentes secretos operando en todo el mundo”. Por eso, es natural que crucemos los dedos, evitemos pasar por debajo de las escaleras o temamos que se nos cruce un gato negro: creer en aquello que está más allá de lo racional o de lo natural es una característica común a todos los humanos, asegura el psicólogo.

"EL TIEMPO" el tesoro más valioso que tenemos



Que sencillo, pero cuán cierto! Regala tiempo.......es el mejor regalo...tiempo a Dios, tiempo a los que amas, tiempo a tu tierra, tiempo a lo que te hace feliz.... Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro Magno convoca a sus generales y les comunica sus tres últimos deseos:

1 – Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos. Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a
Alejandro cuáles eran sus razones. Alejandro le explica:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así¬ mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.

Al morir nada material te llevas, aunque creo que las buenas acciones son una especie de cheques de viajero.

"EL TIEMPO" es el tesoro más valioso que tenemos porque es limitado.. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo.

Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar...nuestro tiempo es nuestra vida... EL MEJOR REGALO que le puedes dar a alguien es tu tiempo...

viernes, 22 de mayo de 2009

El papa Juan Pablo I fue asesinado


http://www.scribd.com/doc/2087532/Conspiracion-en-el-Vaticano-La-Muerte-del-Papa-Juan-Pablo-I

El sacerdote abulense Jesús López Sáez ha investigado la muerte del papa Juan Pablo I, un mes después de su nombramiento en 1978: asegura que fue asesinado y quiere reabrir la polémica
Así lo explica en su libro ´Juan Pablo I. Caso abierto´, donde ofrece respuestas a las preguntas de un asunto que, 30 años después, “sigue abierto” y del que “el juicio no se hecho donde tenía que hacerse, pero está en la calle”. Analiza la figura del papa Albino Luciani, cuyo breve papado le ha hecho acreedor del sobrenombre del ´papa meteorito´ a quien todo el mundo conoció como ´el papa de la sonrisa´.

El motivo de la muerte de Juan Pablo I y las repercusiones si no hubiera fallecido son motivo de la obra de López Sáez, nacido en Aldeaseca en 1944 y responsable de la asociación Comunidad de Ayala, que promueve la renovación eclesial mediante grupos y comunidades en parroquias, colegios y casas, además de propiciar la Fundación Betesda, con el objetivo del desarrollo integral de minusválidos físicos y psíquicos.

Misterio del siglo XX

Según el autor, la muerte de Luciani es “uno de los grandes misterios del siglo XX”, ya que el sumo pontífice gozaba de buena salud, según su médico personal, y había tomado decisiones “importantes y arriesgadas”, entre las cuales había decidido terminar con los negocios vaticanos, incluso haciendo frente a la logia masónica ´Propaganda Dos´ y a la mafia.

La editorial andaluza Shepa, que ha publicado el libro, destaca que “no se puede pasar por alto que la figura de Juan Pablo I ha sido profundamente deformada”, llegándose a decir que estaba enfermo, que murió aplastado por el peso del papado o que no estaba capacitado para ejercer como papa.

Según la investigación, esta tesis que deforma la realidad “es mantenida por quienes defienden la versión oficial”, que supone adjudicar la muerte a un infarto agudo de miocardio o embolia pulmonar, “en cualquier caso, muerte natural”. Frente a esto, la obra “abre interrogantes al respecto y se dice si verdaderamente fue así, o le dieron una dosis letal por poner el dedo en la llaga” e incluso se llega a cuestionar si se le realizó la autopsia.

López Sáez se pregunta y cree inexplicable el silencio mantenido por los papas que le sucedieron, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI. Entre otras publicaciones, como las dedicadas a la catequesis, que es su especialidad, el sacerdote ha publicado ´La incógnita Juan Pablo I´ y ´Se pedirá cuenta. Muerte y figura de Juan Pablo I´.

http://www.comayala.es/Libros/ddc2/index.htm
http://www.publispain.com/nostradamus/profecia_del_asesinato_del_papa.html

El breve Papa de la sonrisa
Fue elegido como el 263º Papa de la Iglesia Católica, el 26 de agosto de 1978. Fue el primer Papa con dos nombres, gesto con el que pretendía honrar a sus dos predecesores: Juan XXIII y Pablo VI.



Su elección se produjo en la tercera votación de un cónclave inusualmente breve, el más corto del siglo XX. Juan Pablo I eligió como lema de su papado la expresión latina Humilitas (humildad), lo que se reflejó en su polémico rechazo de la coronación y de la Tiara papal en la ceremonia de entronización, en contra de lo prescrito por la Constitución Apostólica de Pablo VI.

Como Papa, Juan Pablo I estableció un ambiente de optimismo y reformas, que nunca llegaría a avanzar más allá de las propuestas. Murió, según las fuentes oficiales de un infarto, 33 días después, el 28 de septiembre de 1978, siendo el cuarto pontificado más breve de la historia.


Polémica y teorías conspirativas en torno a su muerte


El Vaticano afirma que Juan Pablo I falleció de un infarto en su cama, y que no se llevó a cabo autopsia alguna por la oposición de sus familiares. Algunos aspectos de esta declaración oficial, sin embargo, se vieron contradichos más tarde: no fue el (posteriormente Obispo) irlandés John Magee, que fuera secretario personal de Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, la primera persona en hallar el cadáver del Pontífice, sino una de las religiosas que se encargaban del trabajo doméstico, como se supo en 1988.Igualmente, la familia del fallecido Papa reveló en 1991 que la muerte no le sobrevino en la cama, sino en su escritorio. Estas incoherencias oficiales, junto a otros factores de índole económica, han dado origen a teorías conspirativas que apuntan a un envenenamiento del Pontífice.



Juan Pablo I pretendía ahondar en las reformas iniciadas por Juan XXIII. La clarificación de las cuentas vaticanas era una de sus prioridades. Mientras fue Patriarca de Venecia, en 1972, la Banca Vaticana vendió al Banco Ambrosiano (Propiedad de Roberto Calvi) la Banca Cattolica del Veneto, sin consultar al obispado metropolitano de Venecia, del cual monseñor Albino Luciani era jerarca. El responsable de esta acción fue el arzobispo Marcinkus, lo cual llevo a ciertas desavenencias entre Luciani (aún no nombrado Papa), y el norteamericano responsable de la dudosa administración Vaticana de entonces. La Banca Cattolica de Veneto estaba especializada en préstamos con bajos tipos de interés hacia los más necesitados; quizá por esto el Papa Luciani toma cartas en el asunto. Benelli, sustituto del Secretario de Estado Vaticano le cuenta que existe un plan entre Roberto Calvi, Michele Sindona y Marcinkus para aprovechar el amplio margen de maniobra que tiene el Vaticano: “evasión de impuestos, movimiento legal de acciones”. La reacción de Luciani, recogida en el libro “Con el corazón puesto en Dios: intuiciones proféticas de Juan Pablo I”, es de una enorme decepción.

Existe una trama que implica la logia masónica P2, la mafia italiana, y la banca vaticana. El 9 de mayo de ese mismo año de la muerte de Juan Pablo I 1978, había sido asesinado el Primer Ministro de la República Italiana, Aldo Moro, líder del Partido Demócrata Cristiano. Las extrañas circunstancias del deceso de Albino Luciani (un ataque cardíaco, para alguien que gozaba de buena salud), y otros sucesos misteriosos, como que la defunción no fuese certificada por el forense vaticano, sino por otro, y lo precipitado de su embalsamamiento, dispararon la teoría de que en realidad Juan Pablo I, fue asesinado. La doble confesión de la monja, Sor Vicenza, que encontró el cadáver del pontífice (en una primera versión: vestido aún, en su baño, posiblemente en el piso, donde vomitó; y la otra: en su cama, con documentos desordenados y las gafas caídas de su rostro, ya despojado del habito papal) inducen a pensar que fue envenenado.



Algunas obras de investigación abundan en la teoría del envenenamiento. El libro El día de la cuenta del sacerdote español Jesús López Sáez, presume que el sumo pontífice fue envenenado con una fuerte dosis de un vasodilatador. El libro In God's Name ("En el nombre de Dios") del investigador inglés, David Yallop, sostiene que fue envenenado por altos jerarcas de la Iglesia Católica en complicidad con mafiosos vinculados con el Banco Ambrosiano y las hermandades secretas masónicas.

El retorno de los charlatanes



Morir por dios

En estos días en que los sectores religionistas españoles afirman que un padre puede obligar a su hija menor a llevar a término un embarazo y parir aunque ella no quiera ser madre, está llegando a una crisis otro caso que pone en cuestión el supuesto derecho de los padres a imponerle una religión a sus hijos.

El caso no es trivial, como lo demostró la argumentación de Richard Dawkins. No podemos hablar de bebés fascistas, comunistas, demócratas, monárquicos, autoritarios o libertarios, y cualquier padre que quisiera inscribir a un hijo para toda su vida en un partido político sería considerado un irreponsable, y su derecho a tal acción sería cuestionable. Pero los padres anotan a sus hijos en su religión, los someten a sus rituales y los hacen llamarse bebés católicos, protestantes, judíos, musulmanes o sikhs sin que el mundo se dé cuenta de cómo se conculca así el derecho de los niños a elegir qué religión profesarán, o a no profesar ninguna.

Por supuesto, muchos de los rituales de una religión no son asuntos triviales. Con desafortunada frecuencia leemos sobre muertes de niños que tienen la desgracia de tener como padres a miembros de la secta de origen estadounidense "Testigos de Jehová". La Biblia no establece ninguna prohibición a las transfusiones de sangre, pero ellos interpretan el versículo 3:17 del Levítico de modo tal que no aceptan las transfusiones y prefieren ver morir a sus hijos considerándose tal acontecimiento "la voluntad de Dios".

Hace unos días se hizo público que otro grupo religioso estaba condenando a muerte a otro menor. La historia, en resumen, es que un matrimonio formado por Colleen y Anthony Hauser se unió hace 18 años a una organización religiosa de los indios norteamericanos llamada Banda Nemenhah, que entre sus creencias estipula la de la "curación tradicional" de los indios. Esta pareja tiene un hijo, Daniel Hauser, de 13 años de edad, que en enero fue diagnosticado con un tipo de cáncer llamado enfermedad de Hodgkin o linforma de Hodgkin, uno de los tipos de cáncer con mayores posibilidades de curación gracias a los avances de las últimas décadas, especialmente si el paciente tiene menos de 50 años y si la enfermedad se detecta en sus primeros estadios. Un régimen de quimioterapia y radioterapia ha conseguido una supervivencia de más del 80% a 10 años en los Estados Unidos. En el caso de Daniel, los médicos calcularon sus probabilidades de remisión de los tumores en 5 años con el tratamiento adecuado entre 80 y 95 por ciento.

Pero los padres han decidido que su hijo no debe ser tratado médicamente. Más aún, el propio Daniel afirma que el tratamiento violaría "sus creencias religiosas", ya que él fue nombrado "hombre medicina" (médico brujo) por la Banda Nemenhah y ahora debe dar el ejemplo de vivir "una vida virtuosa" oponiéndose a la quimioterapia porque es "autodestructiva y venenosa", afirmación que ciertamente no se sustenta ante los mile y miles de personas cuyas vidas han sido salvadas por una quimioterapia que cada día se parece menos a la caricatura que de ella hacen las pseudomedicinas.

Rápidamente se presentó en los alrededores un abogado con ansias de notoriedad decidido a convertir el caso en una cause célèbre de las pseudomedicinas, y llevó el asunto a juicio el 7 de mayo en la ciudad de New Ulm, Minnesota.

Después de ocho días de juicio donde el abogado defendió el supuesto derecho de Daniel de negarse a recibir tratamiento médico y hacer las delicias de los pseudomédicos y sus seguidores tratándose con alimentos orgánicos, hierbas y vitaminas, el juez de distrito John Rodenberg decidió, en una sentencia de 60 páginas cuidadosamente redactadas, que Daniel debía estar sujeto a los servicios de protección a los menores considerando que había sido víctima de negligencia para recibir atención médica. Aunque el juez no retiró la custodia del menor a sus padres, los emplazó a que se le hiciera una nueva radiografía de tórax y seleccionara un oncólogo tratante a más tardar el 19 de mayo.

Lo más relevante de la sentencia es, claramente la afirmación del juez de que Daniel (traduzco) "tiene solamente una comprensión rudimentaria, en el mejor de los casos, de los riesgos y beneficios de la quimioterapia... no cree estar enfermo actualmente. El hecho es que está muy enfermo", señala el juez, que además afirmó que hay un "interés del estado convincente que es suficiente para anular la oposición genuina del menor". Finalmente, con una visión poco frecuente, el juez estableció: "La medicina alternativa no es suficiente", algo que resulta evidente considerando los hechos.

Ciertamente esto fue una alegría para quienes consideran que no se puede sacrificar la vida de un hijo en el altar de las creencias de sus padres, por sinceras o fuertes que éstas sean. Pero el gusto duró poco.

Aunque tanto Daniel como su familia se comprometieron a respetar la decisión del juez, las agencias internacionales informan de que Daniel y su madre están en paradero desconocido y no se presentaron hoy día 20 ante el tribunal como se les había ordenado.

El juez Rodenberg ha dado la orden de búsqueda y captura de la madre, considerando que "es imperativo que Daniel reciba la atención de un oncólogo tan rápido como sea posible". Esto pese a que la radiografía ordenada mostró un empeoramiento significativo de un tumor en su pecho, además de que el niño se quejaba de un "dolor extremo", en palabras del Dr. James Joyce.

Daniel, que además al parecer no sabe leer (sin que se sepa si esto es parte de las prácticas de la secta), está jugándose la vida por unas creencias que le enseñaron sin darle opción.

Quizá es momento de que reevaluemos, como sociedad, el derecho de los niños a su libertad religiosa, más que el consagrado derecho de los padres de imponer sus supersticiones a sus hijos. Quizá es hora de preguntarnos si en la sociedad que estamos construyendo deseamos que los padres, con base en sus creencias religiosas, supersticiones y cuestiones de fe, puedan matar a sus hijos, obligarlos a parir o torturarlos de cualquier modo, o si como comunidad tenemos una obligación de cuidar a todos los niños.

jueves, 21 de mayo de 2009

Historia negra de los papas



Han sido considerados “hombres santos” por millones de personas, pero muchos de ellos han demostrado ser capaces de cometer los peores pecados imaginables. La historia del papado está repleta de aquellos que ostentaron el poder, y sobre los que aún queda mucho por decir…

En la actualidad los católicos tienden a ver a los pontífices que han guiado su Iglesia como hombres buenos, incluso santos. Y ciertamente, entre los 265 Papas que han dirigido las riendas de la monarquía vaticana hay hombres que podríamos calificar de bondadosos.

Sin embargo, el pontificado posee también un lado oscuro, una cara siniestra encarnada por Papas terribles. Asesinos despiadados, traidores, guerreros, mercaderes de puestos eclesiásticos o depravados sexuales sin freno –algunos incluso encarnaron todo lo anterior al mismo tiempo–, han ocupado el trono de san Pedro en distintos momentos de la historia.

Aquellos hombres traicionaron al Evangelio que decían representar, y sus actos, más que guiados por Dios o el Espíritu Santo, parecían estar inspirados por el mismísimo Diablo.

Esta cara oculta comienza a aparecer, sobre todo, poco después de que el cristianismo se convierta en la religión oficial del Imperio Romano. Hasta entonces, había sido la sangre de los cristianos la que se derramaba durante las persecuciones y el martirio sufrido por muchos de ellos.

Pero tras el reinado del emperador Constantino, la figura del Papa irá adquiriendo un poder cada vez mayor, hasta convertirse en un apetecible trofeo capaz de generar las mayores intrigas y desatar las más bajas pasiones…



Damaso

Los episodios violentos entre los candidatos a sucesores de san Pedro surgen ya en los primeros siglos del cristianismo. El caso de Dámaso y su rival Ursino constituye un buen ejemplo.

El primero fue un clérigo romano de origen español que sirvió como diácono con el Papa Liberio. Tras la muerte de éste, Dámaso fue elegido nuevo pontífice –en octubre del año 366–, gracias al apoyo de buena parte del pueblo y el clero.

Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con su elección. Otro diácono, Ursino, convenció al obispo de Tívoli para que le ordenase obispo de Roma.

Con dos Papas reclamando para sí la autoridad pontificia, el clero y los fieles se dividieron en dos bandos, y las calles se convirtieron en campos de batalla donde se enfrentaban con violencia los seguidores de ambos rivales.

Dámaso contaba con el grupo más poderoso, formado por los duros fossores romanos, los obreros de las catacumbas, y con el apoyo de las autoridades, así que Ursino y los suyos se llevaron la peor parte.

El episodio más sangriento se produjo cuando cierto día, los seguidores del Papa Dámaso acorralaron a sus enemigos en el interior de la iglesia de Santa María de Trastevere. Tras derribar las puertas entraron con violencia y provocaron una auténtica masacre: 137 fieles a Ursino fueron asesinados.


Pio XII


De nombre Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli (Roma, Italia, 2 de marzo de 1876 – Castel Gandolfo, Italia, 9 de octubre de 1958), reinó como el papa número 260, cabeza visible de la Iglesia católica, y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 2 de marzo de 1939 y hasta su muerte en 1958.

Antes de su elección al papado, Pacelli se desenvolvió como Secretario de la Congregación de Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, nuncio papal y Cardenal Secretario de Estado, desde donde pudo alcanzar la conclusión varios concordatos internacionales con estados europeos y americanos, entre los que destacó el Concordato imperial (en alemán, Reichskonkordat) con la Alemania Nazi. Su liderazgo al frente de la Iglesia católica durante la Segunda Guerra Mundial permanece como una de las materias históricas más controvertidas de la época moderna, principalmente en lo que respecta a la evaluación de sus acciones y de su conocimiento sobre los crímenes del régimen nazi en Europa durante dicho periodo.

Algunos hechos históricos de las actividades de Pio XII han dado pie a cuestionar su proceder ante el clímax antisemita contemporáneo. La más aguda critica fue elaborada por el escritor católico británico John Cornwell en su libro El Papa de Hitler, investigación biográfica sobre la vida de Pío XII, basada en archivos extraídos del Vaticano. En dicha biografía Cornwell mostró al papa como un antisemita, concluyendo en la participación directa de la Iglesia en ambas guerras mundiales, explicando así las razones que motivaron el silencio de la Santa Sede ante el genocidio de millones de judíos, gitanos, homosexuales y transexuales durante la segunda guerra mundial y la solución final de Hitler y su ejército nazi; así mismo acusó a Pacelli de dirigir la redacción del texto Humani Generis Unitas (La unión de las razas humanas), texto descubierto años después de su muerte. «Los judíos eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista se merecían la ruina material y espiritual que se habían echado sobre sí mismos», citaba dicho texto.



