jueves, 26 de agosto de 2010

Shivá


En el marco del hinduismo, Shivá ( Śivá, ‘auspicioso’) es el dios destructor en la Tri-murti (‘tres-formas’, la Trinidad hindú) junto a Brahmá (dios creador) y a Vishnú (dios preservador).

En la religión védica más antigua, la única deidad destructora era Rudra (‘terrible’), pero posteriormente en el hinduismo se volvió usual darle a ese dios el nombre eufemístico de Shivá, ‘auspicioso’ (así como en Grecia a las Furias se las terminó llamando Euménides, ‘las Gracias’).

En su calidad de destructor, a veces se le llama Kāla (‘negro’), y es entonces identificado con el tiempo, aunque su función destructiva activa es entonces asignada a su esposa bajo el nombre de Kali. Como deidad de la reproducción (concomitante a la destrucción), el símbolo de Shivá es un monolito de piedra o de mármol llamado lingam.

Originalmente había doce shivá-linga, siendo los más conocidos los de Soma-nātha (en Guyarāt), Mahā-kāla (en Ujjayinī) y Viśweśvara (en Varanasí). A finales del siglo XIX, en India se estimaba que había más de 30 millones de linga.[1]

Shivá tiene tres ojos, uno de los cuales está en medio de su frente (denotando su capacidad de ver las tres divisiones del tiempo: pasado, presente y futuro), su piel es de color azul grisáceo (cubierta de cenizas).

Una luna en cuarto creciente situada sobre su frente representa la división del tiempo en meses, una serpiente alrededor de su cuello representa la división en años y un collar de calaveras la sucesiva extinción y generación de las razas de la humanidad.

Tiene varias serpientes enroscadas en sus brazos, su cabello está enredado en varias matas sobre su cabeza y forma un rodete en punta sobre la frente. Encima de este hueco se ve el rebote y la materialización del río Ganges (la madre Gangā, ‘la Rápida’ o literalmente ga-n-gā ‘va y va’), a quien él intercepta en su eterna caída invisible desde el cielo (en Gangotri, un glaciar de los montes Hima-alaya o ‘morada del hielo’) para evitar que hundiera la Tierra por su fuerza.

Cuando los dioses batieron el océano de leche para generar el néctar que los volvería inmortales, se generó también una cierta cantidad de veneno. Shivá se lo bebió para salvar a los devas, por eso su garganta adoptó un color azul y él fue llamado Nila Kantha (‘cuello azul’).

En una de sus cuatro manos sostiene un tri-shūla o tridente (también llamado Pināka). Los shivaístas creen que denota su combinación de los tres atributos de Creador, Destructor y Regenerador. También sostiene un tamborcito damaru (con forma de reloj de arena).

Sus sirvientes se llaman pramathas (‘atormentadores’) y son considerados seres sobrenaturales, quienes forman tropas (gana), cuyo líder es el hijo de Shivá: Ganesha (‘señor de las tropas’) o Ganapati (‘líder de las tropas’), representado como un muchacho regordete con cabeza de elefante.

Su esposa Satí es el objeto de adoración de los shaktas y los tāntrikas. Recibe muchos nombres:

* Dakshaiani (‘hija de Daksha’).
* Durgā (‘cárcel’ o literalmente dur-gā: ‘duro de escaparse’)
* Kālī (‘negra’)
* Gaurī (‘dorada’)
* Umā
* Bhavāni.

Ella se suicidó cuando su padre Daksha insultó a su esposo ausente.

Shivá se volvió a casar con Parvatī (‘del monte Parvata’), diciendo que ella era la reencarnación de Satí.

Shivá también es adorado como un gran asceta. Existe un mito acerca de que en una ocasión quemó con su tercer ojo a Kāma (‘deseo erótico’, siendo los Kāma-sūtras sus aforismos), el alado dios del amor, quien —mientras Shivá estaba dedicado a una severa meditación— le había disparado sus flechas de flores para hacerle enamorar de quien terminaría siendo su segunda esposa, Parvatī. Desde entonces a Kāma se le conoce como An-anga (‘sin-forma’, incorpóreo).

Las escrituras de los shivaístas dicen que con la mirada ardiente de su tercer ojo quema el universo, incluidos a Brahmā y a Vishnú, y se unta sus cenizas mortuorias por todo el cuerpo. Por eso los adoradores de Shivá se cubren de cenizas. También usan cuentas de semillas de rudrāksha (‘ojos de Rudra’), las cuales dicen que surgieron al caer lágrimas de los ojos de Shivá o Rudra, cuando iba a destruir Tripura (las ‘tres ciudades’ de los asuras o demonios).

La paradisíaca residencia de Shivá se encuentra en el monte Kailāsh o Kailāsa.

Tiene tres hijos:
* Ayappa (generado con la diosa Mojini, que es una encarnación femenina del dios varón Vishnú), luego de la muerte del demonio Bhaumasura.
* Kārttikeya o Skanda (dios de la guerra).
* Ganesha.

No hay comentarios: