martes, 15 de marzo de 2011

LOS CAMPOS ENERGÉTICOS HUMANOS


Por Bill Austin
Todos somos como emisoras cósmicas. Transmitimos y recibimos en niveles específicos de frecuencia. Intuitivamente, todos reconocemos esto y estamos diseñados para asociarnos con las personas y los lugares que vibran en una frecuencia semejante.
Subconscientemente, todos confiamos en nuestras primeras impresiones y nos damos cuenta de lo importantes que son. Cuando conocemos a alguien, lo que sucede es que nuestros campos energéticos se entremezclan e intercambian información. Si nuestras energías son de alguna manera complementarias, comenzamos a sentir que nos gusta esa persona y que queremos relacionarnos más con ella. Si hay implicada alguna relación de karma, nos sentimos aún más atraídos hacia esa persona incluso aunque no le gustemos, como nos sucede a menudo. Estos son las personas con las que nos obsesionamos realmente sin que sepamos porqué. Cuando nos sentimos neutrales hacia alguien o instantáneamente sentimos aversión hacia ellos, generalmente se debe a que nuestros campos de energía no encajan, por lo que no podemos aprender nada de ellos. Por ejemplo, cuando un alma vieja se encuentra con otra recién nacida, generalmente no se gustarán, porque con tal diferencia de edad entre las almas, hay muy pocas oportunidades de enseñar o aprender. Así es como atraemos a nuestra vida a las personas con las que se supone que debemos compartirla.
Aunque cada uno de nosotros tenga siete centros de energía o chakras en su cuerpo y cinco fuera, los seres humanos tienden a encauzar su energía a través de uno de ellos, lo cual afecta al modo en el que percibimos el mundo. La mayoría de las personas encauzan su energía a través del primer chakra, en la base de la espina dorsal, y filtran la vida principalmente a través de sus sentidos físicos. Otros encauzan su energía por el cuarto, o chakra de corazón, y experimentan la vida principalmente a través de sus emociones y sentimientos. Otros encauzan su energía por el quinto o chakra de la garganta, y filtran la vida principalmente a través de sus pensamientos e ideas. Un número relativamente pequeño de personas encauza su vida a través del sexto y séptimo chakras - el/tercer ojo u ojo interno y el centro de la corona, y perciben la vida con conciencia de su unidad con todo lo que es, fue o será, por siempre jamás. Vivimos en una era en la que los humanos estamos cambiando rápidamente o evolucionando en cuanto al modo en que sus cuerpos reciben y transmiten la energía. Estos cambios son inauditos en la historia de la Tierra porque los humanos se están transformando en una clase de seres muy diferente. Están sucediendo tres cambios principales. Primero, los siete chakras situados a lo largo de la médula espinal comienzan a unificarse o reunirse en el chakra de corazón, que pasa a ser clave. Esto significa que la energía llegará a distribuirse entre los centros de energía más uniformemente que en el pasado, cuando la energía de la mayoría de los seres humanos permanecía congestionada o atrapada en el chakras inferiores. El segundo cambio principal en el sistema energético de los humanos es que están empezando a pasar, de un sistema de chakras basado en un sistema energético compatible con la vida en la tercera dimensión, a un sistema de cuerpo de luz compatible con las dimensiones superiores propias del cuerpo de luz. Las frecuencias del cuerpo de luz fueron introducidas a gran escala en la Tierra por primera vez a finales de la década de los ochenta; estas frecuencias son cada día más intensas. Yo y millares de otras personas hemos estado trabajando con las frecuencias del cuerpo de luz todos los días, ayudando a anclarlas en el plano de la Tierra. A medida que las frecuencias del cuerpo de luz continúen intensificándose y aumente el número de personas que trabajen con ellas, muchos experimentará n el despertar de estos centros sin hacer ningún trabajo consciente con ellos. Esto es lo que los biólogos llaman evolución y no es, para nada, un proceso ni lento ni gradual.

El tercer cambio principal es que las retículas electromagnéticas de energía situadas alrededor de la Tierra y dentro del cuerpo humano también están siendo adaptadas para las frecuencias más elevadas. Estos cambios son esenciales para que el planeta ascienda y para que los seres humanos sean capaces de vivir en la quinta dimensión. Las energías del Creador han sido enviadas a este planeta y seres de la luz provenientes de todas partes del universo(s) rebajan esas energías hasta el nivel en el que la Tierra y la humanidad puedan absorberlas e integrarlas. Estos cambios deberían haber sido completados a principios de 2003.


