domingo, 27 de marzo de 2011

El poder de las velas


Por Virginia Gómez / Especial para ELNUEVODIA.COM

Las velas son fuentes muy poderosas de energía espiritual. Durante siglos, los humanos hemos encendido velas en los más variados rituales religiosos de todo el mundo. Una vela encendida simboliza la luz del conocimiento y la fe. Donde hay luz, no hay temores. Ese es el principio que nos anima a utilizar velas, aunque no seamos conscientes de ello.

Las velas nos ayudan a concentrar nuestro pensamiento. Nos inspiran a recogernos para meditar sobre nuestra vida y lo que deseamos conseguir. Ya sea por nuestra salud o la de alguien querido; por dinero o amor, cualquiera que sea nuestro ruego, la luz de la llama, combinado con el color de la vela, nos ayuda a aplicar las energías que nos activan para materializarlo. La magia de las velas es convencernos de que su luz iluminará los deseos de nuestro corazón y los haremos realidad.

Los colores de las velas también juegan un papel importante en esta magia. Los colores del espectro que vemos en un arco iris nos sirven de modelo para entender cómo operan las diferentes energías en nuestro cuerpo y todo lo que nos rodea.

Por eso te proponemos un ejercicio muy sencillo de luz y color con las velas. Mira la lista de colores y sus correspondientes propiedades energéticas que te ofrecemos aquí y selecciona la que se ajusta a tu propósito. Toma la vela y úntale una o dos gotas de aceite de mirra o lavanda. Utiliza un alfiler para escribir sobre la cera de la vela tu deseo. Enciende la vela y déjala arder hasta que se consuma completamente. Obsérvala mientras visualizas tu deseo cumplido.



Azul:
Para recibir información en sueños y realizar proyecciones astrales. El azul implica honor, lealtad, paz, tranquilidad, verdad y sabiduría.

Verde:
Para fertilidad, éxito, prosperidad, dinero, rejuvenecimiento y progreso. Ayuda a combatir la envidia y los celos.

Naranja:
Activa la energía vital, y estimula la sabiduría y el desarrollo espiritual.

Rosa:
Para el amor, la amistad y la creatividad.

Violeta:
Para entender las manifestaciones psíquicas, sanar, promover el éxito profesional y la protección del hogar.

Rojo:
Valor y magnetismo. Pasión sexual, amor, fuerza física y voluntad.

Plata:
Para eliminar la negatividad, estimular la estabilidad y atraer las influencias benéficas femeninas.

Blanco:
Consagración, meditación, sanación, clarividencia, verdad, paz, fuerza espiritual y energía lunar.

Amarillo:
Para crear un ambiente de confianza, aumentar el encanto personal y el poder de persuasión.

Índigo:

Para curar, dormir bien y desarrollar la armonía interior.

Cada vez que enciendas tus velas no olvides agradecer al Creador y pedir con la certeza de que obtendrás la respuesta que necesitas en esta etapa de evolución, aunque no sea la que esperas. Cuando tus deseos son positivos y armoniosos, todo se resuelve para bien, aunque no veas resultados inmediatos. Y cuando son negativos y egoístas, ¡atente a tus propias consecuencias! A tu juicio queda.

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