Clemente
Su elección se produjo el 5 de junio de 1305 tras un interregno de once meses ocasionado por las disputas que entre cardenales franceses e italianos se dieron en el cónclave celebrado en Perugia.

Llamado para su coronación, ya que al no ser cardenal no se encontraba presente en el cónclave, no se desplazó a Italia sino que eligió la ciudad de Lyon para su entronización, la cual tuvo lugar el 14 de noviembre de 1305, en la iglesia de Saint-Just, contando con la asistencia del rey Felipe IV de Francia.

Clemente estuvo durante todo su pontificado sujeto a los deseos de Felipe IV, y nada más ser coronado, su primer acto fue el nombramiento de nueve cardenales franceses cercanos al monarca francés.

Convertido en una mera herramienta en manos de Felipe, anuló en 1306 las sentencias eclesiásticas que este consideraba contrarias a sus intereses, especialmente las bulas "Clerecis laicos" y "Unam Sanctam" que había promulgado Bonifacio VIII.

Los aspectos más importantes de su pontificado fueron la eliminación de la Orden del Temple y el traslado de la sede pontificia a Avignon.El 13 de octubre de 1307, Felipe IV de Francia "El Hermoso", endeudado con la Orden del Temple, ordenó el arresto de todos los templarios que se encontrasen en territorio francés acusándolos de herejía, aunque su verdadera motivación fue hacerse con los numerosos bienes que la Orden tenía en Francia y evitar el pago de las deudas que mantenía con la misma. El autor de las novelas Los Reyes Malditos, Maurice Druon, también expone como motivo, que el resentimiento de Felipe IV de Francia se dio cuanto este fue rechazado por la orden para formar parte de ella, pues según las leyes o reglas que tenían ningún Rey o señor podía alcanzar altos puestos que pudieran hacer de los templarios un ejércitos personal y de un solo reino.

La detención de los templarios sin la autorización del pontífice, de quien depende directamente la Orden, hace protestar a Clemente pero Felipe lo convence presentándole las confesiones obtenidas bajo tortura y consigue que el Papa promulgue la bula "Pastoralis praeminen" que decreta la detención de los templarios en todos los territorios cristianos.

Presionado por el rey francés, Clemente convoca en 1308, mediante la publicación de la bula "Regnums in coelis" el concilio de Vienne que celebrado entre 1311 y 1312 alumbrará la bula "Vox in excelso" por la que se suprimía, aunque no condenaba por herejía, la orden templaria.

Desde Esteban VI, que exhumó el cadáver de su predecesor en la silla papal para celebrar un juicio postmortem, hasta Clemente VII, cuyas pugnas de poder con España, Francia y otros países europeos condujeron al saqueo de Roma, pasando por el papa que vendió el papado, el papa que inició la pornocracia, el papa que violaba peregrinas, el papa que creó la Inquisición, y por supuesto la dinastía de los Borgia, he aquí una informativa lista de los diez peores sumos pontífices de la historia

http://www.oddee.com/item_96537.aspx

miércoles, 20 de mayo de 2009

Por qué no creo en las religiones


Las religiones occidentales son instrumentos del poder: su propósito es ser un medio para controlar el comportamiento de las personas.

El concepto de que Dios envía mensajeros para ser conocido y adorado es absurdo, y todos los que pretendían traer estos mensajes de un Dios que solamente se les aparecía a ellos me parecen unos charlatanes, independientemente de sus buenas intenciones.

Rechazo la idea de que exista un viejo de barba blanca sentado encima de una nube que decide cuando hacerte algo bueno o hacerte algo malo en base a cuánto pienses en él y a que cumplas ciertas reglas de buena conducta.Quítale la barba y la nube. Me sigue pareciendo igual de absurdo.

Dios es una creación del hombre. El hombre lo creó de acuerdo a sus propios apetitos.
Si Dios es omnipotente, nosotros no tendríamos porque importarle: está por sobre la vanidad, y que lo adoremos no tiene relevancia a su escala. Si hay dioses cuya principal preocupacion es el hombre, esos dioses no deben ser muy importantes.
Si Dios creó vida sólo en la tierra entonces el Universo es un tremendo desperdicio de espacio.

Siendo omnisapiente cómo ser que pertenece, por lo menos, al último eslabón de la evolución, sabe todo lo que necesitan sus fieles, por lo que las oraciones se vuelven simplemente innecesarias. Si puso a un hombre en un jardín, y le dijo que hiciera lo que quisiera menos comer la manzana, y se enojó cuando comió la manzana, es tonto o sádico.

La mayoría de la gente cree en Dios. Piensa en lo confundida, enojada y odiosa que es una persona en promedio. Ahora piensa que la mitad de las personas están en una condición peor aún para entender el mundo. Que muchos crean en Dios no significa, por lo tanto, nada. Muchísimos creen sólo porque sus padres se lo inculcaron, y jamás se lo han cuestionado, como el celebrar la navidad, ¿que es realmente la navidad? Para un niño la navidad es una cosa y para un adulto otra, o aún estas esperando ver a papá Noel deslizarse por la chimenea? No es más que un negocio de la globalización para la globalización a costa de las ilusiones inculcadas en los niños por sus padres y los padres de sus padres.

La Biblia católica, el Corán, la Torah, reflejan los valores de un pueblo, no de todos. El antiguo testamento es la historia de los judíos, que creen que son el pueblo elegido por Dios. No tengo nada en contra de los judíos por ser judíos, sí creo que su creencia de que son el pueblo elegido por Dios (no elegidos por su Dios, sino elegidos por el único Dios que existe) es profundamente cuestionable y etnocéntrica.

Por otra parte el Vaticano está en Roma, los mismos que mataron a Cristo, y ahora ése es un lugar lleno de oro, riquezas y lujo, donde se explota la figura de Jesus sin ninguna verguenza, siendo que él creía en una vida humilde. La Iglesia es un instrumento de poder y dominación a través del temor y la culpabilidad de la gente, tal como lo han sido los militares a través del miedo a morir o a ser golpeado, algunos empleados a través del miedo a no tener trabajo, algunos profesores a través del miedo a ser castigado. Se aprovechan del miedo en todos los niveles.
No creo en la tradición cristiana porque María dijo que vió un ángel en su habitación y quedó embarazada, pero claro no de su esposo José, y le creyeron cuando habló de intervención divina. Las mujeres eran dilapidadas en su época por cosas mucho menores! Culturalmente, los países más religiosos son los más violentos también.

La religión podría ser un instrumento de paz, pero lamentablemente casi siempre es un instrumento de la guerra. Un Dios que te castiga por tener sexo sin estar casado, pero que te premia por morir matando, es un pésimo Dios. En las guerras, ejércitos aliados y enemigos tienen sacerdotes y símbolos religiosos. Dios inspira a la guerra.
Siempre Dios se aparece a unos pocos que luego mandan a los demás a hacer cosas en beneficio de esos pocos. Que casualidad. Lourdes vió a la virgen en una cueva y ahora esa cueva es centro de peregrinaje obligatorio de todos los cristianos, no es más facil pensar que estaba loca o que andaba bajo los efectos de alguna planta?
Tal vez exista una causa superior, pero en el caso en que exista, no creo que sea dios un ególatra y rodeado de un séquito de profetas autodesignados como el que nos proponen las religiones occidentales.

Podemos amarnos entre los humanos y los animales y el universo sin pasar por Dios.
Porque el Universo podría tener un sentido que no podemos comprender, pero eso no nos da derecho a andar inventando lo que nos sea más cómodo. Mejor admitir que ciertas cosas no las podemos comprender, y quizás algún día lo hagamos, en vez de optar por el camino fácil de inventar una explicación para todo.
Porque el Universo puede tener un sentido que alcancemos a comprender, no abandonemos la tarea de buscarlo.

Una cosa es que sientas en tu corazón que existe algo inmaterial que los sentidos no captan. Otra es que busques cualquier cosa para aplacar ese sentimiento. Si aún así crees que existe un ser superior, no te dejes utilizar por quienes se aprovechan de esa creencia.

No te entregues a quienes te den una respuesta fácil basada en el dogmatismo. No te pongas al servicio de gente que actúa fomentando guerras, matanzas, exterminio, ignorancia, censura y opresión. Entrégate a tí, por que si existe un dios o religión, ésa está en nuestro corazón, y nadie tiene permiso a cuestionarla.

Es la religiosidad es un producto evolutivo que garantiza la cooperación por el bien común ?


El psicólogo Michael Price explica el cristianismo desde la perspectiva de Darwin

Los intentos por explicar el pensamiento religioso humano desde la perspectiva científica no son nuevos. Para los darvinistas, la religiosidad es un producto de la evolución que juega un importante papel en la formación y mantenimiento de los grupos humanos, favoreciendo la cohesión social, la fuerza de dichos grupos, y también la transmisión de los genes de sus miembros. El psicólogo Michael E. Price, de la Universidad Brunel, en el Reino Unido, explica en un artículo cómo puede entenderse el cristianismo desde la teoría de la evolución de Darwin. Según él, se puede considerar que los grupos religiosos son sistemas culturales que permiten a sus miembros maximizar el potencial de sus instintos cooperativos, para la producción de bienes públicos y para la propagación genética.

El psicólogo Michael E. Price, de la Universidad Brunel, del Reino Unido, ha escrito recientemente un artículo para la revista The Global Spiral, en el que explica la existencia de las creencias religiosas desde la perspectiva de la cosmovisión darviniana. Para contestar a estas cuestiones, Price utiliza el cristianismo como caso de estudio.

