jueves, 2 de abril de 2009

Cleopatra



Cleopatra, quien fue reina del Egipto Ptolomeico, nació el año 69 A.C., y murió el año 30 A.C. Fue la última reina de la dinastía Ptolomeica, la cuál co-gobernó el país junto con su padre Ptolomeo XII Auletes, y con sus hermanos (y esposos) Ptolomeo XIII y Ptlomeo XIV, así como con su hijo Ptolomeo Cesarión. Resulta interesante saber que fue descendiente directa de uno de los principales generales de Alejandro Magno, quién dio origen a la dinastía.

Nacimiento e Infancia de la Reina del Nilo

Cleopatra nació en el año 69 a.C. tuvo dos hermanas mayores, Berenice IV y Cleopatra VI, una hermana menor Arsinoe IV y dos hermanos menores, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.


Cleopatra y sus hermanos fueron educados durante su niñez bajo la cultura Helénica, sus principales fuentes de estudio eran los poemas homéricos, la retórica de Demóstenes, etc. A pesar de haber recibido una educación puramente griega, Cleopatra fue la primera faraona de la era Ptolemaica en hablar el idioma egipcio.

Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se dice que conocía y entendía a la perfección el latín, pero esto no se ha podido probar.

Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante.

Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».

El nombre completo de quien fuera reina del antiguo Egipto fue Cleopatra Filopator Nea Thea, que significa "la diosa Cleopatra, la amada de su padre". Ella fue la tercera hija de Ptolomeo XII, y es muy probable que su madre haya sido una de las hermanas de quien fuera su progenitor. Se sabe muy poco acerca de su infancia, pero sin lugar a dudas pudo ver el desorden y el poco apoyo popular de la dinastía Ptolomeica bajo el reinado de su padre; situación debida a la degeneración de los soberanos y a la corrupción que sufría el reino. Como consecuencia, su hermana mayor Berenice IV tomó el poder. Posteriormente, su hermano y esposo Ptolomeo XII, bajo la colaboración del Imperio Romano, ejecutó a Berenice IV, lo que dejó a Celopatra y a su hermano menor (y esposo) Ptolomeo XIII, como los herederos del trono.

El faraón Ptolomeo XII murió el año 51 A.C., acontecimiento que implicó el reinado simultáneo de Cleopatra y Ptolomeo XIII. Durante este período tuvieron que sortear numerosos problemas reflejados en la pobre situación económica, sequías, y problemas políticos. A pesar de estar casada con su hermano menor, Cleopatra no mostró señal alguna de querer compartir el gobierno, lo que se vio reflejado en la actitud de la reina de borrar de los documentos a su esposo. Esto iba contra la tradición de la dinastía, la que tenía como principio una subordinación de las mujeres hacia el poder del soberano. Como resultado de lo anterior, Ptolomeo XIII junto con su asesor Pothinus expulsaron a su hermana del trono y la obligaron a exiliarse en Siria. Sin embargo, debido a que Ptolomeo XIII se inmiscuyó en la guerra civil romana, ordenando el asesinato de Pompeyo en Alejandría, Julio César interviene y restituye en el trono a Cleopatra. Durante la estadía de Julio César en Egipto, entre el año 48 A.C. y 47 A.C., éste se convierte en amante de Cleopatra, con la cual tuvo a Cesarión como hijo. Luego del Asesinato de César, Cleopatra nombra a quien fue hijo de ambos, como heredero del trono.



Durante el año 42 A.C. Marco Antonio, uno de los miembros del triunvirato que gobernaba Roma, quedó cautivo de la belleza de esta reina, por lo que decidió permanecer en Alejandría, la capital de la dinastía Ptolomeica, entre los años 41 A.C., y 40 A.C. De esta relación nacieron 2 hijos gemelos, Alejandro Helios y Cleopatra Selena. Cuatro años más tarde, Marco Antonio se establece en Alejandría y toma oficialmente a Celopatra como su esposa. De esta forma nace otro hijo más, Ptolomeo Filadelfo. En el año 34 A.C., se llevan a cabo las Donaciones de Alejandría, a través de las cuales se nombra como soberanos de extensas regiones tales como Libia, Siria, y Armenia, a los hijos de la legendaria reina del antiguo Egipto. Esta situación es considerada hostil por Roma, lo que trajo como resultado que Octaviano decida emprender una guerra contra los egipcios, derrotando a estos últimos en la batalla de Accio. Luego de ésta, Marco Antonio se suicida una vez que se le informa que su esposa estaba muerta aunque en realidad no lo estaba. Días más tarde Cleopatra también decide quitarse la vida. La leyenda cuenta que se hizo morder por una serpiente.



La importancia de Cleopatra no solo la ha hecho figurar en la historia universal, sino que ha hecho que también tenga un lugar en el mundo del Arte.

Cleopatra fue repuesta en el Trono por César, que se había convertido en su amante (46 a. C.); y contrajo matrimonio de nuevo con su otro hermano, Ptolomeo XIV, a quien manejó a su antojo. Cleopatra trató de utilizar su influencia sobre César para restablecer la hegemonía de Egipto en el Mediterráneo oriental como aliada de Roma; y el nacimiento de un hijo de ambos -Ptolomeo XV o Cesarión- parecía reforzar esa posibilidad.

Tras el asesinato de César en el 44 a. C., Cleopatra intentó repetir la maniobra seduciendo a su inmediato sucesor, el cónsul Marco Antonio, que por aquel entonces luchaba con Augusto por el poder (36 a. C.). Cleopatra y Antonio impusieron su fuerza en Oriente creando un nuevo reino helenístico capaz de conquistar Armenia en el 34.

Entonces estalló la «Guerra Ptolemaica» (32-30 a. C.), por la que Augusto llevó hasta Egipto su lucha contra Antonio. El enfrentamiento definitivo tuvo lugar en la batalla naval de Actium (31), en la que la flota de Antonio fue derrotada fácilmente al abandonarle los egipcios. Marco Antonio consiguió huir y refugiarse con Cleopatra en Alejandría; cuando las tropas de Augusto tomaron la ciudad, Antonio se suicidó.

Cleopatra intentaría aún, por tercera vez, seducir al guerrero romano -en esta ocasión Octavio Augusto- para salvar la vida y el Trono; pero Augusto se mostró insensible a sus encantos y decidió llevarla a Roma como botín de guerra. Ante tal perspectiva, Cleopatra se suicidó por el procedimiento ritual egipcio de hacerse morder por un áspid. Augusto aprovechó la circunstancia para asesinar también a su hijo Cesarión, extinguiendo así la dinastía ptolemaica y anexionando Egipto al Imperio Romano.

La Trágica muerte de la última Reina del Nilo

En el año 32 a.C. Octavio acusa a Cleopatra públicamente por uso de magia, incesto, adoración animal, droga, embriaguez y lujuria desenfrenada. Declarándole la guerra, el nombre de Antonio no se mencionaba en ninguna parte de la declaración oficial. Los romanos creían que era mucho mejor declarar la guerra a la reina egipcia que influenciaba a Antonio, que a Antonio mismo.

Ambos bandos comienzan a recolectar a todas sus fuerzas. Cleopatra tiene un ejército mucho más grande que el de Octavio, con Antonio al frente. Esta batalla es decisiva pues de ambos lados están utilizando todas sus tropas. La superioridad egipcia era muy obvia pero tenían algunas dificultades para proveer el alimento a tantos hombres debido a que las tropas romanas cercaron las naves de Antonio. Las naves de la fuente eran demasiado lentas y tuvieron que ser quemadas para ir más rápidamente.

Los problemas persiguen a los amantes, Dellius (uno de los amigos de Antonio) huye con los planes de batalla. Antonio selecciona sus mejores naves y decide atacar con ellas aunque sean muchas menos de las que tiene Octavio. Después de cuatro días, la batalla final ocurre en Actium, Grecia.