Las personas sabias escogen cuidadosamente sus compañeros sexuales. Cuándo se involucran en actos sexuales con otros, persiguen sintonizarse con esa persona. Lo que sucede es que sus dos (o más) campos energéticos se fusionan, y su cuerpo retendrá la energía de la otra persona hasta un mes después del acto sexual, incluso aunque haya sido sólo una cosa de una sola noche.
Cuándo tienen sexo con alguien y casi inmediatamente se arrepienten de haberlo hecho, es porque han tomado una energía de la fuerza vital de otra persona que es incompatible con su propia energía.
Cada grupo de personas con las que se asocian tiene una energía grupal. Si se sienten incómodos con una energía de ese tipo, probablemente les convendrá salir con un grupo de personas diferente. Esto es especialmente cierto en lo que se refiere a grupos religiosos y espirituales.
Todos tenemos asuntos relacionados con el perdón en nuestras vidas. La mayoría de las personas piensan que, cuando perdonan a alguien, les hacen un favor, lo cual es sencillamente falso. Cuando perdonan a otra persona o se perdonan algo que hayan hecho, realmente se están ayudando. Cuando albergan resentimiento hacia una persona o hacia una situación de su vida, cada vez que piensen en esa persona o acontecimiento, adoptarán esa energía.
El cuerpo humano es la manifestación física de la energía del alma. Básicamente lo que sucede es que la energía del Creador es transmitida a la mónada o superalma, el origen de esa alma. La mónada se retira y transmite la energía de la fuerza vital al alma. El alma utiliza esta energía para crear primero el cuerpo emocional, luego el cuerpo mental y, finalmente, el físico. Ya, que el cuerpo pueda existir es todo un milagro de primera categoría.
El sistema energético humano no fue diseñado para la dieta Americana. El azúcar realmente lo retuerce; el cuerpo no comparte nuestras preferencias sociales hacia el alcohol, la cafeína y el tabaco. Sin embargo, adoptando una dieta mensual de dos días a jugos, podrán eliminar muchas de esas toxinas.
Energizamos nuestros problemas cuando nos encerramos en ellos o discutimos acerca de ellos o acerca de la preocupación que nos producen. Cuando la gente les venga a contar sus historias de pena, interrúmpanlos y reconduzcan la conversación hacia alguna otra área de su vida que marche bien. Las personas a menudo escuchan esos cuentos de infortunios y a los veinte minutos se están preguntando por qué su energía está tan baja.
Un ser humano puede ser visto como un sistema de energía o un campo de energía. Las personas con las que salen o trabajan son importantes, porque ustedes llegan a sintonizarse o a resonar con sus campos energéticos. Cuándo estas personas experimentan algo que emocionalmente los apaga, sus campos energéticos se inflaman y literalmente alcanzan a cualquier campo energético humano a su alrededor y lo succionan hacia el interior de sus vórtices energéticos. Esto quizás esté bien cuando las personas están felices, pero no está tan bien cuando están enojados o deprimidos.
El campo energético de Jesús era inmenso porque el combustible del que fue abastecido únicamente estaba compuesto por amor incondicional, el estado más poderoso del universo entero. Las personas que se congregaron a su alrededor no lo hacían tanto por escuchar lo que decía, sino para experimentar esa energía de amor que irradiaba. Mientras Jesús hablaba a las personas, abría sus centros cardiacos, fusionándolos con su amor.
Las personas varían en cuanto a su sensibilidad hacia su propia energía y a la que los rodea. Sin embargo, las personas que prefieren o necesitan mantener un espacio personal grande entre sí y los demás generalmente son los más energéticamente sensibles.
Cuando los campos energéticos humanos se combinan, la energía asciende geométricamente, y no aritméticamente, con cada nuevo campo que se suma. La energía del grupo es una cosa poderosa, y la mayoría de las civilizaciones y culturas humanas han desarrollado rituales para canalizar y aumentar la energía del grupo. Los rituales tradicionales a menudo implican la formación de círculos de personas que se tocan físicamente, así como algún tipo de música.
Una de las fuentes más poderosas de energía humana es la energía de la serpiente o kundalini, que radica en el primer chakra, localizado en la base de la espina dorsal. La energía de la kundalini es tan poderosa que históricamente sólo se desarrollaba cuándo las personas llegaban o sobrepasaban los 40 años de edad. En la mayoría de las personas, la kundalini sólo asciende del primer al segundo chakra. El segundo chakra rige la sexualidad y la creatividad humanas y, cuando la kundalini asciende a ese chakra, la energía sexual y creadora del individuo se incrementa dramáticamente. En los hombres, el ascenso de la kundalini generalmente dispara la crisis de la mediana edad.
Cuando las personas sean capaces de elevar la kundalini desde el primer chakra hasta la corona o séptimo chakra, en la cima de la cabeza, su nivel general de salud y energía serán rejuvenecidos por completo. La razón por la que menciono esto es porque un efecto de la transformació n del cuerpo humano va a ser que la energía kundalini comenzará a moverse en todas las personas, independientemente de su edad. Esto estremecerá a los seres humanos que lo experimenten, así como a toda la clase médica de Occidente. Aunque el Oriente esté mucho más familiarizado con la energía kundalini que el Occidente, en los Estados Unidos hay constituida una red de sanadores capaz de ayudar a las personas, comprendiendo y manejando la energía kundalini.
Todo lo que un humano admita en su sistema energético se unifica con su conciencia, lo que incluye tanto al alimento físico como al mental, bajo la forma de conocimiento.
Algunas de las almas más sensibles del planeta deciden ser vegetarianos. Irónicamente, la mayoría de las personas necesitamos carne ocasionalmente para equilibrar nuestros campos energéticos. Cuándo los animales y las plantas son criados, alimentados y vigorizados por el amor, al comerlos, absorbemos la vibración del amor. Esta es la razón por la que los vegetales cultivados en casa son tan sabrosos. Sin embargo, cuando no tratamos demasiado bien a nuestras plantas y animales y nos los comemos, absorbemos esa vibración en nuestros cuerpos. Cuando bendicen el alimento que van a comer y dan gracias por él, son capaces de neutralizar en gran parte la vibración negativa.
El Espíritu Santo puede verse como un sistema energético capaz de trabajar en conjunción con el del humano. Hasta el don del Espíritu Santo, posterior a la ascensión de Cristo, el cuerpo humano no era capaz de retener todos los dones energéticos de la fuerza vital del Alma. Esta energía excedente del alma fue almacenada en los mismísimos huesos de la Tierra, en los que ahora son llamados lugares sagrados. Nuestras mascotas, autos y computadoras son muy sensibles a los campos energéticos humanos. Cuando tengan problemas con cualquiera de los anteriores, es que algo está pasando en su interior que deben examinar.

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