Según Price, la idea de que podría haber una explicación científica para la relación existente entre religión y comportamientos sociales (morales) no es nueva: Max Weber, Emile Durkeim o Talcott Parsons, por ejemplo, ya la propusieron.

Desde la perspectiva de Darwin, los análisis realizados sobre la religión han tendido a hacerse bien desde la intención de ridiculizar las creencias religiosas bien desde la intención de explicar el pensamiento religioso científicamente, sugiriendo que éste surge a partir del desarrollo de mecanismos psicológicos que nos han permitido realizar funciones no-religiosas, como la habilidad de cooperación grupal para competir con otros grupos rivales.

La religión, para esta perspectiva, ha evolucionado para servir a los intereses genéticos de los individuos: a menudo la gente necesita formar grupos que cooperen de forma efectiva, y la religión ha ayudado a que esto se produzca.

Adaptaciones múltiples

La mayoría de los darvinianos modernos –al igual que el propio Charles Darwin- cree que el principio fundamental de organización de todos los organismos es un conjunto de adaptaciones al medio. Estas adaptaciones suponen características funcionales que están codificadas en el genoma.

Los humanos modernos estamos compuestos de adaptaciones que, proporcionadas por nuestros ancestros, nos han otorgado una serie de ventajas evolutivas. Una de esas ventajas es nuestra capacidad para la cooperación en grupo.

La psicología evolutiva explica que la religión ha jugado un papel en la vida social de los humanos porque nos ha permitido colaborar los unos con los otros: la cooperación, en muchas situaciones, ayuda a generar unos recursos que no podrían generarse a nivel individual.

La evolución, por otro lado, también nos ha predispuesto para ser hostiles hacia las personas que intencionadamente toman beneficios del grupo sin aportar nada a éste. Para la producción de los bienes públicos, por tanto, se necesita un sistema de incentivos personales que motiven a la gente a contribuir, más que a ir por libre aprovechándose del trabajo de los otros.

Darvinismo y lógica cristiana


Desde la perspectiva darviniana, en este sistema jugaría un papel clave la religión. Según Price, “el modelo darviniano de cooperación ilumina la lógica del cristianismo, dado que la teología cristiana es un sistema cultural que potencia los instintos cooperativos humanos de manera efectiva”.

Con dicho sistema se generan una serie de beneficios públicos, que pueden deducirse fácilmente de la lectura de los Diez Mandamientos bíblicos: obedecer a los padres, no codiciar, no matar, no robar o no cometer adulterio. Si todo el mundo sigue estas normas, evidentemente, el entorno social se verá libre de conflictos y de crímenes.

Esta armonía social no solo protege a unos miembros del grupo contra otros, sino que hace que el propio grupo sea mayor y más poderoso.

En cuanto a la fe en Dios, ésta permite a los miembros del grupo creer en una entidad que los controla, los premia y los castiga. Su omnisciencia y su atención al comportamiento moral de cada uno de los miembros del grupo, y la fe en estas capacidades por parte de los creyentes, protegerá a la sociedad de los pecados que sus componentes evitarán cometer.

Jesús como modelo de altruismo


Los cristianos cuentan, asimismo, con otra poderosa herramienta de impulso a los comportamientos cooperativos: la creencia en que se deben esforzar por emular a Jesús.

Esta creencia promueve los comportamientos no egoístas, puesto que se basa en el ideal altruista de la figura que, según el cristianismo, se sacrificó a sí mismo para salvar a la humanidad.

Un importante elemento de cohesión en los grupos religiosos es el asegurar que los miembros demuestren su entrega al sistema, de manera que unos a otros se ayuden a mantener su confianza en éste y no abandonen sus normas o, directamente, el grupo. En este aspecto juegan un papel clave los comportamientos religiosos que demuestran la sinceridad de la fe de los creyentes.

En general, se puede considerar que los grupos religiosos conforman sistemas culturales que permiten a sus miembros maximizar el potencial de sus instintos cooperativos, para la producción de bienes públicos (logros a corto plazo), y también para asegurar los intereses genéticos (logros a largo plazo).

Según Price, que en este caso se haya analizado el cristianismo no implica que esta religión sea la única que puede plegarse a la interpretación darviniana de la religiosidad.

El papel de las instituciones seculares


El autor señala que, si la mente humana es un producto de la selección darviniana y que, el pensamiento religioso ha sido generado por nuestras mentes, todas las religiones deberían poder ser igualmente analizadas desde esta perspectiva.

¿Podrían las instituciones seculares resultar tan efectivas como los sistemas religiosos en la motivación de la gente para la producción de bienes comunes?

Para Price, sería posible, pero lo cierto es que los sistemas religiosos cuentan con una ventaja crucial: sus seguidores no sólo creen que Dios sabe todo de sus buenos y de sus malos actos, sino que también creen que Él es perfectamente justo, y que puede castigarlos y premiarlos.

martes, 19 de mayo de 2009

La ciencia del vudú, o cómo el miedo te puede enfermar


Hace algunos días mencioné que era mi opinión que nadie se muere de miedo y que difícilmente el miedo mata a la gente en números mayores que los que matan los virus. Hasta hoy no he sabido de fuentes de estadísticas de mortandad por una causa llamada "miedo". Sin embargo, eso no quiere decir que el miedo no afecte a quien lo siente. De esto se trata este interesante artículo que arroja luz sobre esta zona oscura de nuestra mente: La zona del vudú.

A altas horas de la noche en un pequeño cementerio de Alabama, Vance Vanders tuvo un encuentro con el médico brujo local, quien abrió una botella con un líquido de olor desagradable enfrente de su cara, y le dijo que estaba a punto de morir y que nadie podía salvarlo.

De vuelta a casa, Vanders se recostó y comenzó a deteriorarse. Unas semanas después, demacrado y cerca de la muerte, fue ingresado en el hospital local, donde los médicos no pudieron determinar la causa de sus síntomas o su lento declive. Sólo entonces su mujer le dijo a uno de los médicos, Drayton Doherty, del hechizo.

Doherty lo pensó largo y tendido. A la mañana siguiente, pidió que la familia de Vanders se colocara junto a su cabecera. Él les dijo que la noche anterior había atraído al médico brujo de vuelta al cementerio, donde le había apretado la garganta contra un árbol hasta que explicara cómo funcionaba la maldición. El médico brujo, dijo, había frotado huevos lagarto en el estómago de Vanders, que se incubaron dentro de su cuerpo. Uno de esos reptiles permanecía dentro, y se estaba comiendo a Vanders desde ahí.

La Gran Ceremonia


Doherty convocó entonces a una enfermera que, por acuerdo previo, había llenado una jeringa grande con un potente emético. Con gran ceremonia, inspeccionó el instrumento e inyectó su contenido en el brazo de Vanders. Unos minutos más tarde, Vanders empezó a vomitar en forma incontrolable. En medio de la batahola, inadvertido por todos en la sala, Doherty produjo su pieza de resistencia - un lagarto verde que había escondido en su bolso negro. "Mira lo que ha salido de usted, Vance", exclamó. "La maldición vudú se levanta".

Vanders pidió una dosis doble, se recostó en su cama, y luego cayó en un sueño profundo. Cuando se despertó al día siguiente estaba alerta y voraz. Recuperó rápidamente su fuerza y fue dado de alta una semana después.

Los hechos de este caso sucedido hace 80 años fueron corroborados por cuatro profesionales de la medicina. Quizá lo más destacable de todo es que Vanders sobrevivió. Existen numerosos casos documentados de muchas partes del mundo sobre personas que mueren después de ser maldecidos.

Sin registros médicos y sin resultados de autopsias, no hay forma de estar seguro de cómo estas personas llegaron a su fin. El hilo común en estos casos, sin embargo, es que una figura respetada lanza una maldición sobre alguien, tal vez cantando o apuntando un hueso hacia ellos. Poco después, la víctima muere, al parecer por causas naturales.

Vudú Nouveau

Se podría pensar este tipo de cosas son cada vez más raras, y que se limitan a las tribus remotas. Sin embargo, según Clifton Meador, un médico en la Escuela de Medicina Vanderbilt en Nashville, Tennessee, que ha documentado casos como el de Vanders, la maldición ha asumido una nueva forma.

Tomemos a Sam Shoeman, que fue diagnosticado en fase terminal con cáncer de hígado en el decenio de 1970 y se le había pronosticado sólo unos meses de vida. Shoeman murió en el plazo pronosticado, pero la autopsia reveló que su médico se había equivocado. El tumor era pequeño y no había difusión. "Él no murió de cáncer, sino de creer que se estaba muriendo de cáncer", afirma Meador. "Si todo el mundo te trata como si te estuvieras muriendo, de seguro te compras la idea. Todo en tu vida girará sobre la muerte."

Él no murió de cáncer, sino de creer que se estaba muriendo de cáncer

Casos como el de Shoeman pueden ser ejemplos extremos de un fenómeno mucho más generalizado. Muchos pacientes que sufren efectos secundarios perjudiciales, por ejemplo, podrían tenerlos sólo porque les ha dicho que deben sentirlos. Es más, las personas que creen que tienen un alto riesgo de ciertas enfermedades son más propensos a padecerlas que las personas con los mismos factores de riesgo que creen que tienen un bajo riesgo. Parece que los brujos modernos visten de bata blanca y usan estetoscopios.

El efecto nocebo (nocivo)

La idea de que cuando crees que estás enfermo te puede hacer mal, puede parecer exagerada, pero rigurosos ensayos han establecido más allá de toda duda de que lo contrario es cierto - el poder de la sugestión puede mejorar la salud. Esto es el conocido efecto placebo. Los placebos no pueden hacer milagros, pero sí producen efectos físicos mensurables.