La batalla ocurrió en el año 31 a.C., día a día Marco Antonio perdía aliados romanos y sus fuerzas se debilitaban. Por el contrario Octavio estaba cada vez más seguro de su victoria, ya que lo superaba en ejército.

Y la victoria llegó, Cleopatra viendo que las fuerzas de Antonio estaban perdiendo, salió en retirada y lo abandonó huyendo hacia Alejandría, posiblemente ellos ya habían planeado esto, ya que tras Cleopatra partió Antonio hacia Alejandría, abandonando a todas sus fuerzas en batalla. Esto trae la desorganización en el ejército egipcio, Octavio tiene la victoria en sus manos. La marina de Octavio derrotó a Antonio en Actium, Grecia, el 2 de septiembre de 31 a.C.

Antonio y Cleopatra están en Egipto. Antonio intenta recolectar nuevas tropas pero no tiene éxito, todavía lleva la responsabilidad de la derrota en Actium, y desea suicidarse, pero sus amigos lo disuaden. Cleopatra sabe que las tropas romanas pronto llegarán a Alejandría, y decide ocultar todos los tesoros lejos del mar mediterráneo, pero las naves son interceptadas por los árabes (bajo el mando de Octavio).

Cleopatra planeó enviar a Cesarión lejos, quizás a la India, así podría escapar de Octavio y conservar el trono de Egipto. Arregló para que las naves fueran desde el Nilo al Mar Rojo, pero este plan fracasó.

Octavio se acercaba más y más, Egipto estaba prácticamente cercado. Cleopatra deseaba encontrar un acuerdo pacífico y tanto ella como Antonio enviaron sobornos a Octavio para lograr la paz, pero ninguno fue aceptado.

Cleopatra construyó un mausoleo donde ella amontonó su abundancia y planeó pasar la eternidad. Octavio le mandó mensajes diciendo que sería tratada bien por los romanos, por temor a que Cleopatra quemara todos sus tesoros. Cuando Octavio llegó a Alejandría, Cleopatra se encerró en su mausoleo con dos de sus criadas, Iras y Charmion.

Los generales de Marco Antonio le informan que Cleopatra había muerto en su mausoleo, y éste al saber a su amante muerta, se suicidó con su propia espada. Según se dice, en su agonía Marco Antonio fue llevado hasta el mausoleo donde se encontraba Cleopatra, y allí ella lo vio morir en sus brazos.

Entonces Cleopatra es apresada por los soldados de Octavio y trasladada al palacio, en donde se dice que intentó desde sobornarlo hasta seducirlo, sin obtener éxito alguno.

Octavio quería llevar a Cleopatra viva a Roma, para mostrar su superioridad y su victoria. También mandó capturar a los niños de Cleopatra, excepto a Cesarión que huyó al Sur. Cleopatra se percató del plan de Octavio de llevarla a Roma, sabía que la visualizarían como esclava en las ciudades que ella misma había gobernado. Decidió que no viviría de esta manera, así que a tres días de la salida hacia Roma, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le traigan una cesta con frutas y en ella un áspid (cobra egipcia). Mientras tanto ella escribía una carta a Octavio en la cual le pidió que la pongan junto a Antonio después de su muerte.

Corría el 12 de agosto del año 30 a.C. cuando Octavio recibe la carta, pero ya era demasiado tarde, al entrar al cuarto donde se hallaba Cleopatra, de tan solo 39 años de edad, la encontró ya muerta sobre su cama de oro, con su traje real y sus joyas puestas, junto a sus dos criadas.

Cesarión fue traicionado cuando huía de Egipto por su profesor particular, Rhodon, y fue asesinado bajo las órdenes de Octavio. El resto de los hijos de Cleopatra fueron criados por la esposa de Octavio. Cleopatra Selene se casó con el rey Juba II de Mauritania. Tuvieron un hijo al que nombraron Ptolomeo que ganó el trono en el 23 d.C. y gobernó hasta que Calígula lo mató 40 años más tarde. Alexander Helios y Ptolomeo Philadelphus pudieron haber ido a vivir con su hermana en Mauritania pero no se sabe exactamente qué les sucedió.

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