El efecto placebo tiene un gemelo maligno: el efecto nocebo, en el que las píldoras ficticias y expectativas negativas pueden producir efectos nocivos. El término "nocebo", que significa "dañino" (o nocivo, en castellano), no se acuñó hasta 1960, y el fenómeno ha sido mucho menos estudiados que el efecto placebo. No es fácil, después de todo, obtener la aprobación ética para la realización de estudios encaminados a hacer que la gente se sienta peor.

Lo que sí sabemos sugiere que el impacto del nocebo es de largo alcance. "La muerte vudú, si es que existe, puede representar una forma extrema del fenómeno nocebo", dice el antropólogo Robert Hahn de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, Georgia, quien ha estudiado el efecto nocebo.

Amenazas a la vida

En los ensayos clínicos, alrededor de una cuarta parte de los pacientes en los grupos de control - a los que les suministran terapias inertes - experimentan efectos secundarios negativos. La gravedad de estos efectos secundarios a veces coincide con los correspondientes a las drogas reales. Un estudio retrospectivo de 15 ensayos que incluían a miles de pacientes con prescripción de betabloqueantes o bien un control mostró que ambos grupos informaron de efectos secundarios en niveles comparables, incluida fatiga, síntomas depresivos y la disfunción sexual. Un número similar había tenido que retirarse de los estudios a causa de estos.

Ocasionalmente, los efectos pueden ser una amenaza para la vida (véase "La sobredosis"). "Las creencias y las expectativas no sólo son fenómenos lógicos, conscientes, sino también tienen consecuencias físicas", dice Hahn.

Los efectos nocebo también se observan en la práctica médica habitual. Alrededor del 60 por ciento de los pacientes sometidos a quimioterapia comienzan a sentirse enfermos antes de su tratamiento. "Puede ocurrir días antes o en el trayecto al hospital", dice Guy Montgomery, psicólogo clínico de la Escuela de Medicina Monte Sinaí de Nueva York. A veces, el simple pensamiento del tratamiento o la voz del médico es suficiente para hacer que los pacientes se sientan mal. Estas "náuseas anticipadas" pueden deberse en parte al condicionamiento - cuando los pacientes subconscientemente enlazan una parte de su experiencia con náuseas - y en parte debido a la expectativa.

Contagioso

En forma alarmante, el efecto nocebo puede ser incluso contagioso. Casos en donde los síntomas sin una causa identificable se propagan a través de grupos de personas han existido por siglos, y representan un fenómeno conocido como enfermedad psicógena masiva. Uno de estos brotes (ver "Es contagioso") inspiró un reciente estudio realizado por psicólogos Irving Kirsch y Giuliana Mazzoni de la Universidad de Hull en el Reino Unido.

Pidieron a algunos miembros de un grupo de estudiantes inhalar una muestra de aire normal, la cual a todos los participantes se les dijo que contenía "una toxina sospechosa del medio ambiente", asociada con dolor de cabeza, náuseas, picor en la piel y somnolencia. La mitad de los participantes también vieron una mujer inhalar la muestra y desarrollar estos síntomas, sólo en apariencia. Los estudiantes que inhalaron la muestra tuvieron más probabilidades de presentar estos síntomas que los que no lo hicieron. Los síntomas fueron también más pronunciados en las mujeres, en particular aquellas que habían visto a otra enfermarse en apariencia - un sesgo observado también en la enfermedad psicógena masiva.

El estudio muestra que si oyes u observas un posible efecto secundario, tienes más probabilidades de desarrollarlo por ti mismo. Eso pone a los médicos en una situación difícil. "Por un lado las personas tienen derecho a ser informado acerca de qué esperar, pero esto hace que sea más probable que se experimenten estos efectos", dice Mazzoni.

Catch 22 (ciclo vicioso)


Esto significa que los médicos deben elegir sus palabras cuidadosamente para reducir al mínimo las expectativas negativas, dice Montgomery. "Todo reside en cómo lo dicen".

La hipnosis también puede ayudar. "La hipnosis cambia las expectativas, lo que disminuye la ansiedad y el estrés, lo cual a su vez mejora los resultados", dice Montgomery. "Creo que la hipnosis podría aplicarse a una amplia variedad de síntomas en los que que la expectativa juega un papel importante".

¿Es la escala del problema nocebo lo suficientemente grave como para justificar contramedidas? Simplemente no lo sabemos, porque muchas preguntas permanecen sin respuesta. ¿En qué circunstancias se producen efectos nocebo? ¿Y cuánto tiempo duran los síntomas?

Parece que, al igual que con la respuesta placebo, los efectos nocebo varían ampliamente, y puede depender en gran medida del contexto. Los efectos placebo a menudo son mucho más potentes en los montajes clínicos que los provocados en el laboratorio, dice Paul Enck, un psicólogo en el Hospital de la Universidad de Tübingen, Alemania, lo que sugiere que el problema nocebo puede tener efectos profundos en el mundo real. Por razones obvias, sin embargo, los experimentos de laboratorio están diseñados sólo para inducir síntomas nocebo leves y temporales.

Consecuencias reales

Tampoco está claro quienes son susceptibles. El optimismo o pesimismo de una persona puede desempeñar un papel, pero no hay predicciones consistentes de personalidad. Ambos sexos pueden sucumbir a la enfermedad psicógena masiva, aunque las mujeres reportan más síntomas que los hombres. Enck ha demostrado que en los hombres la expectativa, en lugar del condicionamiento, tiene más probabilidades de influir en los síntomas nocebo. Para las mujeres, lo contrario es cierto. "Las mujeres tienden a operar más sobre las experiencias del pasado, mientras que los hombres parecen más reticentes a considerar la historia en una situación", dice.

Lo que está quedando claro es que al parecer estos fenómenos psicológicos tienen consecuencias muy reales en el cerebro. Utilizando exploraciones PET para observar los cerebros de las personas a quienes se les administró un placebo o un nocebo, Jon-Kar Zubieta, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, mostró el año pasado que los efectos nocebo estaban relacionados con una disminución de la dopamina y la actividad de los opioides. Esto explicaría cómo los nocebos pueden incrementar el dolor. Los placebos, como era de esperarse, produjeron la reacción opuesta.

Mientras tanto, Fabrizio Benedetti de la Escuela de Medicina de la Universidad de Turín en Italia ha descubierto que el dolor inducido por nocebos puede ser suprimido por una droga llamada proglumide, que bloquea los receptores de una hormona llamada cholecystokinin (CCK). Normalmente, las expectativas de dolor inducen ansiedad, lo que activa los receptores de CCK, aumentando el dolor.

Causa última

La causa última del efecto nocebo, sin embargo, no es la neuroquímica sino las creencias. Según Hahn, a menudo los cirujanos son quisquillosos al operar a personas que piensan que van a morir - porque estos pacientes lo suelen hacer. Y la mera creencia de que uno es susceptible a un ataque al corazón es en sí misma un factor de riesgo. Un estudio encontró que las mujeres que creen que son particularmente propensas a ataques al corazón tienen casi cuatro veces más probabilidades de morir a causa de condiciones coronarias que otras mujeres con los mismos factores de riesgo.

A pesar de la creciente evidencia de que el efecto nocebo es muy real, es difícil en esta época racional aceptar que las creencias de la gente les pueden matar. Después de todo, la mayoría de nosotros se ríe si un hombre vestido extrañamente saltó agitando un hueso y nos dijo que íbamos a morir. Sin embargo, imagina cómo te sentirías si te dice lo mismo un elegante doctor ataviado con un arsenal de diplomas médicos y con una computadora llena de datos clínicos y de resultados de análisis de laboratorio. El entorno social y cultural es crucial, dice Enck.

Meador sostiene que el diagnóstico erróneo de Shoeman y las posteriores muertes comparten muchos de los elementos esenciales que se encuentran en la maldición de muerte. Un poderoso médico pronuncia una sentencia de muerte, que es aceptado incondicionalmente por la "víctima" y su familia, quienes luego comienzan a actuar en esa creencia. Shoeman, su familia y sus médicos todos creían que estaba muriendo de cáncer. Se convirtió en una profecía autocumplida.

Nada místico

"Malas noticias promueven mala fisiología. Creo que se puede persuadir a las personas de que van a morir y que esto ocurra realmente", dice Meador. "No creo que haya algo místico sobre esto. Estamos incómodos con la idea de que las palabras o acciones simbólicas pueden causar la muerte, porque es un reto a nuestro modelo biomolecular del mundo".

Tal vez cuando la base biomédica de la muerte vudú se revele en detalle será más fácil aceptar que es real - y que puede afectar a cualquiera de nosotros.

La sobredosis

Deprimido después de la separación con su novia, Derek Adams tomó todas sus píldoras... a continuación, se arrepintió. Temiendo que pudiera morir, pidió a un vecino para llevarlo al hospital, donde se derrumbó. Débil, pálido y con sueño, su presión arterial bajó y sus respiraciones aumentaron rápidamente.

Sin embargo, pruebas de laboratorio y toxicología no daban muestras de nada tóxico. Durante las siguientes 4 horas Adams recibió 6 litros de solución salina, pero mejoraba poco.

Luego llegó un médico del grupo de ensayo clínico de un antidepresivo en el que Adams había estado tomando parte. Adams se había inscrito en el estudio un mes antes. Inicialmente se había sentido alentado en su estado de ánimo, pero una discusión con su ex novia lo llevó a tragar los 29 comprimidos restantes.

El médico reveló que Adams estaba en el grupo control. Las pastillas que había ingerido en su "sobredosis" eran inofensivas. Al escuchar esto, Adams se mostró sorprendido y derramó lágrimas de alivio. En los 15 minutos siguientes estuvo totalmente alerta, y su presión sanguínea y ritmo cardíaco habían vuelto a la normalidad.

Es contagioso


En noviembre de 1998, una profesora de una escuela secundaria de Tennessee notó un olor "como de gasolina", y comenzó a quejarse de dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar y mareos. La escuela fue evacuada y durante la siguiente semana más de 100 funcionarios y estudiantes fueron admitidos en la sala de emergencias quejándose de síntomas similares.

Después de extensas pruebas, no se encontraron explicaciones médicas para los síntomas reportados. Un mes más tarde un cuestionario reveló que la mayoría de las personas que informaron de síntomas fueron mujeres, y gente que había conocido o visto a un compañero de clase que estaba enfermo. Fue el efecto nocebo a gran escala, dice el psicólogo Irving Kirsch en la Universidad de Hull en el Reino Unido. "No hubo, en la medida de lo que podemos decir, toxinas en el medio ambiente, pero la gente comenzó a sentirse mal."

Kirsch considera que ver a un compañero de clase desarrollar síntomas de la enfermedad creaba la expectativa en otros chicos, provocando la enfermedad psicógena masiva. Los brotes se producen en todo el mundo. En Jordania en 1998, 800 niños al parecer sufrieron los efectos secundarios después de la vacunación y 122 fueron admitidos al hospital, pero no se encontró ningún problema con la vacuna.

Comentario final

Lo que muchos intentos conspiranoicos claman a los tres ejes coordenados es que tanto la crisis económica mundial como la reciente declaración de pandemia por el virus AH1N1, es que "alguien" nos está metiendo miedo. Incluso que el miedo en la sociedad es lo que buscan los "poderes ocultos" o no tan ocultos como los gobiernos. Como se puede ver en este artículo, los investigadores serios en los campos de la psicología y la neurología han recopilado estudios en los que el efecto nocebo (nocivo) es considerable, pero se trata de aplicaciones directas y puntuales que distan un tanto de lo que son las medidas de prevención como los cercos sanitarios y las evacuaciones de la población. En última instancia, el conocimiento de la realidad y no las creencias es lo que salva a cualquiera de caer en este efecto.

lunes, 18 de mayo de 2009

Los ritos y lo sagrado


Los ritos se componen de una serie de reglas específicas que se aplican a la conducta conducta de manera tal que prescriben el modo en que el hombre debe comportarse frente a los objetos sagrados. Cada rito, esta compuesto así de un conjunto de ceremonias, esto es, actos concretos o las fases en que éste puede dividirse. Los objetos relacionados con los ritos se consideran sagrados y pueden ser palabras, instrumentos, cosas o personas que pierden su dimensión profana para aquirir naturaleza sagrada.

Palabras sagradas

De esta forma, las palabras que se pronuncian a través de un ritual no son mundanas sino "divinas" por lo que incluso pueden pronunciarse en una lengua diferente o incluso deformada respecto al lenguaje habitual para resaltar la dimensión sobrenatural.

Los objetos sagrados

El poder ritual de los objetos materiales que se usan en determinados contextos sagrados, se ha explicado en función de su utilidad o escaces. Ritualizar objetos últiles podría ser además una forma de resaltar su importancia, y en el caso de los escasos, realzar su diferenciación. En cualquier caso, siempre poseen un sentido final que representa una una explicación profunda de por qué éstos han sido como objetos sagrados y no otros.

La utilización de un objeto como simbolo resulta particularmente adecuad para fijar y organizar en el plano de lo concreto, concpetos abstractos que son parte de la trama del pensamiento humano y que, en este sentido, serían la primera parte en la formulación de un mito, y luego, los sistemas religiosos.

Clasificación de los ritos

Ritos de pasaje

Fueron estudaidos por Vab Genep y son aquellos que acompañan a las personas en sus cambios de posición social. De esta manera, se sacraliza la modificación de roles y status. Sin embargo, la sacralización no es el único objetivo sino que también estos ritos pueden tener la misión de propiciar buenos augurios para el futuro.

Los ritos de pasaje, suelen comprender tres momentos:

1.Una separación del estado previo
2.Una marginación, un alejamiento
3.Una integración al nuevo estado


En la cultura occidental, el bautismo, el matrimonio y los funerales dentro del contexto religioso, cumplen claramente este sentido ritual. En otras sociedades, existen también ritos vinculados a la iniciación sexual o el paso a la categoría de guerreros.

Ritos cíclicos

Al ser anuales, señalan el paso de un período a otro y tiene que ver con la renovación de la naturaleza y las estaciones. Las fiestas relacionadas con equinoccios y solsticios como Pascua y Navidad son buenos ejemplos.

Ritos de inversión

A veces, los ritos cíclicos suponen un evento ritual en el cual se invierten los roles sociales. Por ejemplo: ser reina por un día o los bailes de carnaval que propician el descontrol y la promiscuidad sexual.

Ritos de confirmación


A través de ellos se crean situaciones de alta emotividad que buscan concientizar al individuo respecto de su dependencia del resto de la sociedad. Estos ritos suelen exaltar principios morales correspondientes a nuevos estados y las obligaciones involocradas.

Ritos expiatorios


Se refieren al bienestar físico y moral del individuo, partiendo de que la base de universo es un orden moral en el que la suerte o la desgracia dependen de la conducta moral del hombre. Estos ritos tienen así el objetivo de reparar el mal.

Ritos de propiciación

En caso de alteraciones a la normalidad como guerras, enfermedades u otras desgracias, estos ritos buscan retornar a la integridad moral del hombre de manera tal que los factores externos que afectan negativamente se alejen y todo vuelva a su cauce.

viernes, 15 de mayo de 2009

De los Druidas y su doctrina


En primer lugar ¿de dónde provienen los druidas? Discípulos de los magos ¿venían de Persia? Algunos lo han pretendido. Iniciados a sus misterios por la vieja Isis ¿llegaron de Egipto? Otros lo han afirmado. Por fin ¿no fueron arrastrados hacia nuevas regiones por una oleada humana proveniente de la India, como consecuencia de unas fuertes tensiones internas? Esta es la opinión de la mayoría.

Ante la perplejidad de tener que elegir una de estas tres hipótesis ¿por qué no Intentar compaginar las tres? La ruta de la India a Germania y a Galia es larga: aunque debemos admitir que hubieron etapas entre el lugar de salida y el de llegada, entre el embarcadero y el desembarcadero, corno diríamos hoy en día.
Los druidas, así como los celtas, se fueron de la India por un trayecto indirecto y finalmente abordaron Europa tras diversas estancias y transbordos en Egipto o en Persia.

Admitido el hecho, reconozcámoslo en voz alta, los primeros llegados celtas sólo llevaron consigo, desde los bordes del Indo o del Ganges, unos sueños de naturalismo peligrosos, propagados fuera del templo por una cantidad de falsos doctores: en cambio, en ese templo mismo, o sea en las confidencias supremas de la iniciación, donde los druidas conocieron la verdad, la verdad verdadera respecto a la divinidad.
Su doctrina se apoyaba en esta triple base: un Dios único, la Inmortalidad del alma: la recompensa o el castigo en la otra vida.

Estas creencias saludables, tan antiguas como el mundo, fundamentos de la moral humana, fueron adoptadas por los sabios de todos los tiempos.

Más tarde, los griegos, por orgullosos que estuviesen de su filosofía platónica, no dudaron en declarar que sus fuentes eran las de los pueblos bárbaros, los celtas, los gálatas, o sea los druidas. Un padre de la Iglesia, Clemente de Alejandría, reconoce públicamente que estos mismos celtas seguían la línea recta de la religión, al menos respecto a los dogmas.

¿Qué nombre daban los druidas al Ser supremo? Pues lo nombraban Esus, o sea el Señor o le designaban por el simple apelativo de Teut (Dios). Fue por Teut que los pueblos germánicos llegaron a ser Teutones, los hijos, los adeptos de Teut: hoy en día, en la lengua alemana se les da el nombre de Teutsch o Teutschen.
Tres únicas máximas de gran laconismo componían la catequesis de los druidas: Sirve a Dios, Absténte del mal, Sé valiente.

A la vez guerreros y pontífices los druidas, en el ejercido de su sacerdocio militar, desplegaban toda la fuerza, todo el rigor y toda la autoridad que implica este acoplamiento de palabras.

Con todos los poderes en mano, hablaban en nombre de Dios: gobernadores de los ejércitos, guardianes del tesoro público, y ejerciendo las funciones de jueces incluso las de médicos, castigaban tanto la herejía como la insubordinación y ponían fin a los pleitos así como a las enfermedades, aunque era más a menudo por la muerte del enfermo que por la del acusado.

Según su legislación, liberal y filantrópica, a pesar de su rigor aparente, un tribunal compuesto de notables reconocía los crímenes graves: la Idea de un tribunal compuesto de notables hace suponer fácilmente la aceptación de unas circunstancias atenuantes por lo tanto, el culpable no tenía más remedio que pagar una multa fuerte si era rico o ser condenado al destierro, si era pobre.

Sin embargo, pese a todos los esfuerzos de los druidas, el antiguo culto a los árboles no pudo ser aniquilado por completo y tuvieron que tomar la decisión de adoptar uno excluyendo a todos los demás, que congregase en torno suyo los homenajes dispersos de las poblaciones. Este árbol oficial, especie de altar verde donde venía Dios para manifestarse a sus sacerdotes era un roble, un roble robusto y vigoroso, el rey de los bosques.

Hoy en día se reconoce y se honra al roble sagrado, es hacia él que los devotos van en procesión de noche con sus antorchas para depositar sus ofrendas.
Poco tiempo después esta costumbre iba a invadir toda la Céltica.

En torno a este roble los druidas establecieron unos recintos sagrados donde sus familias se asentaron pues estaban casados; pero sólo podían tener una mujer, a diferencia de los demás jefes, que solían practicar la poligamia.
Aun cuando se prefiriera al roble entre los demás árboles, este no fue adoptado de modo exclusivo en todas partes.

Sea por antagonismo religioso, sea simplemente por una cuestión de suelo, algunas provincias de Galia o de Italia preferían el haya o el olmo. Sobre todo en Galia se prefería el olmo, Incluso en la Francia cristiana se siguió plantando un olmo delante de cada nueva Iglesia que se edificaba para asegurarse la presencia de Dios; y hasta el final de la Edad Media, era debajo de un olmo que se rendía justicia. De ahí nuestro viejo proverbio, que no tenía entonces el sentido irónico que se le da ahora: Esperadme bajo el olmo", pues era así como se citaba a la gente a comparecer ante el juez.

El fresno tuvo también sus seguidores entre las poblaciones del extremo norte y fue en las ramas más altas de un fresno que vino a romperse aquella nube oscura que contenía al terrible Odín y su cortejo de dioses.

He aquí donde vuelve el culto a los árboles. Es un culto que persistió siempre en Alemania. Todavía existe, pero no es el roble, el olmo, el haya, ni el fresno que reciben los homenajes, sino el tilo.

El roble de los druidas, acabó por generar sentimientos casi fanáticos. Las procesiones y las ofrendas se multiplicaban en torno suyo; las muchachas lo adornaban con guirnaldas de flores entremezcladas de pulseras y collares: los guerreros colgaban en sus ramas los más preciados despojos conquistados en sus combates. Gracias a la ayuda de un viento tempestuoso, los demás árboles de los recintos parecían inclinarse humildemente ante él. No obstante tenía un enemigo, un enemigo personal, encarnizado. Implantándose sin pedir permiso sobre sus ramas sagradas, hasta su augusto tallo una pequeña planta abyecta, oscura, miserable, vivía a sus expensas, se alimentaba de su savia, absorbía su sustancia hasta el punto de amenazar su libre crecimiento con tanta insolencia que ocultaba bajo sus hojas opacas y turbias el brillante follaje del árbol fetiche.

Esta planta hostil e impía era el muérdago, el muérdago del roble (Guythil).
Para librarse de este huésped incómodo y nocivo, alguna gente menos hábil, menos precavida que los druidas se hubiera conformado simplemente con trepar hasta la copa del árbol y de un golpe de hoz le hubiera sacado su parásito. Pero esto hubiera sido una maniobra tan irrespetuosa como torpe. ¿Qué hubiera pensado el pueblo? Pues el pueblo hubiera dicho que el árbol divino, vuelto impotente no tenía suficiente fuerza para librarse de su parásito por sí solo.

Los druidas se mostraron más listos, Declarado planta oficial y sagrada, el muérdago quedó, de un modo muy especial, vinculado al culto.

Esto no se llevó a cabo de una forma solapada ni con una miserable hoz
de hierro, sino que se quitó del árbol a la vista de todo el mundo, en medio del regocijo general y de los cánticos, con una hoz de oro, y el Guythil cortado en su base fue recogido con sumo cuidado en unos velos de lino. Estos velos, santificados por el muérdago ya no podían tener un uso profano.

Los teutones del Rin sacaban de la planta una especie de sustancia viscosa que se consideraba un contraveneno infalible para combatir la esterilidad de las mujeres, infalible para combatir las enfermedades y conjurar los maleficios y también para coger a los pajaritos.

En Galia, se solía pulverizar y después de su disecación se llenaban con ello unas bolsitas muy monas que la gente se regalaba el día de año nuevo. De ahi la palabra aguinaldo y ese grito que siguió siendo tan popular durante mucho tiempo en nuestras provincias: "Muérdago para el año nuevo! (Aguilanneuf).

La ciencia moderna sólo pudo descubrir en el muérdago una sustancia purgante, así que era un purgante, y un purgante violento, lo que nuestros antepasados se intercambiaban en lugar de bombones, el día de año nuevo.

La entronización de esta planta parásita en el santuario no dejó de ser un beneficio para todos. El muérdago del roble sagrado llegó a tener un valor comercial, y los falsificadores (también los había en la época de los druidas) se cuidaron de recogerlos en otros robles. incluso los otros árboles en que se producían, como los manzanos, los perales, los olmos, los nogales los fresnos y los tilos o alerces. Pronto, tanto en las huertas como en los bosques, podíamos presumir de la superchería, sobre la cual los druidas cerraban los ojos. Pero aprendieron la lección.

Infinidad de reptiles peligrosos se habían multiplicado en los cantones del Rin y, sin duda, eran la causa de continuos accidentes para el que vivía al aire libre, y casi todo el mundo dormía el raso. En su época de letargo, estos reptiles se entrelazaban. quedando pegados entre si por una supuración viscosa y formaban una especie de pelota llamada huevos o más bien anillos de serpientes por los Celtas, y anguinum por los Romanos.

Como el muérdago, el anguinum entró en la farmacopea de los druidas: así mismo figuró en sus ceremonias religiosas y pronto fue tan escaso que se convirtió en un objeto de valor que sólo conseguían los ricos a precio de oro. Si al principio se dejaron arrastrar a estas prácticas supersticiosas, condenadas por su conciencia, luego los druidas supieron sacarles partido para el bienestar de todos.
Por desgracia, a la larga, los anillos de serpiente, el roble y su parásito ya no resultaron suficientes para los que querían innovaciones.

La vía de las concesiones, por más estrecha que sea la entrada, ha de ir siempre alargándose y ensanchándose.

El antiguo partido del culto a los árboles (aún era numeroso y sobre todo activo, como todos los antiguos partidos) se quejó de que se hubiesen suprimido los compañeros, los oráculos de la familia, a favor de un roble aun cuando ese roble privilegiado no gozaba tan sólo de la facultad de ponerles en comunicación con Esus, el Dios del cielo.

Estas exigencias no estaban desprovistas de lógica: y fue preciso satisfacerlas.
Los druidas se dividen en tres clases: los DRUIDAS propiamente dichos (Eubages, en Galia), filósofos y sabios, Incluso magos si era necesario (porque entonces la magia no era más que la forma más superficial de la ciencia), quienes estaban encargados de mantener los principios de la moral y de estudiar los secretos de la naturaleza: los ADIVINOS que al menor soplo de viento sabían interpretar el lenguaje del roble sagrado por el murmullo de las hojas, el susurro de las ramas, un crujido en el árbol, el retraso o la precocidad de su vegetación. Por fin, LOS BARDOS que eran los poetas dedicados al altar.

Mientras que los bardos cantaban alrededor del roble, los adivinos le hacían rendir oráculos. Estos oráculos se multiplicaron no sólo en Europa sino también en Asia menor donde una colonia celta, según Herodoto instituyó el oráculo de Dodona por derecho de conquista; la Grecia naciente veneraba así a un roble, aunque Estrabón asegura que era un haya; ni los árboles ni los colores pueden discutirse: pero Homero lo declaró roble, y para nosotros seguirá siendo un roble.
Este nuevo movimiento, inscrito al culto puritano de los druidas, no iba a acabar ahí.

Una vez acostumbrados a comunicarse con Teut mediante un árbol, los celtas se sorprendieron, al ver que pudiendo hablar los árboles, los seres vivos, en cambio, se quedaban mudos y desprovistos del don de la profecía. A algunos jefes, poniéndose en campaña, y terriblemente afectados en su devoción por no poder llevar el roble sagrado consigo, se les ocurrió consultar a los súbitos estremecimientos de un caballo, a sus relinchos en un momento de sorpresa o de terror, pues para que fuese un augurio, el movimiento del animal tenía que ser involuntario y espontáneo. Esta creencia iba estableciéndose de tal modo que cualquier hombre que se disponía a viajar o a guerrear, montaba su caballo con la convicción de que, en caso de necesidad, podía utilizarlo a lo largo del camino, sometiendo, por supuesto, los pronósticos a las sabias Interpretaciones del adivino.

El colegio de los druidas no tardó en alarmarse de aquellos oráculos viajeros que iban necesariamente a contradecirse entre si.De la misma manera que había antes instituido un solo árbol oficial, ahora afirmó que únicamente los caballos criados bajo su vigilancia, en los recintos sagrados, tenían el don especial de la verdadera profecía.

Estos caballos de pelaje blanco e Inmaculado, alimentados a expensas del tesoro público, no tenían que trabajar ni ser sometidos a ninguna de las trabas de la montura o de la rienda. Fieros e indomables, las crines al viento, vagaban en libertad por las arboledas. Gracias a sus movimientos más libres y, por consiguiente, más seguros desde el punto de vista de la pronosticación, esos caballos profetas, que casi formaban parte del clero druídico, gozaron durante mucho tiempo en todos los países celtas de una autoridad incontestable, la cual, sin embargo, se encontró un buen día contestada.

Otros seres animados les hicieron la competencia, y estos adversarios de los caballos ¿lo diré? fueron las mujeres. De repente las mujeres se encontraron dotadas en sumo grado del don de la segunda vista, de la inspiración, de la Intuición, de la divinidad.

Viéndose forzados por el público a pronunciarse, los druidas admiran en ellas (es Tácito quien nos lo dice) algo más instintivo, más divino que los hombres e Incluso que los caballos. Su organización, fácilmente impresionable, las predisponía al don de la profecía: "Es que, en efecto, las mujeres actúan más fácilmente por Instinto natural e irreflexivo que por prudencia y lógica."

Esta última e Incorrecta explicación no es de Tácito, ni mía, ¡Bien sabe Dios! que pertenece a Simón Pelletler, ya nombrada. Que cada uno responda de sus obras.
Los druidas hicieron para las mujeres lo que habían hecho para el muérdago y para los árboles. Sólo reconocieron como verdaderas profetizas a las que sentían, lo más cercana posible a ellos, la Influencia del roble sagrado, o sea sus esposas y sus hijas.

El sistema de la centralización de los poderes no es ninguna novedad.
Hubieron entonces druidesas, así como druidas. Los druidas tenían una escuela para jóvenes y el maestro enseñaba a sus discípulos el movimiento de los astros, la forma y la extensión de la tierra, los diversos productos de la naturaleza, la historia de los antepasados reproducida de modo poético por los bardos; les enseñaban de todo menos a leer ya escribir. La memoria bastaba. Por su lado, las druidesas abrieron unas escuelas para las chicas; les enseñaban canto, costura, prácticas del culto, conocimiento de las plantas medicinales, e incluso poesía, y les hacían aprender de memoria unos versos especialmente compuestos para ellas. Estos versos que nos imaginarnos de un lirismo dudoso las iniciaban en el arte de hacer el pan, de preparar la cerveza y otras menudencias de la cocina y del hogar.
Asimismo las druidesas ejercían la medicina. Esta triple prerrogativa de mujeres-doctoras-institutrices y profetizas acabó por realzarlas en el espíritu de la nación hasta el punto que los sacerdotes de Teut, obligados a abandonar sus santuarios, no temían confiarles su custodia. Ellas presidían incluso ciertas ceremonias por derecho propio.

Si una de ellas se destacaba por la frecuencia, la lucidez, la seguridad de sus inspiraciones, así como en su tiempo las célebres Aurinia, Velleda o Ganna que los emperadores romanos consultaban con plena confianza mediante sus embajadores, entonces el orgulloso colego de los druidas se inclinaba y se sometía a su autoridad. Durante esta dictadura femenina, árbitro de los destinos de la nación, ella decidía si habría paz o guerra y aceleraba o frenaba el movimiento de los ejércitos.



César explica que, habiendo preguntado a unos prisioneros germanos la razón por la cual Ariovisto, su jefe, no se había atrevido aún a presentar la batalla, éstos le respondieron que las druidesas, tras examinar los remolinos y los torbellinos del Rin, habían declarado que no se tema que iniciar el combate antes de la luna nueva.
Como se lo puede imaginar, el interrogador sacó provecho de la respuesta, y cuando salió la luna nueva, fue para ver a los germanos en absoluta derrota.

Pero el Rin a rendido todavía oráculos y no ha llegado el día en que Ganna, Velleda o Aurinia se dignaran acordar una audiencia a los embajadores de Roma.
Sólo quisimos trazar unas líneas para esbozar el desarrollo de esta nueva institución de las druidesas, de las que ya no se hablará mucho más hasta su declive.
No obstante, su naciente poder y crédito crecían día tras día. ¿Por fin estaban los teutones satisfechos?.., no. A pesar de la habilidad de sus adivinos y de sus druidesas encontraron que el roble sagrado, mediante los estremecimientos de sus hojas, o los caballos, por sus temblores y sus brincos desordenados, sus relinchos más o menos prolongados y estridentes no ofrecían signos reveladores bastante convincentes ni un espectáculo bastante conmovedor. Les pareció convenientes consultar a los animales, ya no en sus manifestaciones externas, sino en sus entrañas palpitantes, lo cual no dejaba de dar a las ceremonias religiosas un aspecto más serio, un cierto sabor a crimen, capaz, al menos de despenar el interés de un pueblo guerrero.

De nuevo los druidas cedieron, pero un poco desanimados. ¿Qué había sido de aquella gran religión filosófica para la cual bastaba la plegarla y la meditación y que habla creído, un poco a la ligera, es verdad, poder aclimatarse el medio ambiente de esos bárbaros?

Al pie del roble, hasta entonces de pura sangre, consintieron en sacrificar los animales perjudiciales, primero los lobos, los linces y los osos, luego vinieron los animales útiles que alimentan al hombre, las ovejas, las vacas, y luego, por fin, hasta su compañero de guerra, el caballo.Los caballos inmaculados rodeados hasta entonces de una consideración supersticiosa, no se salvaron.

Y a cada uno de los grados de esta escala sangrienta, siempre resistiendo y siempre desbordados, los druidas dejaban escapar una última concesión, con la esperanza de retener así por algún tiempo un poder que sentían a punto de escapárseles de las manos.

Exaltados por el éxito, los progresistas llegaron a preguntarse por qué la ofrenda más digna de hacer a Dios no sería la sangre de un hombre. ¿No era el hombre el más noble y el más perfecto de los seres creados? Quizá llevando aún más lejos el argumento, esperaban probar que entre los hombres, los más agradables a Dios, los más dignos de ser elegidos eran los propios druidas. Pero no se puede exigir demasiado al mismo tiempo. Esta suprema consecuencia de un mismo principio quedaba en paréntesis, por el momento, sólo exigían una víctima vulgar, la que llegase primero, con tal de que fuese un hombre.

No cabe duda que, ante esta abominable petición, ante este asesinato propuesto en nombre del cielo, los herederos, los descendientes de estos sabios pontífices que habían hecho tabla rasa de las primeras e inofensivas supersticiones de los antiguos celtas, escondiéndose, retrocediendo horrorizados, recobrando su antigua energía, iban a invocar a la vez el cielo y los infiernos, el roble sagrado, los adivinos, las druidesas, los caballos inmaculados, llamar a la nación entera y lanzar el anatema sobre las cabezas de los infames solicitantes: pero no sucedió así. Al contrario, se apresuraron a legitimar con su sagrado consentimiento este sacrificio salvaje. Incluso se podría llegar a pensar que ellos mismos hubieran inspirado esa horrible idea.

¡Sacerdotes hipócritas! ¡filósofos mentirosos! ¡tigres Disfrazados de pastores de pueblos!... Apaciguémonos. Obrando de este modo obedecían menos, tal vez, aun instinto de crueldad que a la política, y también a la filantropía, sí, a la filantropía: pero expliquémonos.

Entre los celtas de aquel entonces se valoraba poco la vida del hombre: se desperdiciaba en las batallas, se prodigaba en los duelos. En la época de sus grandes asambleas nacionales los galos tenían por costumbre, para obligar a los electores a la puntualidad, de matar al último llegado, y éste pagaba por todos los rezagados.

Por su lado, los teutones, no en sus asambleas electorales, sino en la guerra, eran unos vencedores despiadados y se entretenían matando a todos los prisioneros.
Estas masacres cesaron en cuanto los druidas tuvieron el monopolio de los sacrificios humanos.

Convertido en sanguinario, el buen Esus reclamaba los cautivos como víctimas expiatorias reservadas para su altar. ¡Pobre de aquel que se atrevía a ir en su detrimento! Para éste los recintos sagrados quedaban cerrados; declarado impío, sacrílego, dejaba de formar parte del grupo de ciudadanos e incluso era probable que sustituyese al muerto que por su culpa faltaba en el holocausto.

Siendo así, cuando se le entregaba los prisioneros sanos y salvos, el gran sacerdote escogía a los que tenían que ser degollados, contentándose alguna vez con uno solo. Se sacrificaba a menudo uno de los jefes enemigos, con su caballo de guerra, para realzar la pompa de la ceremonia y también para que la cantidad de sangre derramada disimulara la pequeña cantidad de víctimas.

Tras haber interrogado escrupulosamente los flancos entreabiertos del caballo y del caballero, el sacrificador, la barba y la ropa mancillada de sangre, alzaba hacia el cielo una mano enrojecida en la misma fuente, resumiendo crimen, respirando matanza, y declaraba que su dios había quedado satisfecho: su dios estaba cansado y se le reservaba el resto de los cautivos para otro día, que no llegaría...

Acababa de crearse un nuevo empleo, el de sacrificador. En Germania así como en Galia, por los dos lados del Rin, los druidas se lo reservaban para si mismos: en otros países célticos, entre los escandinavos, y los escitas ese triste empleo fue ejercido incluso por las mujeres: la Ifigenia de Tauride puede atestiguarlo.
Sea como sea esta sangrienta innovación, los prisioneros sacaron provecho de ella: pero los que se beneficiaron más fueron los druidas. Su poder, fuertemente quebrantado, sacudida tras sacudida, se fortaleció de repente. La oposición no tuvo en cuenta sus amonestaciones ni sus oraciones, y ahora se detuvo ante su cuchillo.
A partir de este instante empieza la SEGUNDA EPOCA DE LOS DRUIDAS. El cuchillo druídico desempeña un papel, durante un largo período que no nos conviene recorrer. César habla conquistado y apaciguado Gales: los sucesores de Augusto promulgaban decretos imperiales contra todos los druidas, sacrificadores de hombres, pero este mismo cuchillo seguía amenazando Germania.